ENTRESEMANA
❍ ¿Y los hombres del Presidente?
Bien que el presidente Enrique Peña Nieto se tome las vacaciones
de ley como todo trabajador; mal que lo haga, como Presidente de la República,
en un momento en el que la crisis de gobernabilidad avanza en zonas controladas
por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, amén de la
irresuelta problemática político-judicial de Iguala-Ayotzinapa.
Dirá usted que, al final de cuentas, el Presidente sólo ha
participado discursivamente, incluso en el intercambio epistolar con quienes,
desde el 1 de diciembre de 2012, le han sembrado conflictos y avivado violencia
y fundamentalismos en entidades del centro del país, pero que han tenido eco y
hasta simpatías abiertas en el norte de la república.
En toda democracia y
sistema presidencialista como el mexicano, de rigor se preguntaría dónde está
el poder de decisión para acabar con este conflicto de la disidencia
magisterial que ya escaló niveles de guerra civil y afectó a la economía de
aquellos estados donde la voz de la CNTE no tiene réplica, pero que ha
impactado a todo el país y se reflejará en el Producto Interno Bruto.
Por supuesto no se trata
de invocar represión. No, simplemente la aplicación de la ley, tal y como está
en la Constitución, tal y como se dispone en el Código Penal Federal. Un asalto
es un asalto sin medianías, vandalismo es vandalismo y quienes incurren en la
comisión, no presunta porque han sido pillados en flagrancia en el despojo y
saqueo de tiendas comerciales, lo que merecen es el peso de la ley. ¿Cuál es el
temor? ¿Dónde están los hombres del Presidente? ¿Dónde la procuradora Arely Gómez?
Los conflictos crecen, la
ausencia de decisión para poner punto final a esa escalada de movilizaciones
que sirven de mecanismo de presión para doblar a los hombres del Presidente,
genera espacios de ingobernabilidad y, a partir de ese escenario, nada halagüeño
se otea en el futuro mediato de México.
Y, mire usted, no se trata
sólo de la ausencia de operatividad de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de
Gobernación cuyo equipo en materia de atención a conflictos ha fallado
recurrentemente, porque eso de rescatar a una profesora secuestrada en cuestión
de horas, porque su señora madre lo pidió de rodillas y a grito abierto,
pareciera el montaje justiciero de un equipo que se tardó meses en dar con el
paradero de El Chapo, pero sorprendió con esa muestra de inteligencia policiaca
para resolver un secuestro.
Entones, no sólo es la ausencia de operatividad de Osorio Chong y
su equipo, también transitan en estos escenarios de rollo, demagogia y
activismo protagonista que no abona en el reparto equitativo del gasto público,
los secretarios de Agricultura, de Desarrollo Social y de Desarrollo Urbano y
Territorial, además de los de Hacienda y de Economía, incluso de la Conagua y
de la Profepa que se dedica a perseguir talamontes de tercera e indígenas que
venden animalitos vivos y disecados para subsistir.
¡Caray! Pero el próximo
lunes tendrán una tarea que resolver con la misma o mayor urgencia que la
planteada por la CNTE. Incluso el senador priista, dirigente nacional de la
Confederación Nacional Campesina (CNC), Manuel Humberto Cota Jiménez, y el
secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA), José Eduardo Calzada Rovirosa, tendrán oportunidad de demostrar sus
dotes negociadoras, so riesgo de abrir otro flanco de crisis a su jefe, el
presidente Enrique Peña Nieto.
El lunes próximo, decíamos
en entrega anterior, deberán desactivar y dar cauce de solución a un problema
que se sumará al desplegado bajo presión y condicionantes de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que Miguel Ángel Osorio Chong
y su equipo, junto con Aurelio Nuño Mayer no han podido resolver.
Se trata de una
movilización de alrededor de 130 mil campesinos y obreros agrícolas que se
realizará en la Ciudad de México el próximo lunes en demanda de que el gobierno
de Enrique Peña Nieto impulse una política de fomento productivo y desarrollo
económico, así como una política social para el desarrollo rural sustentable.
Álvaro López Ríos,
dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, sostiene el
imperativo de un nuevo Pacto Social, porque el del Constituyente de 1917 se
agotó, es inequitativo y se requiere uno que dé a México cohesión y soberanía.
“Si en el gobierno de Peña Nieto no lo entienden así, el país se nos va de las
manos”, advierte.
Es necesario, acota
Álvaro, que el Presidente asuma su papel y deje de estar al servicio de los
poderosos.
Esta semana, los dirigentes del Frente Autentico del Campo han
reiterado sus demandas y mantienen la decisión de movilizar a más de 130 mil
campesinos el lunes próximo. ¿Entenderán los hombres del Presidente que hay un
enorme riesgo de que el país se les escurra en las manos? Digo.
VIERNES. Dicen los que
saben y leen las entrelíneas de las ligas mayores, que Luis Videgaray está en
el expediente de quienes dejarán el cargo en este cambio de estafetas en el
gabinete presidencial. Lo dudo, pero ya comenzó la lucha interna de la carrera
presidencial. Conste.
sanchezlimon@gmail.com
www.entresemana.mx
@msanchezlimon
[Usted acaba de leer un artículo de
opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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