🔘 La asociación civil Hermanos del Anciano trabaja para brindar condiciones óptimas
a los adultos mayores, para que los residentes vivan plenamente
Por
Staff de Redacción
ACAPULCO,
GRO. (28/Agosto/2023).- “El Vergel”, más que un asilo para la senectud, es una gran
residencia que cuenta con amplias áreas de esparcimiento y bellos jardines donde
viven felices 24 adultos mayores en condiciones seguras y cómodas.
Este lunes fueron agasajados, con motivo del Día del Abuelo, los residentes que disfrutan a plenitud su vejez en estas instalaciones ubicadas en colonia La Poza, también conocida como La Zanja; en colindancia con la unidad habitacional Rinconada del Mar, en la zona Diamante de Acapulco.
Este
bello lugar, creado por iniciativa de la filántropa Lupita Basteris de Molina,
inició operaciones en febrero de 1994 bajo tutela de la asociación civil
Hermanos del Anciano. “El Vergel” cuenta con 80 mil metros cuadrados, tiene
capacidad para albergar a 60 adultos mayores en habitaciones compartidas que se
distribuyen en 16 villas y 14 suites.
“Aquí se
brinda calidad de vida a los adultos mayores”, resaltó el entusiasta Felipe
Cázares Millán, quien es actualmente director general de Hermanos del Anciano
que tiene a su cargo la administración y operación de la casa de descanso, la
cual describe como “un lugar muy bonito y digno”, para goce y disfrute de las
personas en su última etapa de vida que comienza a los 60 años.
Por
falta de apoyos gubernamentales, familiares de los abuelitos de nuevo ingreso
deben realizar una aportación simbólica mensual de 5 mil pesos, ante los bajos
ingresos que capta el patronato vía donaciones de voluntarios de la sociedad
civil, para mantener de pie estas instalaciones y servicios que representan un
gasto mensual de 600 mil pesos.
Actualmente,
la mitad de los 24 abuelitos que disfrutan aquí su estancia no realizan
aportaciones, porque permanecen ahí desde hace más de 10 años, cuando las condiciones
financieras eran diferentes al contar con apoyos de autoridades y sociedad
civil. Pero, con la llegada de la llamada Cuarta Transformación y luego con emergencia
sanitaria por la pandemia de Covid-19, todo cambió, la captación de recursos
disminuyó drásticamente.
El
personal que presta sus servicios en “El Vergel” atiende con esmero y
dedicación a todos los residentes, quienes reciben esporádicamente la visita de
sus familiares; y para evitar que los abuelitos se pongan tristes y depresivos
por falta de compañía, se permite la visita de ciudadanos para crear relaciones
fraternas con los habitantes de la residencia.
Entre
los residentes conocimos a Ernestina, una ancianita de 103 años originaria de
Guatemala y que vivió gran parte de su vida en Acapulco. Ella ingresó hace más
de 15 años y actualmente es la más longeva de la casa; hoy requiere cuidados especiales,
porque ha perdida la capacidad de ser independiente debido a su avanzada edad. En
contraparte, La persona más joven del lugar tiene 62 años.
Los
habitantes dicen estar felices de vivir aquí, porque reciben buen trato y todos
son amigos, aunque expresaron nostalgia porque ya no tienen contacto permanente
con sus familiares, la mayoría recibe esporádicamente la visita de sus hijos y
otros más están en abandono, pero no dejan de disfrutar de la vida, como ocurrió
este lunes cuando celebraron el Día del Abuelo con una comida especial en una
tarde en que aplaudieron y cantaron temas de su juventud, complacidos por un
cantante que forma parte del voluntariado.
Felipe
Cázares explicó, en entrevista con Libertad Guerrero, que aquí hay personas de
distintos lugares de Guerrero, incluso extranjeros como el caso de la señora
Ernestina. Para que una persona ingrese como residente a “El Vergel”, debe
contar con 60 años, no tener enfermedades mentales para evitar riesgos a otros
residentes y que cuente con familiares solidarios.
Las
visitas están permitidas todos los días, desde las 10 de la mañana hasta el
atardecer, a fin de mantener el bienestar emocional y social de los residentes.
Las visitas de la sociedad civil no son permitidas fuera de horarios diurnos, debido
a las necesidades de los ancianos que deben descansar al máximo.
En
cuanto a las dificultades que enfrentan, Cázares Millán resaltó la importancia
del apoyo exterior. "Es muy difícil cuando las personas están abandonadas,
porque aunque les brindamos todo aquí dentro de la institución, fuera de aquí
no tienen apoyo", dijo y explicó que salidas de la casa de retiro que
realizan los abuelitos, para visitas médicas, trámites y emergencias de salud,
requieren acompañamiento, un aspecto que la organización no puede cubrir en su
totalidad.
Cázares
Millán mencionó que, si bien hay voluntarios que brindan acompañamiento en
ciertas ocasiones, es necesario contar con amigos solidarios que puedan ayudar
a los ancianos en estas situaciones. La institución ha experimentado una mejora
en este sentido. Anteriormente, alrededor del 60% de los residentes eran
abandonados, mientras que ahora, gracias a un cambio en los requisitos de
entrada, se busca que al menos cada anciano tenga un amigo responsable
solidario.
Actualmente
“El Vergel” es remodelado de manera integral por áreas, todo será mejorado, villas,
suites, áreas comunes, cocina, comedor y sala de estar, para que los residentes
sigan estando cómodos en áreas comunes y disfrutando del contacto con la
naturaleza en los extensos jardines.
Por último, Felipe Cázares hizo un llamado a las autoridades, empresas y particulares, para colaborar y apoyar a los ancianos en necesidad, enfatizando que, aunque la organización hace “milagros con los recursos limitados, el apoyo gubernamental es esencial” para continuar su labor en beneficio de la comunidad de adultos mayores.
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