CONTEXTO
POLÍTICO
❍Héctor Astudillo y sus funcionarios
[Por Efraín Flores Iglesias]
Algunos funcionarios
de la administración del gobernador Héctor Astudillo Flores no toleran la
crítica. Se molestan luego luego. Quisieran que todo se les aplaudiera. Pero
cómo aplaudirles sus ocurrencias y valemadrismo si Guerrero sigue sumiéndose en
la violencia.
Tal parece que no les
interesa seguir la ruta de trabajo trazada por el mandatario estatal, ya que
prefieren que los problemas revienten y no operar antes para darles solución.
El próximo 27 de
enero se cumplirán tres meses de gobierno astudillista y el fin de la
administración ineficaz de Rogelio Ortega Martínez. Ha habido cambios
positivos, hay que reconocerlo.
Para nadie es secreto
que Héctor Astudillo heredó un gobierno endeudado, un estado convulsionado y,
peor aún, colaboradores del aguirrismo y el orteguismo que no quieren irse, ya
que amagan con demandar laboralmente y hacer escándalo. No entienden que
gobierna un partido diferente al que llegaron.
El PRD dejó de
gobernar Guerrero porque así lo decidieron los electores el pasado 7 de junio
en las urnas y no porque haya sido un capricho del presidente Enrique Peña
Nieto. Se le volvió a dar una oportunidad al PRI, pero eso no lo entienden
tampoco algunos priistas que tienen importantes cargos desde el 27 de octubre
de 2015. Ojalá reflexionen y se pongan a trabajar arduamente para ayudarle al
mandatario estatal a cumplir con el orden y la paz que requiere la entidad.
Si el gobierno de
Astudillo fracasa le va ir mal al estado de Guerrero. Y al PRI, ni se diga.
Gobernar Guerrero es muy
complicado por la grave violencia que impera en las 8 regiones. Pero si todos
los funcionarios cumplieran con su papel muy seguramente la situación
mejoraría.
Los ciudadanos están
esperando resultados del actual gobierno estatal, sobre todo en materia de
seguridad pública, combate a la pobreza, generación de empleos, realce al
turismo y sancionando a servidores públicos y representantes populares que
hayan cometido actos de corrupción.
El 2018 está a la
vuelta de la esquina. En ese año se van a elegir presidentes municipales,
diputados locales y federales, senadores y presidente de la República. Y si
Héctor Astudillo da para entonces mejores resultados al PRI le va ir bien,
porque no hay que olvidar que el PRD no está acabado en Guerrero, ya que gobierna
importantes Presidencias Municipales: Acapulco, Zihuatanejo, Ometepec,
Pungarabato (Ciudad Altamirano), etc.
Un acierto que hay
que reconocerle al gobernador Héctor Astudillo es su buena disposición de
apoyar a todos los municipios sin importar colores partidistas, y eso lo han
manifestado alcaldes del PRD y Movimiento Ciudadano. En Acapulco, por ejemplo,
el alcalde perredista Evodio Velázquez Aguirre se ha coordinado muy bien con el
gobierno estatal. Y los resultados han sido positivos: en la temporada vacacional
de diciembre 97% de ocupación hotelera, reforzamiento de la seguridad en el
puerto y realización de importantes eventos deportivos y culturales.
El que no tiene
interés de coordinarse bien con el gobierno estatal es el alcalde priista de
Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, ya que cree que lo puede todo y no
necesita a nadie. Su excesiva soberbia lo está llevando al despeñadero
político. Pero lo más lamentable su pésimo gobierno que afecta a los
chilpancinguenses.
Se comenta que en las
próximas semanas habrá cambios en el gabinete astudillista, sobre todo en
secretarías y direcciones generales que le han generado dolores de cabeza al
mandatario estatal. Desde luego que sería sano y factible que así fuera. Nadie
es indispensable en un cargo. Los cambios de mando oxigenan siempre a un
gobierno.
Héctor Astudillo está
en todo su derecho de destituir a funcionarios que no respondan a las
expectativas de su proyecto de gobierno ni al pueblo de Guerrero.
RAYMUNDO GARCÍA Y SU
PROPUESTA
El representante del
distrito local 26, Raymundo García Gutiérrez, manifestó hace unos días su
preocupación por la falta de apoyo de los niños y jóvenes que dejan de estudiar
cuando pierden a sus padres y tutores. Y ante eso propuso una iniciativa de ley
para otorgar una pensión mensual para que continúen sus estudios, ya que el
Estado está obligado de impartir educación e incluso fomentarla, a través de
becas.
El también presidente
de la Comisión de Salud en la LXI Legislatura argumentó que la Ley General de
Educación obliga a los ciudadanos a cursar por lo menos la primaria, secundaria
y nivel medio superior y que los jefes de familia tienen las responsabilidad de
verificar que sus hijos cumplan con ello, aunque aclaró “que existen vacíos
legales que impiden que un buen número de niños y jóvenes estudien cuando los
padres, tutores o responsables de la manutención desaparecen, fallecen o quedan
impedidos para trabajar”.
Corresponde entonces
a los demás diputados analizar la iniciativa presentada por García Gutiérrez
denominada Ley de Pensión Educativa para el Estado de Guerrero, para que de esa
forma los niños y jóvenes guerrerenses no abandonen la escuela por falta de
recursos económicos.
Sin lugar a dudas, es
una iniciativa con sentido social.
Comentarios:
E-mail:efrain_flores_iglesias@hotmail.com; Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
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artículo de opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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