ACAPULCO ► Por su trayectoria errática que rompió todos los
pronósticos, la tormenta tropical y huracán “Carlos” mantuvo en jaque a los
responsables del Sistema Estatal de Protección Civil en Guerrero.
El martes 9 de junio, Miliani advirtió que la
depresión tropical se aproximaba a Guerrero. En la tarde-noche el sistema se
ubicaba frente a las costas de Oaxaca.
El comportamiento del meteoro, que cruzó las costas
de Guerrero entre el 11 y 15 de junio, provocó inicialmente burlas entre
algunos sectores de la población que criticaron la suspensión de clases durante
jueves y viernes sin que se presentaran lluvias, pero sí fuertes vientos.
El responsable de la Secretaría de Protección
Civil, Raúl Domingo Miliani Sabido fue objeto de burlas, comentarios
sarcásticos y algunos usuarios de redes sociales le dedicaron memes, para
criticar y manifestar así su enojo por los pronósticos que no se cumplían,
gracias al caprichoso, extraño y lento avance del meteoro en paralelo a las
costas de Guerrero.
Los fantasmas del huracán "Paulina" y la
tormenta tropical "Manuel" se hicieron presentes con la llegada de "Carlos", el tercero de 19 huracanes pronosticados en el Pacífico para la presente temporada.
Al siguiente día, el miércoles 10, el gobernador
Rogelio Ortega Martínez instaló la tercera sesión extraordinaria del
Consejo Estatal de Protección Civil, ante el pronóstico de lluvias
intensas.
El mandatario instruyó para iniciar las acciones de
prevención para salvaguardar a la población y aplicar medidas necesarias ante
posibles sucesos, sobre todo en los municipios costeros.
Ese día, expertos meteorólogos del Centro Nacional
de Huracanes en Miami pronosticaron que habría aguaceros y mareas importantes con
posteriores inundaciones súbitas y aludes que representaban un peligro para
la gente en costas de Oaxaca y Guerrero.
A su vez el Consejo Nacional de Protección Civil
permanecía pendiente del desarrollo del fenómeno, y las autoridades estatales
ordenaron el cierre de escuelas y preparaban refugios mientras la tormenta
tropical Carlos azotaba las playas de Costa Chica con grandes
olas y fuertes vientos.
Había la amenaza de que se convirtiera en huracán
el viernes 12 de junio a la 1:00 de la tarde, pero caprichosamente avanzaba
lento a su paso por Guerrero y prácticamente se mantuvo estacionario a 135
kilómetros frente a Acapulco.
Fue hasta la tarde del sábado 13 cuando la tormenta
tropical Carlos se convirtió en huracán categoría 1 y los
fuertes vientos que generaba derribaron árboles, desprendió láminas de fierro
de las techumbres.
El meteoro se acercó a Acapulco el domingo a una
distancia de 120 kilómetros y generó vientos máximos sostenidos de 120
kilómetros por hora y rachas de hasta 150 kilómetros. Se doblaron anuncios de
señalización urbana, cayeron, quedaron sin luz varias colonias populares, se
hundieron y resultaron con daños un total de 37 embarcaciones menores entre
manzanillo y el Club de Yates.
El domingo por la tarde, “Carlos” se degradó y
regresó a su condición de tormenta tropical, entonces llovió con más fuerza y
durante casi cuatro horas continuas en Acapulco y de manera aislada en gran
parte del estado.
El lunes 15 de junio el meteoro pasaba por la Costa
Grande y por la noche ya no representaba peligro. Fue entonces que el
gobernador Rogelio Ortega Martínez ordenaba reanudar las actividades escolares
en todos los niveles educativos.
El huracán Carlos de categoría 1, ya no
representaba amenaza. A las 7:00 de la tarde-noche se ubicó a 145 kilómetros al
suroeste de Lázaro Cárdenas, Michoacán y a 225 kilómetros al sur-sureste de
Manzanillo, Colima, con desplazamiento a nueve kilómetros por hora en dirección
oeste-noroeste.
"Carlos" nos puso a prueba: Ortega
En reunión con integrantes del Centro Estatal de
Operaciones de Emergencia, para evaluar las afectaciones y actuales condiciones
climatológicas, se determinó levantar la alerta en consideración que el meteoro
ya no representa peligro para los habitantes del estado.
Acompañado del secretario de Protección Civil, Raúl
Domingo Miliani Sabido, Ortega Martínez en su calidad de presidente del Consejo
Estatal de Protección Civil, reconoció la colaboración de la población al
acatar las medidas de seguridad implementadas ante la amenaza que representó
dicho fenómeno hidrometeorológico.
“Carlos nos puso a prueba y nos dejó como
experiencia que juntas y juntos, los guerrerenses, en coordinación con las
autoridades federales, estatales y municipales, con el apoyo del Ejército
mexicano y de la Secretaría de Marina, podemos hacer frente a las contingencias
naturales. Prueba de ello es que tenemos saldo blanco”, enfatizó.
El recuento de daños
Según informes de Protección Civil del estado,
trabajadores de la dependencia atendieron una persona lesionada, de la que no
se dieron sus datos, en la colonia Navidad de Llano Largo a la que le cayó una
barda en obra negra encima, la cual fue trasladada al hospital Donato G.
Alarcón, de Ciudad Renacimiento.
También por las lluvias y vientos cuatro viviendas
sufrieron daños en sus techos, así como 16 enramadas, 15 de ellas en la playa
La Bocana, y fueron derribados 40 árboles, dos bardas, dos postes y tres
espectaculares. Asimismo se reportaron daños totales en el campamento
tortuguero de Playa Hermosa.
Se reportaron también cortes en el servicio de energía eléctrica en unas 60 colonias y fraccionamientos que dejaron sin luz a más de 50 mil viviendas.
Se reportaron también cortes en el servicio de energía eléctrica en unas 60 colonias y fraccionamientos que dejaron sin luz a más de 50 mil viviendas.
Durante un recorrido en distintos puntos de la
ciudad se observaron diversas afectaciones causadas por Carlos a pesar que
disminuyó a tormenta tropical, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) aplicó el Plan DNIII-E.
Los anuncios espectaculares que tiró el viento
fueron siete, así como 11 árboles.
En la avenida Costera una camioneta de la empresa
Bachoco se volcó frente a la tienda Soriana, por la playa Papagayo,
presuntamente tras derraparse en el pavimento mojado, lo que dejó una mujer
lesionada que fue trasladada a un hospital en una ambulancia de la Cruz Roja.
Según el informe vial, el conductor de la camioneta
circulaba con exceso de velocidad y logró darse a la fuga.
En la zona poniente, un anuncio espectacular con
publicidad del ex candidato a la gubernatura, Luis Walton Aburto, cayó sobre
dos de los cuatro carriles de la carretera Acapulco-Zihuatanejo, cerca del
cruce con la calle Granjas, del fraccionamiento Mozimba, y se llevó también un
poste de luz, lo que dejó sin servicio a todas las colonias de esa zona.
Asimismo, en la vialidad que conecta el puerto con
Pie de la Cuesta y la región Costa Grande se registró la caída de unos siete
anuncios espectaculares del gobierno federal para difundir la ampliación de la
carretera federal, así como cinco árboles de menor tamaño.
Uno de los árboles se desplomó en la carretera
Acapulco-Zihuatanejo, por la avenida Granjas en el fraccionamiento Mozimba, lo
que causó que policías viales cerraran la vialidad de dos carriles por una
hora.
En la avenida Adolfo López Mateos, del
fraccionamiento Las Playas, cerca de Sinfonía del Mar, la caída de dos postes
de luz y un árbol encima de una miscelánea, también provocó el cierre total a
la circulación y daños totales en un local donde se venden mariscos.
Al lugar acudieron trabajadores de Protección
Civil, bomberos y militares para retirar los escombros, mientras los agentes
viales colocaron señalamientos del cierre a la circulación.
En el Centro se cayó el anuncio del Club de Yates
Bonanza, en el Malecón; en la Costera, el del restaurante Carabalí; el de la
farmacia Círculo de la Salud, ubicado entre la avenida Cuauhtémoc y calle
Artículo 27, y un espectacular de la radio en la avenida 5 de Mayo.
Otros anuncios se cayeron sobre el viaducto de la
glorieta de Puerto Marqués y en Puerto Marqués.
La caída de árboles se registró en los
fraccionamientos Joyas de Brisamar y Marina Diamante, las colonias Progreso,
Puerto Marqués, San Isidro, Jardín Mangos y Santa Cruz, así como en el parque
Papagayo, entre la avenida Cuauhtémoc y calle Juan Sebastián Elcano, en el
poblado Bonfil, en la Costera y frente al restaurante El Jaguar.
Asimismo, por la caída de postes de luz y cortes de
cables de energía eléctrica se registraron apagones durante todo el día en las
mismas colonias y calles, por lo que trabajadores de la Comisión Federal
Electricidad (CFE) acudían a reparar las fallas.
Por otra parte, el alto oleaje ocasionó el
hundimiento de cuatro yates particulares, dejó 15 varados y 12 con daños por
los azotes de las olas, más 10 embarcaciones pequeñas con pérdida total en el
Malecón y playa Manzanillo, según datos extraoficiales Capitanía de Puerto. Los
prestadores de servicios turísticos retiraron el mobiliario de playa desde el
sábado por el aumento del oleaje.
También las marejadas arrancaron las palmeras de la
franja de arena, y Capitanía de Puerto mantiene cerrado el puerto a la
navegación.
Recuento de afectaciones en colonias
Las lluvias causaron el colapso de registros de
drenaje y el arrastre de basura en distintas vialidades de la zona centro.
Mientras que en las zonas consideradas indudables,
como la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, la colonia Miramar y el
fraccionamiento Ceiba, la lluvia alcanzó las entradas de las viviendas e inundó
las principales avenidas, por lo que la circulación de vehículos fue lenta todo
el día.
En Ciudad Renacimiento y colonias aledañas como La
Venta, Paso Limonero y La Frontera hubo encharcamientos y arrastre de basura,
así como lodo y leves inundaciones en algunas calles como Circuito Interior.
Carlos, peor que Paulina, se quejan dueños de
lanchas afectadas
“En 20 años nunca nos había afectado así un
fenómeno meteorológico, ni con el Paulina”, lamentaron ayer propietarios de
embarcaciones que resultaron hundidas o dañadas por el alto oleaje y los
fuertes vientos causados por la tormenta tropical "Carlos".
Criticaron la falta de atención de las autoridades
para socorrerlos en el rescate de los yates, lanchas de cristal y lanchas de
pesca.
En recorrido del malecón hasta la playa Honda se
observaron embarcaciones que se agitaban por las marejadas ocasionadas por la
tormenta tropical "Carlos".
En el malecón y en la playa Manzanillo, los
turistas bajaban de sus automóviles para admirar la fuerza del mar que con todo
y anclas o boyas movían desde lanchas pequeñas a grandes yates. Allí los
visitantes tomaban fotografías o video con sus teléfonos móviles. Mojándose y
algunos movidos por las rachas de aire que salían del mar, no soltaban sus
celulares para llevarse un registro de que estuvieron en Acapulco.
Ante la mirada atónita de los turistas por el
fenómeno, los pescadores, trabajadores del mar y dueños de las embarcaciones
fijaban la mirada en sus propiedades que se movían intempestivamente.
Cuando la lluvia se calmaba, algunos de ellos
saltaban al mar para recuperar chalecos salvavidas, accesorios que flotaban de
las embarcaciones o “lo que se pueda rescatar”.
En la playa Tlacopanocha, algunos de los pescadores
pudieron sacar sus lanchas mientras que las embarcaciones mayores, como el yate
Bonanza se afianzaban en el muelle, al igual que la mayoría de los yates
menores ubicados a lo largo de ese tramo hasta llegar a playa Manzanillo.
Mientras que en playa Honda estaban tres yates, un
velero y una lancha que colisionaron.
El paisaje era el mismo tanto en Manzanillo como en
Honda: trabajadores de las embarcaciones ayudándose entre ellos, remolcando y
sacando agua de sus lanchas para que no se hundieran mientras el oleaje y
lluvias caían.
El propietario de dos embarcaciones, Santos Soto
Guzmán, lamentó que a medio día de ayer sólo cinco policías de la Gendarmería
recorrió las playas Manzanillo a la Honda pero no preguntó a nadie por las
embarcaciones afectadas; “así como llegaron, se fueron”.
Contó que vio cómo lanchas grandes y yates
“golpeaban” a las pequeñas causando que fueran llevadas al embarcadero e
impactándose con las ya aseguradas, mientras que otras eran llevadas por el
viento a la playa Honda y a los riscos que eran los que causaban mayores
averías.
No responsabilizó a las autoridades marinas por los
daños porque, dijo, fueron advertidos con días de antelación de que la tormenta
llegaría a las costas de Acapulco, pero no esperaban la magnitud.
Uno de los pescadores que salía del mar después de
navegar entre las lanchas menores afectadas, expresó que las seguirían
vigilando sus lanchas hasta que pasara la lluvia.
Comentó que de sus compañeros no había accidentes
por el rescate de las embarcaciones y sólo eran raspaduras o heridas leves,
“prácticamente nada”.
Los pescadores adelantaron que pedirán a los tres
órdenes de gobierno recursos para la reparación o financiamiento de unidades
nuevas.
En el muelle de yates para renta y pesca deportiva,
el director de la escuela de buceo “Aquamundo”, Jondalar Castillo, contó
que desde las 2 de la madrugada del domingo recibió el reporte de que el oleaje
era alto. Desde esa hora los dueños de embarcaciones empezaron a llegar para
reajustar los amarres de sus barcos, lanchas o yates.
Dijo que cuatro yates de lujo se hundieron, como el
del ex diputado del PVEM y ex secretario general del Panal, Jorge Kahwagi, “se
hundió un yate del señor Kahwagi, todos lo conocen aquí, es muy famoso el yate
negro”, y precisó que se reventaron los cables que lo anclaban, “se
estrelló, hundió y partió”.
Indicó que desde la mañana se habían contabilizado
15 embarcaciones con pérdidas totales, mientras que en el transcurso del día,
los trabajadores y dueños mantenían a flote los botes por sus propios medios.
Reconoció que Capitanía de Puerto advirtió “en
tiempo, hubo reportes meteorológicos”, y comentó que ninguna autoridad
había acudido al lugar para auxiliarlos.
Justificó a Protección Civil estatal y municipal de
no acudir a playa Manzanillo porque “no se daban abasto” con lo que sucedía en
otras partes del municipio.
En recorrido se observó que una lancha inflable de
los buzos socorrían embarcaciones como yates y lanchas de pesca, amarrando con
las boyas.
Con la lluvia intermitente se veían pescadores que
se mantenían adentro de sus lanchas sacando agua con cubetas. También eran
auxiliados o transportados por otros lancheros en tablas de surf nadando
o acostados sobre ellas.
Por su parte, el vicepresidente de la asociación de
yates de recreo “Acapulco Fishing”, Alejandro Martínez Sidney, dijo que
estaban recabando los datos de las diferentes sociedades cooperativas.
El también secretario general del Comité Directivo
Estatal (CDE) del PAN señaló que “todo el sector estuvo desprevenido” y
consideró que había pérdidas millonarias.
Indicó que no se podía cuantificar los daños pero
que los navíos eran de empresarios, artistas y “gente que tiene renombre en la
política”.
De acuerdo con sus datos, 85 veleros fueron
afectados, 45 embarcaciones de fondo de cristal de Caleta y Caletilla, 35
embarcaciones de pesca deportiva reportaban pérdidas totales y estimó que
700 embarcaciones ribereñas tuvieron algún tipo de afectación, pero que había
un número indeterminado de las que se hundieron.
Pescadores de Tlacopanocha coincidieron en que
desde hace 20 años no tenían registros de afectaciones “tan graves” como con
Carlos. Señalaron que se debió avisar “enérgicamente”.
Comentaron que entre ellos tenían reportes de que
la mayor parte de las embarcaciones pequeñas estaban hundidas en las playas
Hornos, Tlacopanocha, Hamacas, Caleta-Caletilla, Playa Honda y La Angosta.
Mientras dueños de embarcaciones del malecón,
frente al Zócalo, se dijeron de los más “castigados” por Carlos porque los
vientos “los embistieron de frente”.
Pidieron que la federación declarara esa área
costera como “zona de desastre” para resarcir sus pérdidas que superan los
millones de pesos.
Al lugar acudieron trabajadores de Protección
Civil, bomberos y militares para retirar los escombros, mientras los agentes
viales colocaron señalamientos del cierre a la circulación.
Por Staff de Redacción
Junio/15/2015
www.libertadguerrero.net
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