ESTRICTAMENTE PERSONAL
• Korenfeld,
delincuente confeso
[
Por Raymundo Riva Palacio ]
La Secretaría de la Función Pública inició un
procedimiento administrativo contra David Korenfeld por utilizar con fines
privados un helicóptero de la Comisión Nacional del Agua, de la cual es
titular, y le dará hasta cinco días a partir de hoy para ejercer su derecho de
audiencia y presentar pruebas claras sobre el uso de la nave. Este es un
trámite que permitirá dar marco jurídico a cualquier acción que tome contra él,
quien con la información disponible hasta este momento, es un delincuente
confeso que deberá ser destituido y, quizás, inhabilitado para cumplir una
función pública.
Korenfeld violó abiertamente la Ley Federal
de Servidores Públicos, y tendrá que aportar pruebas de lo contrario. Su
argumento para usar bienes públicos fue que tenía que atenderse un problema en
la rodilla, lo que es absurdo, al no tratarse de una emergencia, ni haber sido
producto, hasta donde se sabe, de su trabajo. La prensa reportó otra historia.
Korenfeld y su familia fueron transportados al aeropuerto de la ciudad de
México para tomar un vuelo a Vail, un destino turístico en Colorado. En este
escándalo de Semana Santa, lo más sorprendente es que el presidente Enrique
Peña Nieto no lo hubiera cesado ya.
Al presidente se le ha ablandado la mano
sobre el comportamiento de sus colaboradores. Quizás, porque quienes han
cometido los errores más costosos –la promoción de paramilitares que tiene el
gobierno en el umbral de las cortes internacionales por genocidio, el mediocre
manejo de la política económica y los opacos procesos de licitación- se
encuentran en el primer círculo de confianza y afecto, la mano firme que tuvo
con su procurador federal del Consumidor, Humberto Benítez Treviño, a menos de
seis meses de haber iniciado su administración, es ahora dubitativa.
Benítez Treviño fue destituido en mayo de
2013 luego que su hija se comportó con prepotencia en un restaurante porque no
le daban una mesa a su gusto. Peña Nieto fue implacable con el procurador. Lo
que hizo la hija de Benítez Treviño fue inocuo para lo que han hecho otros
colaboradores del presidente. La joven no violó ninguna ley, sino abusó del
poder de su padre. Pero no utilizó dinero del erario para fines personales,
como lo hizo Korenfeld.
De acuerdo con la Ley Federal de Servidores
Públicos, el uso de bienes públicos para fines privados está prohibido. El
artículo 47 en su fracción I establece que los funcionarios deben “abstenerse
de cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia de dicho
servicio o implique abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o comisión”.
Utilizar el helicóptero con fines particulares, violó cada uno de los preceptos
en esa fracción.
En la fracción II del mismo artículo se
indica que deben dar cumplimiento a las leyes y normas que determinen el manejo
de recursos económicos, lo cual no hizo. La Secretaría de la Función Pública
deberá revisar la bitácora de los vuelos solicitados por Korenfeld para
determinar cuántos de ellos realmente fueron por razones de trabajo y cuántos
de ellos no, o si es el caso, fueron para beneficio de sus familiares. La
fracción III dice que tienen que “utilizar los recursos que tengan asignados
para el desempeño de su empleo, cargo o comisión, las facultades que le sean
atribuidas o la información reservada a que tenga acceso por su función
exclusivamente para los fines a que están afectos”.
Korenfeld es un delincuente confeso de haber
violado la Ley Federal de Servidores Públicos desde el mismo momentode haberse
disculpado por haber utilizado una nave de la dependencia y pagar –dijo-
el costo del traslado. Pedir perdón y pagar por el servicio para reponer el
desfalco a los contribuyentes no lo libera de culpa. El director de Conagua
tomó esas acciones sólo tras ser expuesto en las redes sociales con las
fotografías de su delito. De no haber sido revelada su ilegalidad, no habría
reaccionado. Korenfeld quiere reaccionar como soñaría un ladrón, que al ser
descubierto, ofrece disculpas y compensa lo que hurtó para mantener su
libertad.
El director de Conagua, de acuerdo con la
prensa, voló el día en que le tomaron la fotografía a Estados Unidos, pero no
llegó a Vail, porque canceló su viaje de último momento. Aunque insistió en el
deterioro de su rodilla, no ha mostrado el diagnóstico médico, el justificante
del porqué tendría que ir a Estados Unidos a tratarse, ni la cita con el
especialista. Los hechos no ayudan a su coartada. Ni proporcionó nada que
avalara su dicho, ni explicó la razón que el especialista estuviera en Vail,
donde hay una clínica de terapia física para los esquiadores.
El secretario de la Función Pública, Virgilio
Andrade, tendrá un día de campo, si actúa conforme a la ley. De ser así, el
artículo ocho de la Ley Federal de Servidores Públicos determina que si el caso
resulta en una condena, se destituirá al servidor público y, según la gravedad
de la falta, se le puede inhabilitar para el ejercicio de empleos, cargos o
comisiones en el servicio público, de uno a 20 años. Parece un caso sencillo
por la transparencia del delito. Pero con este gobierno nada está escrito, aunque
ciertamente, una acción ejemplar contra Korenfeld, sería una bocanada de
oxígeno, incluso, para Peña Nieto.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
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un artículo de opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.
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