ESTADOS UNIDOS ► Parecía real; parecía falso; otra vez parecía
real… ahora, otra vez es falso. Se trata de un pequeño y controversial pedazo
de papiro escrito en copto en el que al parecer Jesús se refiere a "mi
esposa", en contraste con la postura tradicional que afirma la eterna
soltería de Jesús.
Recapitulemos
rápidamente: en 2012, Karen King, una profesora de Harvard, llamó la atención
de los estudiosos y del público sobre este papiro.
Tanto el
material como lo escrito parecían auténticamente antiguos a primera vista;
aunque la noción de que Jesús hubiera tenido esposa era notable, estos escritos
cristianos "perdidos", los Evangelios gnósticos, están llenos de
cosas poco ortodoxas.
Era lo
suficientemente bueno para King, quien es ampliamente respetada entre los
estudiosos.
Sin embargo, hubo
dudas desde el principio, además de que era poco probable que el pequeño trozo
que sobrevivió a los siglos fuera el que contiene una referencia a la esposa de
Jesús.
Ese papiro,
junto con otros papiros antiguos menos novedosos, había llegado a manos de King
a través de un personaje anónimo.
En el mundo
de las antigüedades, el anonimato suele ser una mala señal que profundiza la
incertidumbre inherente a los textos que se compran y venden, a diferencia de
los que se descubren en un entorno arqueológico sólido.
También había
aspectos del texto en sí que suscitaban sospechas.
Para ser un pedazo
fragmentado de papiro, parecía tener una gran cantidad de información
importante. Jesús no solo se refirió a "mi esposa", sino que podría
haber dicho que una tal María (¿María Magdalena, tal vez?) era
"digna" y capaz de ser discípula.
Es (casi)
demasiado bueno para ser verdad.
Por otro
lado, la caligrafía parecía sorprendentemente descuidada.
Una vez más,
otros estudiosos señalaron que el que un escriba tenga mala caligrafía y que el
texto sea informativo no implica que sea una falsificación. Puede ser que esta
vez hayamos tenido suerte.
De la
sensación de familiaridad que da el documento surgen cuestiones más
específicas.
El texto del
fragmento de la esposa de Jesús se parece notablemente a las ediciones
publicadas de otro texto cristiano copto, titulado El Evangelio de
Tomás, que se pueden encontrar en internet.
Se parecen
tanto que en el fragmento de la esposa de Jesús se repite, de forma singular,
uno de los errores tipográficos que se ven en una edición en línea del Evangelio
de Tomás.
¿Cuáles son
las probabilidades de que eso ocurra?
No obstante,
algunas personas dirían que el que haya coincidencias considerables con la
redacción del Evangelio de Tomás no representa ningún
problema: los autores cristianos copiaban regularmente otros textos, palabra
por palabra.
Los
evangelios canónicos de Mateo y Lucas, por ejemplo, reproducen gran parte del
Evangelio de Marcos y solo hay alteraciones leves. Además, el vocabulario que
se usa en el papiro es notablemente común.
El argumento
más convincente a favor de la autenticidad es sobre el verso (la cara
posterior) del manuscrito.
Hay rastros
leves de tinta en este lado que se han desvanecido, lo que indica que son
auténticamente antiguos.
Sería
sumamente inusual que un falsificador moderno consiguiera un pedazo de papiro
escrito solo por un lado y sería difícil imaginar cómo se podría haber hecho el
verso hoy en día.
A pesar de
todos los argumentos y los esfuerzos, no hay una prueba contundente… ni a favor
ni en contra.
Así, se
hicieron pruebas al papiro: determinación de antigüedad del papiro con carbono
y pruebas químicas de la tinta. Los resultados salieron apenas en enero de
2015.
Resulta que
el papiro es genuinamente antiguo. La tinta tiene la composición química de la
tinta antigua. Se difundió la noticia de que el papiro era auténtico.
Claro que esa
clase de pruebas no pueden demostrar realmente la autenticidad; solo pueden
demostrar una autenticidad potencial. Y difícilmente son infalibles.
Cuando
empezamos a determinar la antigüedad de los papiros con carbono, los
falsificadores empezaron a usar papiros auténticamente antiguos. Cuando
descubrimos cómo identificar la tinta antigua a través de su composición
química, los falsificadores empezaron a fabricar justamente la misma tinta.
Como ocurre
con los esteroides en los deportes, se puede decir con certeza que los mejores
delincuentes siempre van un paso adelante de la ciencia. Sin embargo, la
determinación de la antigüedad del papiro y de la tinta trasladó la carga de la
prueba a los escépticos. Parece que hace poco descubrieron lo más parecido a
una prueba que se puede esperar en esta clase de casos.
Aunque en
2012 sabíamos que había otros papiros en el mismo grupo al que pertenecía el
fragmento de "la esposa de Jesús" (el conjunto que el donador anónimo
entregó a King), no se ha visto ninguno de ellos.
Eso cambió
cuando se dieron a conocer los resultados de las pruebas, en las que se usaron
algunos de estos papiros para comparar.
Uno de esos
papiros era un fragmento del evangelio canónico de Juan. A diferencia de toda
la incertidumbre que causó el papiro de la esposa de Jesús, este texto de Juan
no suscitó tal indecisión. Es una falsificación.
¿Cómo lo
sabemos? Se supone que este Evangelio de Juan es una versión en un raro
dialecto antiguo del copto, conocido como licopolita.
Esa versión
en licopolita del Evangelio de Juan se publicó en 1924 y ahora está disponible
en internet. Y resulta que este fragmento recién dado a conocer se parece mucho
a la versión de Juan de 1924. ¿Qué tanto se parece?
Quien haya
creado este fragmento del nuevo Evangelio de Juan, simplemente copió el
principio de cada segundo renglón de la versión publicada en internet.
Si se revisa
el otro lado del fragmento y se compara con el que está en internet, ocurre lo
mismo (pero con el final de cada renglón y no con el principio, lo cual tiene
lógica).
A esto hay
que agregar que se determinó con carbono que el papiro de Juan data de entre
los siglos VII a IX y que el licopolita murió como idioma en algún momento
previo al siglo VI. Nadie escribió nada en licopolita en el periodo al que se
remonta este texto.
Entonces ¿qué
tiene que ver con el fragmento de la esposa de Jesús que este pedazo de Juan
sea falsificado?
Bueno, nunca
es buena señal que un texto de autenticidad dudosa se encuentre acompañado de
una falsificación comprobada.
Para ponerlo
en términos más directos: varios expertos coinciden en que la misma persona
escribió el fragmento de Juan y el papiro de la esposa de Jesús, con la misma
tinta e incluso con el mismo instrumento de escritura.
En términos
sencillos: si uno es una falsificación, ambos lo son.
Aunque nunca
se puede tener un 100% de certeza en estos casos, en vista de todo lo que
sabemos (incluidas las pruebas de laboratorio), nunca existió el Evangelio
de la esposa de Jesús, o mejor dicho, no existía antes de 2012.
De este texto
no se obtienen grandes revelaciones ni información asombrosamente nueva
respecto a Jesús o a María. Este episodio más bien sirve para recordarnos
(también a los estudiosos) que la ciencia no siempre tiene todas las
respuestas.
Esta
falsificación se detectó no por medio de un análisis de laboratorio, sino de
una labor detectivesca clásica basada en las humanidades. Fue Sherlock Holmes,
noCSI.
En lo que
respecta a los lenguajes y textos antiguos, no hay sustituto para la
experiencia profunda y exhaustiva y la erudición.
Incluso en un
caso que terminó por desperdiciar tanto tiempo y energía en la comunidad
académica, dicha comunidad y su saber colectivo rara vez han sido más valiosos
y necesarios.
Por Joel S. Baden y Candida R. Moss | CNN
Marzo/31/2015
www.libertadguerrero.net
Marzo/31/2015
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