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| Fotos: Pedro Pardo. |
Gobierno de rodillas ante el crimen
Ante
la incapacidad del gobierno por garantizar seguridad, paz y tranquilidad,
decenas de familias de la Unidad Habitacional San Agustín, del municipio de Acapulco, han decidido abandonar sus hogares.
La llegada de inesperados vecinos dedicados a "cosas raras" les cambio la vida radicalmente. Es un secreto a voces que allá es un peligro, y los que no tienen otra opción de dónde refugiarse, tienen por fuerza que aguantarse y vivir atemorizados rogando protección de todos los santos.
Un
grupo de malvivientes mantiene asolada esa comunidad. Impunemente se meten y
saquean las casas bajo la amenaza de que le cortarán la lengua a sus moradores
si los denuncian.
Ellos
se dicen miembros de un cártel del narcotráfico y presumen que ninguna
autoridad puede detenerlos porque “su patrón” paga protección.
No
importa la hora, cualquier momento es propicio para ellos hacer de las suyas si
se les antoja.
Un
jefe de familia me relató lo siguiente:
“No
teníamos otra alternativa… para seguridad de nuestra familia decidimos salirnos
de allá. ¿Para qué denunciar? No tiene caso, el gobierno no cuidará de
nosotros. Desgraciadamente esos malvivientes allá siguen y continúan metiéndose
a las casas”.
El
miedo de esta persona a quien llamaremos “Juan”, es justificable. Supongamos
que antes de abandonar su casa, decide denunciar a sus nuevos vecinos que son
una fichita, éstos son encarcelados y en menos de seis meses recuperan su libertad.
¿Qué harán al salir de la cárcel?
Posiblemente
usted, estimado lector, pensó lo mismo que piensa mucha gente: No denunciar
porque hay temor de que los mismos policías delatarán al denunciante y los
malandrines saldrán de la cárcel con hambre y sed de venganza.
Ante
la versión de “Juan”, este escribano decidió constatar la veracidad de su
dicho.
En
realidad “Juan” se quedó corto.
En
el número 236-B de la calle Mar de Adamán de la unidad habitacional San
Agustín, del municipio de Acapulco, se encuentra la guarida de “El Leo”, “El
Chino” y “El Ángel”, un trío de delincuentes que utiliza un taxi azul y rojo
con número económico 0256 para trasladar cometer sus fechorías.
En
la citada calle sólo quedan algunas casitas ocupadas, la mayoría han sido
abandonadas y finalmente saqueadas por el trío de malvivientes que,
paradójicamente, son invisibles para el Ejército, Policía Federal, Estatal y
Municipal, no así para quienes han sido víctimas de ellos.
Y
el miedo de los ciudadanos se justifica, cuando el gobierno estatal (ante su
incapacidad por garantizar seguridad a los guerrerenses) ha sido señalado por
una supuesta complicidad con capos que siguen operando impunemente cometiendo
secuestros, extorsiones y robo de autos por todos los rincones del estado.
El
miedo crece entre los ciudadanos, sobre todo ahora que están presionados jueces
y secretarios de acuerdo de los juzgados penales, para que dejen en libertad a
peligrosos asesinos y traficantes de droga.
El
miedo crece incluso entre los integrantes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, al grado que muchos ya sacaron de Guerrero a sus familias luego de
haber recibido amenazas de muerte si no pagan cuota.
Nadie
se salva. Diputados federales, legisladores locales, magistrados, regidores,
funcionarios estatales y municipales que han sido víctimas de manera directa e
indirecta por parte del crimen organizado. Muchos personajes de la política y
sus familiares han sido “levantados”, a otros les han quitado automóviles y
unos más han sido advertidos de que serán asesinados si no acceden a lo que les
pide el crimen organizado.
Así
como están las cosas, el gobierno del estado queda mal parado en negar que en
Guerrero hay violencia generada por grupos delincuenciales. En realidad hay
miedo y zozobra en las colonias populares, pero la gente prefiere callar para
no ser víctima de impunes delincuentes que un día se dedican a la venta de
drogas, otro día a cometer robos y extorsionar a quien se deje.
Lo
que sucede en la Unidad Habitacional San Agustín, es el reflejo de lo que pasa
en muchas colonias de los municipios más importantes de Guerrero, realidad que
se niegan a reconocer las autoridades.
Comentarios y sugerencias:
fracalo2001@yahoo.com.mx
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