BUENOS AIRES.— Después de 18 días sin hablar,
el presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó anoche desde La Habana
la peor de las hipótesis sobre su salud: que fue operado, por segunda
vez, por un “tumor absceso” en el que le fueron descubiertas “células
cancerígenas”, una noticia que sin duda tendrá un alto impacto político
en Venezuela.
Con voz pausada y apagada, mucho más delgado que en su más reciente
aparición pública —en el video difundido el martes con Fidel Castro—,
leyendo el discurso y sin diatribas para con la oposición, como es su
costumbre, Chávez ratificó en un mensaje transmitido en Venezuela en
cadena nacional el rumor que se había extendido en las últimas semanas,
que padece un cáncer que, según aseguró, “fue extraído totalmente” en la
segunda intervención quirúrgica, posterior a la del 11 de junio (por un
absceso pélvico).
El mandatario, de 56 años, explicó que “a pesar de la favorable
evolución general” que mostró tras la primera cirugía, “fueron
apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones
celulares no detectadas hasta entonces. Comenzó por tanto y de
inmediato, otra serie de estudios especiales que confirmaron la
existencia de un tumor abscesado, con presencia de células cancerígenas,
lo cual hizo necesaria la realización de una segunda operación que
permitió la extracción total de dicho tumor”.
En tratamiento “complementario”
Chávez adelantó que actualmente está en “tratamiento complementario para
combatir los diversos tipos de células encontradas y así continuar por
el camino de mi plena recuperación”.
Si bien Chávez no aclaró en qué parte de su cuerpo estaría ubicado el
tumor, según las fuentes que empezaron a hablar de la posibilidad de un
cáncer se trataría de “un tumor de próstata”.
El mandatario explicó que en los últimos días tomó distancia de la
opinión pública porque “no quería ni quiero que me acompañen por
senderos que se hundan hacia abismo alguno”, e incluso admitió haber
cometido “errores fundamentales, de descuidar la salud y los chequeos
médicos desde hace años”. Sin embargo, Chávez no mencionó en ningún
momento que vaya a ceder el mando a su vicepresidente, Elías Jaua —como
reclama la oposición—, ni la fecha de su regreso, que algunos preveían
para el 5 de julio, cuando los venezolanos celebran el bicentenario de
la independencia.
En su discurso de 15 minutos, Chávez sólo señaló que se mantiene en
contacto permanente con Jaua y “todo mi equipo de gobierno”, y aseguró
que “nosotros seguiremos venciendo, por ahora y para siempre viviremos y
venceremos. Por ahora y hasta el retorno”.
Con una bandera venezolana y la imagen del Libertador Simón Bolívar de
fondo, Chávez se mostró más que esperanzado, pese a una tristeza
manifiesta en su rostro. Dijo que “gracias al cuidado de los médicos y
las innumerables expresiones de amor”, su recuperación avanza
satisfactoriamente. Aseguró que el cariño de la gente lo impulsa a
“vencer en esta nueva batalla que la vida nos ha puesto por delante”.
Hasta anoche, la oposición aún no emitía reacción alguna. En cambio,
Jaua afirmó que el gobierno se mantiene “unido” y dedicado a profundizar
las políticas “revolucionarias” del presidente, esperando su pronto
retorno.
Fuente: El Universal
Julio/01/2011
www.libertadguerrero.net
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