- Libertad Guerrero Noticias
COLUMNA DE OPINIÓN
De colisión de derechos
y otras simulaciones
Por Eugenio Maldonado

La decisión de la Segob de suspender la exhibición en las salas de cine de nuestro país del vergonzante documental “Presunto Culpable” es una más de las acciones en las que el panista gobierno federal muestra su falta de oficio y su consiguiente reacción instintiva; primero desestima la inteligencia de todos los mexicanos al insistir en que no se trata de un acto de censura y, segundo, olvida la nueva fuerza de la sociedad cibernética, espacio independiente donde cualquiera  puede ver el documento en cuestión con sólo decidirse a navegar en YouTube. Así de sencillo.

Según estimaciones de los exhibidores de Cinepolis al menos 900 mil personas consiguieron verlo en las salas antes de la suspensión “temporal” de la cinta. Más todas las que lo verán en YouTube, donde algunas de las versiones subidas ya suman más de 200 mil reproducciones y otras de ellas cuentan ya con un mínimo de 15 mil reproducciones. Y si a esto sumamos la curiosidad que tendrá la gente por verla, luego de la censura de la jueza Blanca León, es previsible la salida de versiones piratas en DVD y por supuesto que el archivo corra de USB en USB o de computadora a computadora por todo el país, como “reguero de pólvora”.
En conclusión, la intentona de la jueza por tratar de ocultar la estirpe autoritaria y la particular moral de los jueces mexicanos fracasó. De hecho, para quienes ya la vimos y estamos convencidos de la simulación imperante en el sistema político y judicial mexicano no resulta sorprendente, pero sí avergonzante. Por carencias legales como las exhibidas es que los franceses están tan inconformes con la sentencia de 60 años para Florence Cassez. 
Para colmo –de la mencionada jueza-, el documental, subtitulado en inglés, está disponible para todo el orbe. La vergüenza será para cada uno de los mexicanos que viven en el extranjero y que serán vistos de reojo al pasar, como pensando “ahí va uno de esos corruptos mexicanos”. Qué pena.
El alegato de la “colisión de intereses” también es muy interesante desde varias ángulos. Me llamó la atención el terminajo porque, del lado jurídico, ¿cuántas referencias judiciales (jurisprudencias), habrán al respecto? Y pensando en el surrealismo que vivimos en México, ¿cómo pudo una  persona sin recursos –tanto económicos como de alcances académicos – (como se ve que lo es el primo del asesinado), hacerse de la idea de una demanda contra una película y además llevarla a cabo, si sabemos bien que “nadie da paso sin huarache”? No es lógico.
Desde el punto de vista mediático me brincó lo que está pasando aquí en Acapulco con estas inéditas, hasta antes del panismo, matanzas sangrientas en las calles, no sólo de este puerto, sino de todo el país: ¿Quién defiende los intereses de las familias ante el embate de los medios, empeñados en la difusión del terror por encima de los intereses de los guerrerenses que esperarían “información” de los periódicos y no “circo”. Porque, cuidado, una cosa es informar sobre los hechos delictivos que agobian a una sociedad, los cuales no se deben ocultar; y otra muy distinta es mostrar fotografías sangrientas sin ningún valor informativo, con un simple ánimo morboso comercial, que al desviar la atención del hecho al morbo, sólo desinforma.
¿Es este otro caso de colisión de intereses donde chocan brutalmente los intereses de –por ejemplo–, El Diario de la Familia Guerrerense para allegarse mayor ganancia a costa de lo que sea, en contra de los intereses de la sociedad entera, que reclama información comprometida y responsabilidad social de un medio de penetración masiva? ¿Chocan también en este mismo diario los intereses económicos de la gerencia general con los de los niños y adolescentes que  encuentran una sección donde se ofrecen servicios sexuales, en una publicación anunciada como familiar, pero que no trae nada para ellos?
Otros diarios de gran penetración como El Sur y La Jornada Guerrero no publican este tipo de fotos que atentan contra los más elementales derechos humanos, pero sí mantienen un esquema de periodismo de “declaraciones” –señalado recientemente por el periodista español Miguel Ángel Bastenier como uno de los cuatro grandes problemas del periodismo latinoamericano–, donde los hechos pasan a segundo término y los dimes y diretes de los protagonistas políticos, muchos de ellos clientes de estos diarios, ocupan las ocho columnas.
Hay aquí otro caso de colisión de intereses: los de los directores de los mencionados diarios que empeñados en pagar lo mínimo posible a sus reporteros –ya que no quieren pagar por un periodismo serio de investigación–, deben sobrevivir de la cizaña sembrada entre los funcionarios que les sigan el juego y, los de la sociedad guerrerense que acaba sin entender cómo es posible que lo más importante de los acontecimientos del día sean siempre declaraciones de políticos.
Sobre las consecuencias del uso de imágenes y palabras burdas y altisonantes, vale la pena mencionar las reflexiones del maestro Javier Darío Restrepo, de la Fundación Nuevo Periodismo Iberomericano, sobre la responsabilidad social de las empresas periodísticas: “El acto de comunicar, por el medio que sea-, implica tener en cuenta al otro. Si es una comunicación individual es más fácil definirlo, percibir su identidad, su cultura, sus necesidades de información, su contexto, etcétera. Y en la comunicación se imponen esas características que deben tenerse en cuenta para que la comunicación sea efectiva, es decir para que sea una puesta en común de bienes. 
“Cuando es una comunicación colectiva o masiva, para un público heterogéneo en el que hay receptores de distintas condiciones, los temas y condiciones de la comunicación son más exigentes por cuanto requieren el conocimiento de las características de ese público y el respeto profundo de los derechos de todas las personas. Si en la comunicación individual es de rigor el respeto del interlocutor, tanto más exigente si se trata de un desconocido, en tratándose de un público masivo, ese respeto es más imperativo, en primer lugar porque es un reconocimiento de los derechos y de la dignidad de las personas; y segundo, porque es una condición para que la comunicación sea eficaz. 
“En los manuales de estilo de los periódicos se encuentran expresiones de rechazo del lenguaje burdo y ofensivo. Esto es aplicable a los mensajes de toda clase de medios, a partir de la convicción de que es un lenguaje que, aunque sea de uso familiar, en público suena ofensivo para muchas personas que sienten menoscabada su dignidad. Es, pues, el lenguaje burdo y malsonante, un obstáculo para la comunicación y, en algunos casos, ofensivo para las personas. Desde luego que la libertad de expresión no da patente de corso para ofender, porque ser libre no es decir lo que a uno le venga en gana, sino tener las condiciones favorables para decir lo que uno debe decir”.
Baste decir como colofón que ninguno de los diarios guerrerenses tiene a disposición de sus lectores su manual de estilo, y me atrevo a afirmar que ni siquiera cuentan con algo así. Esta carencia fundamental  tiene como consecuencia la existencia de empresas periodísticas sin responsabilidad social manifiesta y por tanto de dudosa calidad moral y lo peor de una credibilidad marginal.
Las empresas de medios en Guerrero simulan, como los funcionarios que vimos en “Presunto Culpable”, que efectúan una labor periodística y todos ellos en conjunto se avalan unos a otros, pero no se regulan, ejercen el libertinaje informativo con base en los cuatro pecados señalados por el español Bastenier en su visita a México en marzo de 2010: "la declaracionitis, el oficialismo, el desconocimiento del mundo exterior y la superpolitización".
La solución pasa como en todos los países del mundo por la autorregulación, es decir, por las reglas que los mismos reporteros, periodistas y editores se dan para mantener a esta profesión dentro del decoro que se merece. El conocimiento cabal del lenguaje es otra de las necesidades imprescindibles de esta profesión, no en balde el insigne periodista y escritor Vicente Leñero recomendó “leer” a los jóvenes que se inician en esta carrera y a los que quieran mejorar. 
Las simulaciones son de todos los días y en todos los ámbitos: Los políticos simulan que se preocupan por el pueblo, los agentes de Tránsito hacen como que dirigen el tráfico, los policías que persiguen a los delincuentes, los maestros que van a clases y enseñan, los sindicalizados como que trabajan… Es un cuento de nunca acabar..., pero en Libertad Guerrero lo intentaremos… (eugeniomh58@gmail.com)

Edición: Fracalo

Libertad Guerrero Noticias, periódico online editado desde el puerto de Acapulco, Guerrero, México, bajo la dirección del periodista Francisco Cárdenas López (Fracalo). Contacto: fracalo2001@yahoo.com.mx

0 comments :

Publicar un comentario

Por favor, ingresa tu correo electrónico para poder contactarte posteriormente... Gracias por visitarnos.