🔘 El proceso de desmantelamiento del emblemático parque acuático dio inicio este martes, marcando el cierre de una etapa para el centro turístico
Por La Jornada
Acapulco, Gro., (09/Enero/2025).- La mañana del martes arrancó oficialmente el proceso de demolición del Parque Acuático Cici, ubicado en la Costera Miguel Alemán, en pleno corazón de la zona Dorada de Acapulco.
El trabajo comenzó con la destrucción de una de las bardas perimetrales en la esquina de la calle Cristóbal Colón, frente al fraccionamiento Costa Azul, utilizando maquinaria pesada para iniciar la remoción de lo que alguna vez fue un popular centro turístico.
La máquina retroexcavadora removió las primeras estructuras de concreto, mientras la vista del sitio revela los vestigios de lo que en su tiempo fue un punto de atracción familiar. A lo lejos, se aprecian los restos de los icónicos delfines de cemento que coronaban la entrada principal del parque.
Con el paso de los años, los delfines han perdido su color verde original, tornándose grises y desgastados, con dos de ellos incluso sin cabeza. Cerca de allí, la torre del faro, aún visible, muestra las huellas de la devastación ocasionada por los huracanes, con su estructura deteriorada frente al mar.
El proyecto de rehabilitación, anunciado por la Secretaría de Turismo federal, está en manos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que ya trabaja en un plan preliminar para revivir este espacio como un atractivo turístico en la ciudad.
Por ahora, la zona donde solían estar los populares toboganes del Cici sigue siendo utilizada como campamento por elementos de la Guardia Nacional. La imagen es desoladora: los toboganes están derruidos y las estructuras de lo que antes era una de las principales atracciones acuáticas del lugar parecen un eco del pasado.
El parque, que abrió sus puertas en 1974, fue donado al gobierno de Guerrero en 1983 por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, con el objetivo de ser gestionado como un espacio recreativo. Sin embargo, desde 2014 y hasta hace algunos años, fue operado por particulares bajo el nombre "El Rollo".
El deterioro y la falta de mantenimiento, sumados a los daños causados por los huracanes John y Otis, llevaron al Cici a perder su relevancia, tanto para los visitantes locales como para los turistas que llegaron a Acapulco en busca de diversión.
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