❍ La
empresa canadiense ha puesto en venta su mina de oro y plata Los Filos, que
opera desde 2007 en Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri
ZUMPANGO DEL RÍO ► Por la
inseguridad que priva en Guerrero, la empresa canadiense Goldcorp Inc ha puesto
en venta su mina de oro, plata y zinc Los Filos, situada en la comunidad de
Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri del estado de Guerrero.
Un
funcionario del gobierno estatal confirmó a mediados del presente mes de julio que la empresa, con
sede en Vancouver, Canadá, ha comenzado el proceso de venta formal de la mina,
debido a los problemas presentados con pobladores y el acoso de la
delincuencia.
“Te encargo
que no pongas ni digas mi nombre, porque no tengo autorizado hablar del asunto”,
pidió la fuente quien asegura que “por instrucciones superiores de A-1”
(refiriéndose al gobernador Héctor Astudillo), los funcionarios estatales tienen
prohibido hablar del caso.
La empresa minera
ha experimentado elevados costos de operación y merma en sus ingresos por la
exploración de los minerales, situación que motivó poner en venta los activos
de la mina Los Filos.
“Goldcorp está
muy preocupada con el nivel de violencia en las comunidades que rodean la mina
Los Filos. Seguimos animando a las autoridades mexicanas a que hagan todo lo
posible para combatir esa violencia”, dijo meses atrás el director de
seguridad de Goldcorp para América Latina, Michael Harvey.
En
declaraciones que hizo a reporteros vía correo electrónico, agregó que la
violencia conlleva un “coste financiero para Goldcorp ya que estamos obligados
a invertir en seguridad adicional para nuestras operaciones y personal”, señaló
Harvey sin dar más detalles.
Los problemas que genera la riqueza
En marzo de del
año 2014 la empresa suspendió sus operaciones en la mina por el vencimiento de un
convenio anterior con un grupo de ejidatarios. Reanudaron operaciones en mayo
tras llegar a un acuerdo de ocupación de mil 200 hectáreas por cinco años con
los inconformes.
Por la
disputa del territorio entre "Los Rojos" y "Guerreros
Unidos" más de 300 habitantes de Carrizalillo han huido del pueblo. La
gente que vive allí asegura que son de las familias Peña Celso, quienes "sembraron
terror en el pueblo".
En un
recorrido que realizaron nuestros reporteros a Carrizalillo, los vecinos
comentaron que una vialidad ha sido denominada la calle del terror, porque hay
varias casas abandonadas con vidrios rotos.
En noviembre
de 2015, durante la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal
de Ayotzinapa, fueron halladas varias fosas en comunidades aledañas a la mina,
entre ellas Los Cazahuates, El Puerto, El Pedregal, El Zapote y Los Manguitos.
En
funcionamiento desde 2007, la mina Los Filos emplea a 2 mil 600 personas de las
comunidades aledañas y produce 258 mil 700 onzas de oro al año.
Los
habitantes de Carrizalillo lamentan que esta nueva riqueza ha venido acompañada
de tiroteos, asesinatos, secuestros y extorsiones, además del hallazgo de fosas
clandestinas, explican.
La montaña
tallada por la mina a cielo abierto de la empresa canadiense Goldcorp se puede
ver desde esta población de poco más de mil habitantes. Su entrada está
resguardada por la Policía.
Los vecinos
culpan de la situación a Guerreros Unidos, el cártel que presuntamente masacró
hace un año a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y que sostiene una sangrienta
batalla con sus rivales, Los Rojos.
Sin embargo,
Carrizalillo no es el único municipio de Guerrero que ha sufrido episodios
violentos después de que una compañía llegara a explotar minas de oro.
A dos horas
de automóvil, en la ciudad costera de Nuevo Balsas, los vecinos aseguran que
los tiroteos y los secuestros empezaron desde que otra compañía canadiense,
Torex, descubrió oro en 2012.
El hijo de
Ricardo López, un exlíder sindical minero de 39 años, fue asesinado a tiros a
sólo 50 metros de la entrada de la mina, cuando regresaba a su casa el pasado 2
de agosto.
Desde
entonces, López no se cansa de pedir a Golcorp que pague escoltas para que los
empleados salgan y vuelvan tranquilamente de la mina Los Filos a sus casas,
pero asegura que la firma se negó.
El acoso del narco
Vecinos de
Carrizalillo recuerdan cómo en junio de 2014 miembros de Guerreros Unidos
llegaron disparando ráfagas y tocando las campanas del pueblo para reunirse con
los vecinos y prometerles “limpiar” la plaza de Los Rojos.
Seis personas
fueron asesinadas ese día y los narcos obligaron a los pobladores a comprarles
comida, gasolina para sus carros y tarjetas de teléfono.
Un minero de
25 años explica que les entregaba unos mil pesos semanales, casi la mitad de su
salario. Además, nadie podía abandonar el pueblo sin permiso de los criminales.
“Nos tuvieron
secuestrados”, afirma un operador de máquinas de la mina de 27 años que, como muchos,
no quiso dar su nombre completo por razones de seguridad.
Por Staff de Redacción
Julio/31/2016
www.libertadguerrero.net


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