CIUDAD DE MÉXICO ► Mediante
probabilidades, estadísticas y datos obtenidos por medio de GPS, un
investigador del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de
Ensenada (Cicese) produce un modelo que busca estimar el peligro sísmico.
La
investigación de Alejandro Nava Pichardo, que lleva por nombre “Métodos y
modelos para estimar peligro sísmico”, se desarrolla bajo la hipótesis de que
no todos los sismos ocurridos en una región se derivan del mismo proceso.
En una
entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt), Nava Pichardo explicó que en su estudio incorpora la
posibilidad de que los sismos se generan desde distintas secuencias.
"Nosotros
decimos que no todos los sismos tienen que ser del mismo proceso que se está
generando, puede haber varios procesos y entonces podemos extraer secuencias
sísmicas para decir: De esta secuencia, el próximo sismo va a ocurrir
aquí", destacó el especialista.
"Lo
único que podemos hacer es decir: En una determinada ventana de tiempo y una
determinada ventana geográfica en una cierta región a largo plazo o mediano
plazo, yo les diría que hay tal probabilidad de que ocurra un sismo",
agregó.
El
especialista comentó que cuando se tiene una red de sistema de posicionamiento
global (GPS, por sus siglas en inglés), se puede observar cómo se deforma la
tierra y si hay movimiento en una falla, lo que sería un indicador de escape de
energía, por lo tanto, no habría motivo de sismo.
“Estos datos
vienen de unos cuantos años para acá, que ya pueden darnos datos útiles, porque
antes los GPS no tenían la precisión suficiente”, refirió el investigador.
Los
científicos analizan la deformación postsísmica para crear modelos más
confiables que estimen el peligro, por lo que colocan el GPS después del sismo
y analizan cómo el terreno se relaja después del evento telúrico.
El
investigador mencionó que una fuente de datos para incorporar en los modelos de
la predicción de sismos son los fenómenos precursores que consisten en
indicios, como el contenido de radón (Rn) en el agua subterránea.
“Son datos
que nosotros tenemos que añadir a nuestro cálculo probabilístico para poder
tener mejores estimaciones”, expuso Nava Pichardo.
La
periodicidad es otro aspecto a considerar, para saber si los sismos ocurren por
la alineación planetaria, al igual que las mareas terrestres u otros fenómenos,
sin embargo, los especialistas sólo encontraron cierta relación con sismos
pequeños.
“El modelo en
el que se basa la sismología en general, el (llamado) rebote elástico, nos dice
que ocurre un sismo cuando el terreno no soporta los esfuerzos a los cuales
está sometido, se rompe, se liberan los esfuerzos y causan muchas veces cambios
geodésicos”, explicó el científico.
“Generan una
gran cantidad de energía que viaja como ondas sísmicas y después hace que se
libere el esfuerzo que hay en la falla y vuelve a aumentar poco a poco por los
movimientos entre placas”, abundó.
Nava Pichardo
manifestó que los sismos acontecen por patrones difíciles de analizar, lo que
dificulta predecirlos, no obstante, los esfuerzos buscan integrar la mayor
cantidad de información para poder generar un modelo innovador y no
determinista.
Fuente: Notimex
Julio/10/2016
www.libertadguerrero.net
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