ENTRESEMANA
❍ Reversa legislativa; Gamboa, pena ajena…
[Por Moisés Sánchez Limón]
El miércoles último, un reportero
preguntó a Emilio Gamboa Patrón si le interesa presidir al PRI, en relevo de
quien le llama “hermanito”, es decir, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
--Me interesa mucho mi partido, me
interesa mucho seguir en el Senado de la República y seguir trabajando para
sacar leyes que beneficien a la gente –respondió el legislador.
--¿Y si el Presidente se lo pide?--,
insistió el colega.
--El que lo debe pedir –atajó el
coordinador de los senadores priistas-- es el Consejo Político Nacional (y) yo
les diría lo que les estoy diciendo a ustedes: quiero seguir en el Senado de la
República, cumpliendo mi compromiso, ese es mi objetivo fundamental.
Pero, a la vista de la decisión
presidencial anunciada la noche de ayer jueves, de vetar parcialmente la Ley de
Responsabilidades Administrativas, conocida como Ley 3 de 3, y devolverla al
Senado con la petición de que el Congreso de la Unión convoque a periodo
extraordinario de sesiones con el fin de modificar dicho ordenamiento y
acelerar la entrada en vigor del Sistema Nacional Anticorrupción, entonces el
senador Gamboa Patrón incurrió en un mentís con eso de no querer la presidencia
nacional del PRI porque quiere “seguir trabajando para sacar leyes que
beneficien a la gente”.
Y es que, mire usted, en una confesión
abierta, Gamboa dijo que pues fue la bancada del PAN la que, en la madrugada
del miércoles de la semana pasada, cuando se aprobó la Ley 3 de 3, metió una
reserva en la reforma y se aprobó por más de 80 votos. “No tuvimos tiempo de
ver si no tenía una falla constitucional”, admitió.
Seguramente a esa hora, Emilio
cabeceaba en su escaño, o de plano andaba con el jubileo de planchar la reforma
y enviar la minuta a la Cámara de Diputados y que éstos, de plano, hicieran lo
que quisieran. Y, en efecto, los diputados hicieron mutis y aprobaron la minuta
sin quitar una coma al documento.
Pero, evidencia de la falta de
comunicación o de que a los senadores del PAN les importa un pito lo que
piensen los diputados del PAN, es el hecho de que el jueves, cuando se
aprestaba el pleno en la Cámara baja, a aprobar esta reforma que contenía la
Ley 3 de 3, Marko Cortés Mendoza, coordinador de la bancada albiazul pidió
formalmente al presidente de la mesa directiva camaral, Jesús Zambrano, diera
reversa a la propuesta aprobada en el Senado.
El pleno de la Cámara de Diputados
aprobó por dividida votación dicha reforma y, ahí tiene usted las
consecuencias. El Congreso de la Unión, consecuencia de los yerros de los
coordinadores de la bancadas del PRI, es decir, Emilio Gamboa Patrón y César
Camacho Quiroz, ha quedado en soberano ridículo, amén de que estos próceres
priistas abrieron otro flanco de conflicto a su jefe y presidente Enrique Peña
Nieto, como si su administración no tuviera suficiente con los problemas en los
que lo ha metido la soberbia de sus colaboradores en el gabinete.
En fin, anoche el consejero jurídico
de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos Cervantes, explicó que
el jefe del Ejecutivo federal utilizó la facultad que le concede la
Constitución para hacer observaciones a leyes aprobadas y solicitó modificar
los incisos b y c del artículo 32 de esta ley, porque haría inoperante el Sistema
Nacional Anticorrupción, al obligar a millones de personas a presentar sus
declaraciones patrimoniales y de intereses.
Castillejos dijo que el gobierno
escuchó las voces de quienes criticaron esta legislación y por ello decidió
devolver este artículo 32 y otros 15 relacionados con él. El consejero se
refirió a la reunión de los capitanes del dinero en México que se reunieron con
el presidente Peña Nieto y le pidieron reconsiderara esa reforma.
Déjeme retomar parte de lo que, en la
entrega de entresemana publicada en la edición de ayer jueves del diario El
Independiente de Hidalgo, con el título de Reversa Legislativa referí:
“Las prisas por quedar bien y la
evidencia de una novatez asida a caprichos políticos, ha llevado a los
senadores –y de rebote a los diputados federales—a espacios de yerros
legislativos que abonan al descontento social.
“Primero, la Reforma Fiscal ha
demostrado ser un engendro –el PAN la califica tóxica—de tal impacto nocivo a
la economía de micro, pequeñas y medianas empresas, por citar una parte de la
geografía generadora de empleos, que sólo ha beneficiado al sistema tributario
en condiciones de asalto en despoblado.
“Acción Nacional ha insistido en una
contrarreforma que no acaba de cuajar y se espera sea impulsada en el próximo periodo
ordinario de sesiones.
“Pero, la más reciente reforma,
aprobada la semana anterior entre jalones y estirones, gritos y sombrerazos,
con una mayoría apresurada, está en vías de ser regresada a comisiones del
Congreso de la Unión para su revisión y ajuste. Se aplicará la reversa
legislativa.
“Pero la medida no puede calificarse
como un acto de democracia y congruencia. No, simple y llanamente es un
decisión que llegará desde la Presidencia de la República para enmendar un
despropósito de senadores priistas y ecologistas que, de esa forma, metieron en
el mismo costal del cumplimiento de mecanismos anticorrupción a todos los entes
que recibieran recursos públicos, olvidándose que el tema está previsto en la
ley de transparencia.
“Dirigentes empresariales protestaron
contra la reforma a la Ley de Responsabilidades Administrativas que contiene a
la llamada Ley 3 de 3 porque, por ejemplo en su artículo 32 registra
ambigüedades que derivan en confusiones respecto de los entes obligados a
presentar su declaración patrimonial y de conflicto de intereses.
“Y, bueno, los recibió el presidente
Enrique Peña Nieto, quien escuchó el rosario de quejas y ofreció revisar el
caso. El mandatario puede hacer observaciones a dicha Ley que implicarían su
retorno al Congreso de la Unión y no publicarla.
“Es posible que ello ocurra, tanto que
ayer el coordinador de los diputados federales del PRI, César Camacho Quiroz,
dijo la bancada tricolor está dispuesta a enmendar la Ley de Responsabilidades
Administrativas, para garantizar que no haya afectaciones innecesarias a los
ciudadanos. Aceptó que el artículo 32 registra ambigüedades que se prestan a
confusión.
¿A quién se le ocurrió este
despropósito? ¿Quién de los senadores del PAN y del PRI acordó meter ruido con
una reforma que, de antemano, sabían generaría inconformidad y abonaría al
clima de crispación social?
“Vale la pena que Emilio Gamboa se
deje de protagonismos y asuma la parte de responsabilidad que tiene en este
asunto. Igualmente César Camacho debe una explicación de las razones que tuvo
para que los diputados federales del PRI aprobaran la minuta recibida del
Senado sin cambio alguno, cuando inmediatamente después de la votación en el
pleno dijo que podría enmendarse.
¿Ganas de perder el tiempo y de joder
al vecino? Lástima de discurso del diálogo y los consensos. Pero, como dijo el
filósofo Usabiaga: Con esos tenemos que arar. ¿Reversa legislativa? ¡Qué pena!
Digo”.
VIERNES. La confesión de Emilio Gamboa
en esto de la Ley 3 de 3: “El espíritu de la ley era que los empresarios
hicieran su 3 de 3, que lo hicieran los ejecutivos y el director general ¿por
qué?, porque maneja recursos públicos a través de una concesión, de un
contrato. Sin embargo, que fue una iniciativa, y ustedes lo saben (los
reporteros), de Acción Nacional. Después, el senador Cárdenas Fonseca hace una
reserva a la una y media (de la mañana), ahí teníamos la reserva, no la
analizamos bien, pero fue aprobada por 85 votos. ¿Quiénes la aprobaron? El PAN,
el PRD, el PRI, y no tuvimos tiempo de ver si no tiene alguna falla
constitucional”. Digo.
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@msanchezlimon
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opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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