ESTRICTAMENTE
PERSONAL
❍ 2º
Round: Osorio vs. Beltrones
[Por Raymundo Riva Palacio]
Desde antes que
Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia, la relación entre quien sería el
Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el entonces coordinador
del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, no era buena. Su
enfrentamiento era real pese a que siempre trataron de persuadir a quien les
preguntaba sobre ese conflicto, que no existía y que la relación era de respeto
y colaboración. Las patadas no se veían, pero se sentían. El primer round duró
tres años, con las intrigas palaciegas contra Beltrones sobre qué papel jugaría
una vez que terminara su mandato como diputado.
Durante los primeros 18 meses de las
reformas, Osorio Chong no se metió en la Cámara de Diputados, y el Presidente
responsabilizó al Secretario de Hacienda, Luis Videgaray –quien toma muchas
decisiones políticas que afectan al Gobierno- de llevar la relación con
Beltrones y junto con él sacar adelante las iniciativas. Osorio Chong y el
Coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, hicieron lo conducente en la
Cámara Alta. La eficiencia de Beltrones en el Congreso, como era de esperarse,
produjo más suspicacias en el entorno del Presidente.
“¿Presidente del PRI?”, decía uno de los
colaboradores cercanos al Presidente. “¡Jamás! Si llega ahí se va a querer
quedar con la candidatura presidencial”. Desde Los Pinos y en las oficinas
gubernamentales donde anidan los rivales de Osorio Chong en el gabinete, surgió
la especie que Beltrones lo sustituiría en Gobernación. La tensión que
generaron fue tan fuerte, que Beltrones lo visitó para decirle que no estaba
buscando trabajo, y mucho menos el suyo. El Presidente finalmente se decidió
por llevarlo al PRI y para el proceso de selección de candidatos, formó un
grupo con los dos secretarios y los dos coordinadores, con quienes decidiría
quiénes serían candidatos en las 12 elecciones estatales este año.
Beltrones se ha planteado como objetivo
mantener al menos nueve de las nueve gubernaturas que hoy están en manos del
PRI, aunque no sean necesariamente en los mismos estados. Para ello ha ido
tomando el control de algunos procesos, como el de Colima en enero, donde al
reponerse la elección anulada el año pasado, hizo a un lado al equipo del
candidato José Ignacio Peralta y trasladó desde Sonora a su viejo equipo de operadores
para garantizar la victoria. Beltrones ha buscado también romper las alianzas
electorales, que muchas veces han sido letales para el PRI. Osorio Chong,
discretamente, está en otra lógica estratégica, que ha enfrentado a los dos
punteros del PRI para la candidatura presidencial, según la última encuesta de
El Financiero.
Oaxaca es un ejemplo. Peña Nieto y Beltrones
animaron al entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo
Guitiérrez Candiani, a participar en el proceso para elegir candidato del PRI
al gobierno, y de acuerdo con fuentes, le dejaron ver que él sería el escogido.
Sin embargo, la designación recayó en Alejandro Murat, cuyo padre José Murat,
ex gobernador de Oaxaca y que ha sido uno de los asesores más cercanos en la
Secretaría de Gobernación, cabildeó a favor de su hijo. En las cúpulas empresariales
sienten que hubo un maltrato injustificado con Gutiérrez Candiani, y que si no
lo iban a nominar, que jamás lo hubieran alentado a competir.
Otro ejemplo del conflicto es Puebla. El
Gobernador panista Rafael Moreno Valle, uno de los más beneficiados en términos
presupuestales por Peña Nieto –hasta un museo barroco le financió la Secretaría
de Hacienda-, tiene en la próxima elección de su sucesor, la llave para la
candidatura a la Presidencia en 2018. En Puebla el PRI le arrancó la mitad del
poder a Moreno Valle en las elecciones federales de 2015, lo que lo mostraron
vulnerable y que su candidato Antonio Gali pudiera ser derrotado en la
contienda por la gubernatura.
Beltrones trabajó para desarticular la vieja
coalición de Moreno Valle, y negoció para que Nueva Alianza respaldara a la
candidata priista Blanca Alcalá. Sin embargo, en la víspera que se anunciara el
giro de Nueva Alianza y fuera con el PRI, lo que resultó fue un nuevo apoyo
para el PAN. El sorpresivo cambio de decisión se dio por la presión de la
Secretaría de Gobernación, de acuerdo con fuentes aliancistas, para reventar la
coalición que estaba formando Beltrones. El mismo jaloneo se está sintiendo en
Quintana Roo, donde se ofreció al ex alcalde de Cancún, el polémico pero
altamente popular, Gregorio Sánchez, volver a ser candidato para ese cargo,
pero por el Partido Verde, con lo cual eliminarían la posibilidad de que
compitiera con Morena y le diera un susto al PRI. Esa jugada también está
detenida por los mensaje cruzados en la ciudad de México.
Osorio Chong se ha metido a jugar la contra
electoral a Beltrones. Puntero entre los priistas al 2018, en los últimos tres
meses comenzó a figurar Beltrones, quien pasó del número tres, después del
Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, a la segunda posición, según la
encuesta de El Financiero, y con potencial para crecer. Si el PRI mantiene las
nueve gubernaturas prometidas o incluso más, Beltrones será el gran ganador
este 2016 y sus bonos se elevarán en la nación. Si fracasa, le quedará sólo
2017 para reponerse, pero con una herida muy grande. Osorio Chong, pase lo que
pase en junio, no sufrirá daño, pero la sangre de su adversario lo fortalecerá.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter: @rivapa
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artículo de opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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