BRUSELAS ► El miedo ganó. Las autoridades belgas
intentaron por todos los medios dar normalidad a la situación pero la amenaza
terrorista sobre Bruselas hizo que a medianoche se suspendiera el partido que
este martes debía medir a Bélgica y España en el Rey Balduino a partir de las
20.45 horas.
Lo que comenzó siendo una
posibilidad publicada por algunos medios belgas (HLN fue el primero en
informar) tomó forma oficial cuando pasaba ya media hora del 17 de noviembre.
La OCAM, el organismo
encargado de gestionar las situaciones de crisis en Bélgica, decidió a última
hora del día de ayer elevar el grado de alerta a tres para todo el país. Ante
una amenaza posible y verdadera, especialmente en lo que afecta a lugares con
un alto grado de concentración de personas, la decisión fue la de no tomar el
más mínimo riesgo y suspender el partido. La noticia sorprendió a los jugadores
de la selección ya en sus habitaciones y a punto de irse a descansar con la
mente puesta ya en el partido.
Es más, el seleccionador
español conoció primero el rumor y luego la confirmación mientras atendía en
directo a Onda Cero para analizar el partido. En principio no dio crédito a
algo que sólo minutos después pasó a ser una realidad absoluta con la
comunicación recibida desde las autoridades belgas a través de la Unión Belga
de Fútbol.
Escalada de tensión
A pesar de que alrededor
de la selección no se había detectado un grado de alerta fuera de lo normal, lo
cierto es que el desarrollo de las operaciones realizadas en Molenbeek a lo
largo del día sirvieron para que las fuerzas de seguridad belgas entendieran
que el riesgo de un acontecimiento de las proporciones del partido que se iba a
jugar en el antiguo Heysel era absoluto.
Las pistas de la masacre
cometida en París el pasado viernes llevaron directamente a Bruselas,
concretamente a Molenbeek.
Fuente: Marca
Noviembre/16/2015
www.libertadguerrero.net
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