► Despiden en Tlapa a Antonio Vivar, miembro del
MPG asesinado por las fuerzas de seguridad del Gobierno Federal
►“El proceso
electoral está manchado de sangre”; sentencia la hermana del joven asesinado
►Antonio
interrumpió sus estudios profesionales para trabajar; luego retomó su carrera
y, se graduaría el próximo mes de julio
►Dejó
viuda a su mujer de 20 años y, huérfano a un pequeño de un año de edad
TLAPA DE COMONFORT ► “Él libró
muchas batallas, pero de frente. Siempre lo agarraban de frente. Ésta vez no
pudo porque fueron balas cobardes que le dieron por la espalda, porque de
frente no pudieron con él”.
Las palabras de Nelson
Aguilar Pinzón mostraban coraje e impotencia. Es amigo del activista y luchador
social Antonio Vivar Díaz, quien la noche del domingo 7 de junio, en el marco
de un proceso electoral, perdió la vida tras recibir dos balazos… por la
espalda.
El también integrante del
Movimiento Popular Guerrerense (MPG), fue abatido a balazos por policías
federales y militares cuándo los uniformados ingresaron de manera violenta a la
Iglesia del Tepeyac, dónde se encontraban retenidos 34 policías federales. Los
tenían maestros disidentes y colonos de Tlapa, de los considerados como
“radicales” por el Gobierno.
Este lunes fue velado el
cuerpo de Antonio en Tlapa. Sus familiares, amigos y vecinos se reunieron en la
calle Añorve número 110 de la colonia San Antonio, para darle el último adiós.
De manera paralela, la familia ofreció una conferencia de prensa para hablar
sobre los hechos ocurridos la tarde del domingo.
Alma Vivar Díaz, hermana
de Antonio dijo que las autoridades estatales no se han comunicado con la
familia y lamentó que al gobierno no le importe lo que pasó en Tlapa. Por el
contrario, dijo, se trata de hacer invisibles los hechos. La mujer sentenció:
“las elecciones están manchadas de sangre”.
Antonio dejó solos en
este mundo a su hijo de apenas un año que no podrá convivir más con su padre, y
a Itzel Narciso Martínez de 20 años, su viuda.
El luchador social de
apenas 28 años se dedicaba a la elaboración de pan y, aunque aún no era docente
de profesión, encabezaba las manifestaciones para exigir la presentación con
vida de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, la noche de 26 de
septiembre.
Nelson Aguilar Pinzón,
amigo desde la infancia de Antonio, recordó a quien se refirió como su
“hermano”, como un luchador social “nato”. Dijo que la gente ya lo conocía por
su lucha social, lucha que afirmó, “estaba sacando adelante”.
Recordó que Antonio cursó
la UPN pero por problemas financieros dejó sus estudios por dos años para
dedicarse a trabajar y luego regresó para concluir su carrera académica. En
este mes de julio se graduaría, aunque continuaba con la elaboración de su
tesis para poder obtener su título profesional.
“Antonio vivió y murió
como él quiso. A él nadie le decía lo que tenía que hacer y siempre fue un
líder nato. A él le gustaban las cosas derechas; no se andaba con medias
tintas. La colonia lo respetaba y al que le tenía que decir algo, se lo decía
de frente”; dijo el joven que se asumió como su “hermano”, siendo su amigo.
Mientras se le quebraba
la voz, abundaba: “como dijo su hermano Constancio, libró muchas batallas pero
de frente. Siempre lo agarraban de frente. Ésta vez no pudo porque fueron balas
cobardes que le dieron por la espalda, porque de frente no pudieron con él”.
“Fue mucho hombre para
esos federales que estuvieron aquí. Él sólo fue mucho hombre para ellos.
Antonio luchó desde niño, luchó por sus estudios, luchó por sus sueños”;
recordó a su amigo.
En el lugar también
estuvo presente el director del Centro
de Derechos Humanos de La Montaña, Abel Barrera, quién dijo que por la muerte
de Antonio en manos de elementos oficiales, no se interpuso ninguna denuncia penal,
sin embargo, pidió que se realicen las investigaciones y se haga justicia.
El cuerpo de Antonio es
velado en su casa, en la colonia San Antonio. Será sepultado este martes a las
16:00 horas. Antes, sus excompañeros le harán un homenaje en la escuela de la UPN
para despedirlo.
Abel Barrera explicó que
policías federales y militares irrumpieron violentamente en la iglesia católica
del Tepeyac para rescatar a 34 policías federales que se encontraban retenidos
por pobladores y maestros disidentes, como respuesta de la retención de nueve
maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero
(CETEG) y activistas del MPG. A los docentes, otros efectivos federales los
sacaron de sus oficinas sindicales, por la tarde.
Durante la irrupción a la
iglesia, los efectivos federales y militares accionaron sus armas provocando
con ello la muerte de Antonio que, primero se desangró y luchó por vivir en el
lugar de los hechos, pero luego murió en el hospital.
Los familiares se negaron
a que se realizara la necropsia de ley, por lo que, en esa misma noche fue
trasladado a su casa para ser velado. Este martes será sepultado de acuerdo a
sus usos y costumbres. (Agencia Periodística de Investigación)
Por Avigaí Silva | API
Junio/08/2015
www.libertadguerrero.net
0 comments :
Publicar un comentario
Por favor, ingresa tu correo electrónico para poder contactarte posteriormente... Gracias por visitarnos.