►Influyen los hábitos, los
planes en pareja, entrar a los 30 años y la sensación de tranquilidad
COLOMBIA ► La creencia de la "barriga de casado" podría ser más
cierta de lo que popularmente se piensa y aunque la causa puede estar en los
nuevos hábitos, también puede ser física y hasta psicológica.
En una reciente encuesta de la Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) se les preguntó a 2 mil 314
personas sobre la influencia de las relaciones de pareja en el peso.
Como resultado, el 81% de las personas
confesaron que el momento de la relación sí afecta su peso.
El 42% reconoció que intenta hacer una
dieta saludable al buscar pareja y en el otro extremo, el 41%, dijo comer menos
sano al estar en convivencia.
Adicionalmente, un estudio del 2007,
hecho por la Universidad de Chapel Hill (Estados Unidos) y publicado por el New
England Journal of Medicine, reveló que la obesidad puede ser "socialmente contagiosa".
Según la investigación, lo común no es
que la gordura afecte solo a uno de los miembros de la pareja, sino que tiene
un "efecto contagio".
El mismo trabajo demostró que a lo
largo de sus vidas, las mujeres suben un promedio de siete kilos y los hombres
11. No obstante, en los casados el asunto se pone peor: ellos llegan en
promedio a subir 13,5 kilos y ellas 11.
La presidenta de la Asociación
Colombiana de Dietistas y Nutricionistas (Acodin), Lucía Correa, cree que el
factor tiempo y complacer al otro es definitivo para que las personas suban de
peso mientras están unidas.
"Por los apretados horarios de
trabajo y otros factores, la pareja prefiere consumir comidas rápidas
especialmente en las horas de la noche, cuando se reencuentran", agrega
Correa.
De otra parte, en el deseo de
congraciarse con el otro, dice la nutricionista, ambos miembros de la relación
ceden en cosas a las que no estaban acostumbrados. Es decir, si a uno de los
dos le gusta la gaseosa y los carbohidratos, el otro puede terminar cediendo a
esas tentaciones.
No obstante, aclara Correa, que puede
pasar lo contrario y el matrimonio termine promoviendo una alimentación más
saludable. Sobre todo, cuando es la mujer la que tiene buenos hábitos, porque
es la que generalmente toma la decisión de los alimentos que se compran en el
mercado y de las preparaciones bajas en grasas, carbohidratos y azúcares.
Janeth Arismendi, nutricionista de la
Universidad Nacional, dice que a lo mencionado se suman los detalles y los
antojos en complicidad: chocolates, invitaciones a cenar o a cine, casi siempre
hipercalóricas.
En contraste, cuenta la nutricionista
que en la soltería hay una mayor tendencia a practicar algún deporte o a
asistir al gimnasio; pero luego, en medio de una relación estable, las
responsabilidades del hogar se convierten en prioridad, haciendo que llegue de
forma imperceptible el sedentarismo y
como consecuencia el sobrepeso y la obesidad.
La actividad física, antes y después de
la unión de pareja, sí es un factor fácilmente alterable, según Iván Darío
Escobar, médico internista y endocrinólogo de la Universidad del Rosario.
Escobar asegura que tanto el hombre
como la mujer dejan, al pasar de la etapa de la universidad al hogar,
actividades físicas con amigos para acompañar a su pareja y hasta con el fin de
evitar discusiones.
Desde la endocrinología, Escobar
explica que después de los 30 años el metabolismo cambia y tendemos a acumular
más grasa que en los 20, pero adicionalmente este efecto se multiplica en los
casados que no se siguen cuidando de la misma manera que los solteros.
El psiquiatra Jorge Forero, presidente
del Instituto para el Desarrollo de la Salud Emocional, cree que el componente
anímico es muy importante en estas situaciones y resolver una coyuntura en la
vida, como el estado civil, da una sensación de tranquilidad.
"La tranquilidad tiene un efecto
en el apetito y otro con la velocidad del tránsito intestinal. Alguien
tranquilo absorbe mejor los alimentos en el intestino y habrá mayor
aprovechamiento de lo que come", sostiene Forero.
La tranquilidad, aclara el psiquiatra,
desde el cerebro mejora el apetito y consigue sacar un mejor provecho
nutricional a la comida. Por eso, este factor también hace su aporte a los
casados frente a la báscula.
Tengan en cuenta
Acepte. Es importante aceptar cuándo nuestra
alimentación no es balanceada. Evalúen si consumen más azúcares, grasas y
carbohidratos (harinas) de la cuenta.
Adopten una rutina. Como pareja pueden ser más fácil
persistir en una actividad física. También se puede convertir en un plan
cocinar juntos mientras escuchan música, en vez, de comer en la calle, que es
una opción mucho más calórica.
Planeen. No se rindan a las tentaciones del
supermercado, vayan con una lista equilibrada.
Fuente: El Tiempo
Marzo/17/2015
www.libertadguerrero.net
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