PALABRAS MAYORES
Urgente, la aprehensión de Bruno Plácido y desarticular a su banda armada, UPOEG
Por Jorge Romero Rendón
La orden de aprehensión librada en contra del líder de los grupos armados de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, debe hacerse efectiva para frenar a quienes bajo el pretexto de la lucha contra la delincuencia se han convertido en caciques de amplias zonas rurales en las que ejercen un poder de facto controlando a la población de comunidades enteras por la presión de las armas; y sobre todo por la sospecha fundada de que sirven a los intereses de organizaciones criminales y a grupos de poder político que los financian y protegen.
Bruno Plácido NO es un luchador social, a pesar de que al fundar la UPOEG se planteó formalizar un sistema de seguridad en zonas rurales aglutinando a grupos dispersos de autodefensas armadas para combatir a las bandas criminales que invadieron al estado desde hace unos años.
El dirigente firmó incluso hace un par de años un convenio con el gobernador Ángel Aguirre Rivero, mediante el que se reconoció a la UPOEG y se le entregó a sus integrantes equipamiento para cumplir su función coadyuvante de la seguridad pública de los tres niveles de gobierno.
Pero cuando el Congreso local aprobó hace unos meses la reforma que crea a la Policía Rural, para darle cobertura jurídica y ponerle reglas a las autodefensas por iniciativa de Aguirre, la UPOEG se negó a integrarse, pese a que quedaba de nuevo fuera de la ley.
Desde entonces, Bruno y la UPOEG se convirtieron en un problema, no solo por quedar fuera de la ley en sus funciones, sino por la serie de denuncias de algunos de sus propios miembros disidentes, sobre los abusos cometidos por sus compañeros.
Desde la otra organización coadyuvante, la CRAC, salieron también denuncias sobre ataques de la gente de Bruno Plácido
–comandadas por su hermano- a sus integrantes, y su papel en la propia división interna de la CRAC.
–comandadas por su hermano- a sus integrantes, y su papel en la propia división interna de la CRAC.
Así, la prensa ha recogido en el último año informaciones sobre incidentes violentos, acusaciones sobre mal manejo de recursos obtenidos del gobierno, detenciones ilegales e incluso señalamientos de que Bruno se le salió de control al gobierno estatal, y de que mantiene nexos “secretos” con bandas criminales a cuyos miembros brinda seguridad e información sobre operaciones policiacas y militares, además de facilidades para el transporte de mariguana y goma de amapola.
Los grupos de la UPOEG pretendieron ingresar a la zona urbana de Chilpancingo hace unos meses, durante una de las crisis de inseguridad y violencia que han afectado a esta capital, pero se detuvieron en el valle de El Ocotito, donde han impuesto su ley, y desde donde se han generado protestas ciudadanas por abusos de la gente de Bruno Plácido, que han sido detalladas en este espacio.
Y hoy, cuando Plácido Valerio busca el aval federal para seguir operando a sus anchas, rotos los compromisos que hizo con el gobierno estatal, quiso torcerle el brazo con el bloqueo simultáneo de la carretera federal México-Acapulco y de la Autopista del Sol, que afectó a miles de habitantes y turistas la semana pasada durante más de diez horas, cometiendo un delito más –ataque a las vías de comunicación- por el que se ha librado orden de aprehensión en contra de ese dirigente.
Lo malo es que a sabiendas de las consecuencias de su acción, Bruno salió del estado mientras su gente bloqueaba las carreteras, para evitar ser detenido, por lo que tratará de ganar tiempo para simular que es un perseguido político y no el hipócrita pájaro de cuenta que es y que traicionó a su gente, a la población que dijo defender, y a su palabra empeñada en los acuerdos con las autoridades.
De modo que más allá del interés antropológico y folklorista que despierta entre algunos sectores de Izquierda poco informados, Bruno Plácido debe ser detenido y llevado a un penal en otro estado del país para evitar movilizaciones que pretendan chantajear de nuevo a la autoridad con bloqueos de calles o carreteras o con acciones radicales. Por lo que es hora de que el gobierno federal le entre a un tema del que ha estado desvinculado por razones incomprensibles.
Bruno ya demostró que su interés es ganar poder, dinero e influencia política, por las buenas o por las malas. Y si lo dejaron crecer porque resultaba útil en otro momento, hoy es llegado el tiempo de pararlo en seco y desarticular o meter al orden a una UPOEG que ya es, decididamente, una organización enemiga del pueblo de Guerrero…
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