EL VOYERISTA
¿Regular la publicidad oficial?
Por Alfredo Guzmán
Los excesos, no ayudan. Por eso los reclamos de las organizaciones sociales y políticas, quienes en principio, reclamaban que los funcionarios públicos, no deben hacer promoción personalizada de sus acciones.
Lo anterior, es un elemento que ningún gobierno, pone en su justo medio. Un poco, lo hizo, en un principio, el gobierno federal del sexenio pasado. Felipe Calderón Hinojoza y su dirección de comunicación social, luego de que fueron ellos, quienes lanzaron la iniciativa de que era una obligación moral, regular la promoción oficial. Aunque nunca pudieron ponerla en práctica, sobre todo en el Estado de México, donde muchos especialistas, aseguran que se hizo todo lo contrario.
Los boletines del pasado sexenio, no colocaban el nombre del Ejecutivo Federal, sino la acción. El gobierno federal, lanzó la iniciativa con el propósito de proscribir este tradicional culto a la personalidad del funcionario, colaborador o candidato oficial, se aprobó una reforma constitucional que cobró vigencia el 14 de noviembre de 2007.
Y por ello, creo que los medios informativos, deben revisar la forma en que publican los boletines, no sólo del gobierno del estado, sino de todas las dependencias gubernamentales y del Congreso, así como del Tribunal Superior de justicia, como de los partidos, porque todos son entes públicos. O sea, son dependencias, que reciben recursos financieros del erario. O sea de nosotros.
Y qué decir, de que la publicidad del gobierno, se utiliza para premiar y castigar a los medios que son críticos, otorgando publicidad en mayor medida a quienes son benévolos en el manejo de la imagen del gobernador y de sus familiares y castigando a quienes permiten que haya voces críticas.
Sólo hay que establecer que el dinero del gobernador, no es de él. Las obras no son de su bolsillo, tampoco sus acciones. El gobernador, sólo es el administrador de nuestro dinero. Por ello, cuando escucho, que el gobernador otorgó, entregó, aportó, donó, escucho una gran mentira.
Él no entrega, ni aporta, ni dona, sólo hace lo por ley, corresponde. No es su dinero, ni siquiera su actitud bondadosa. Eso es otra mentira. Claro, que la discrecionalidad en el manejo de los recursos de los guerrerenses y las inercias del pasado hacen suponer que el gobernador es un ser de otro mundo. Como cuando se dice de él, que tiene rostro humano. Entiendo que quienes imprimieron esa frase, lo hicieron en el sentido de que es un gobernante generoso, bondadoso, benévolo, entregado. No hay tal.
El gobernador, tiene rostro humano, porque lo es. No sé como podríamos llamarlo si tuviera rostro de animal. De cualquier animal. Imaginemos, entonces, que así, sí sería posible establecer que como rareza, tiene rostro humano.
Pero bueno, de las andanzas del rostro humano que tiene el gobernador del estado de Guerrero, se observa una actitud común de todo gobierno. El culto a la personalidad, de la que es afín, toda dependencia de gobierno o de comunicación social, que no saben hacer otra cosa, más que hacer alegoría y boletines donde el culto a la personalidad de los funcionarios, es un elemento sine qua non.
De que hay que regular la publicidad oficial y transparentar los convenios, sería una forma. Otra sería acabar con las vilezas que normalmente han venido haciendo las agencias de publicidad del gobierno, mal llamadas de Comunicación Social y empezar a terminar con el culto a la personalidad de los funcionarios, quienes son mis empleados, y no generosos ciudadanos, con un dinero que no es de ellos. Gracias. Comentarios; subalterno1234@hotmail.com | voyer54@yahoo.com.mx
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