EL VOYERISTA
¿Se hace la vida al andar?
Por Alfredo Guzmán
Sin proponérselo, dos jóvenes de la política guerrerense, que con trabajo empiezan ha destacar en un ambiente donde el que no cae, lo avientan y el que no se quema, no sale en la foto, mismos que han tenido acciones y movimientos políticos que les han resultado positivos, para la actual circunstancia, han caminado y sus movimientos, son observados, por quienes en muchos casos, definen qué se hace y con quién.
En su caso, menciono que los dos partidos más importantes o más fuertes en el estado de Guerrero, los disputan. Uno por su cercanía y relaciones en el pasado y otro, por el apoyo que les otorgó recientemente que permitió lograr el objetivo de ser diputados, uno federal y otro local.
Me refiero a Jorge Salgado Parra, diputado federal y Antonio Gaspar Beltrán, diputado local quienes apenas hace un año y meses pertenecían al Partido Revolucionario Institucional (PRI) donde aprendieron en algunos años, mucho de lo que saben sobre la política y de donde salieron para impedir que les hicieran de chivo los tamales, las sectas que mandan y que determinan quién es y quién se sienta.
Ambos, son políticos modernos. Considerando que las filias que hace unos años, determinaban mucho, sobre todo cuando, quien renunciaba a su filiación, era estigmatizado, castigado y en su caso, hasta sentenciado a la muerte política, de manera figurada. En el argot, se mencionaba irónicamente para descalificar, que “quien se movía, no salía en la foto”.
Hoy, que las fobias políticas, ya no matan sino que circunstancialmente son simples gestos y malas palabras, pero que ya no hacen tanto daño y que se nutren de un pragmatismo vertical, que responde a intereses y circunstancias, netamente coyunturales que hace que las acciones del pasado, sean eso y no pasa nada.
El PRI, partido que los formó, reclama su regreso. El PRD, partido que los cobijó exige fidelidad.
Ningún partido, debiera reclamar nada. La fidelidad es a la familia y a las circunstancias. Eso está claro.
Ambos, sin duda que agradecen el cobijo, las señas y los mensajes de apoyo y de solidaridad que les otorguen los partidos políticos. No es el momento, al menos por hoy, para determinar qué van a hacer en breve.
Me refiero a estos dos casos paradigmáticos, porque en el caso de Mario Moreno Arcos, o Héctor Astudillo Flores, ellos no han tenido que salir de su partido, para seguir en la lucha por lo que buscarán en su momento. Hoy se viven otros momentos. Y en su caso, tanto Mario Moreno Arcos, como Héctor Astudillo Flores u otro que destaque en la política, hoy repetiría el acto, que llevó a Jorge Salgado Parra y Antonio Gaspar Beltrán y a Ángel Heladio Aguirre Rivero u otros cientos de ex priistas que en su momento optaron por dejar a su organización y tomar otros derroteros, para no estancarse en su camino al éxito. Esto que menciono, se puede hacer hoy. Ayer, no. Me refiero a que hace años, renunciar a su partido, era la muerte chiquita. Hoy ya no.
Tan no lo es, que la misma dirigencia del PRI, convoca a quienes se fueron a regresar. El PRD, no ha dicho nada aún, sobre estos casos, pero sin duda que hará un posible extrañamiento, cuando, si en un momento dado, los ex priistas se quieran ir, sólo dando las gracias.
Lo cierto, es que no es posible negar, la fuerza y circunstancia positiva que viven Jorge Salgado Parra y Antonio Gaspar Beltrán, personajes hoy, convertidos en manzanas de discordia, a diferencia de muchos cartuchos quemados, que sólo viven del aire, o sea son veletas que se cobijan a buen puerto, viviendo sangrando y presentándose como políticos del pasado, sin tener futuro ni vida propia. Gracias. Comentarios; subalterno1234@hotmail.com | voyer54@yahoo.com.mx
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