- Cuestiona gobernador Aguirre a alcaldes
- En medio de la violencia evita dar ayuda
Ahora resulta que el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero cuestiona a los alcaldes de Guerrero por tener lazos con el narcotráfico, lo cual no solo es una más de sus exageraciones verbales, sino una acusación que no podría sostener ante ninguna autoridad judicial.
Es casi lo mismo como en anteriores ocasiones se le mencionó a él mismo de tener lazos con los capos de las drogas ya que uno de éstos capos se presumía familiar y nadie le pidió que sacara las manos de estos negocios turbios, como también en anteriores ocasiones se vinculó al entonces presidente municipal de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, con los narcos, quien tuvo que soportar una serie de hechos sangrientos y delictivos que tocaron las puertas del mismísimo ayuntamiento o como se ha difundido en ocasiones diversas sobre los nexos que sostenía el también ex edil porteño, Manuel Añorve Baños, con el famoso narcotraficante asentado en Acapulco, apodado La Barbie.
O sea, que los presumibles nexos de las autoridades de Guerrero con los narcotraficantes no es una novedad y a veces es una necesidad para poder salvar la vida, tal y como le sucedió no hace mucho tiempo al recién inaugurado alcalde de Teloloapan, quien fue amenazado de muerte por los cárteles de las drogas del vecino estado de Michoacán y a quien nuevamente lo han vuelto a involucrar en eventos violentos y lo mismo le ha sucedido al edil de Apaxtla, por cierto, quien se quejó de que ni el gobernador Aguirre ni el recientemente nombrado secretario de gobierno, Florentino Cruz Ramírez, le habían ofrecido ninguna clase de auxilio ni ayuda y que es mas, se le negó el propio gobernador para recibirlo en una reciente visita que hizo a la zona norte de la entidad.
Claramente está visto que el gobernador Aguirre se sale por peteneras y no quiere nada con los narcotraficantes ni siquiera confrontarlos menos enfrentarlos pues tiene mas que perder que ganar.
Luego entonces, la pregunta es, porqué el mandatario les endilgó un nexo inexistente a los ediles del norte de la entidad con el narcotráfico cuando él no hace nada para evitar la presencia de estos delincuentes que asolan la región de la tierra caliente desde hace muchos años y que solo han recibido, las autoridades y la sociedad en general, promesas de ayuda que no llegan y actividades para regenerar el tejido social que nunca se han implementado.
Craso error es el creer que el gobernante les vaya ayudar cuando él está solicitando el auxilio de la federación pues sus policías estatales no quieren o no están acreditadas y por lo tanto tienen un velo de misterio sobre si está o no infiltrada esta corporación al igual que los policías ministeriales que operan en este territorio.
Los excesos verbales del gobernador no abonan en nada a que haya mayor coordinación entre los tres niveles de gobierno y si está abriendo una brecha peligrosa en el sentido de que los ediles vayan a tener que rebasarlo por la derecha para irse directamente a solicitar auxilio no solo al secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong sino al mismísimo presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
No se puede tener un gobernante que está poniendo en tela de duda la honorabilidad de un alcalde (o los alcaldes) pues en este personaje está representado todo el ayuntamiento lo que es lo mismo el cabildo completo y la sociedad que los nombró democráticamente.
Esto es un desplante mas del gobernador quien ya no sabe dónde está la salida, aunque sigue divirtiendo al respetable con sus dichos y actos que festejan los eternos aplaudidores del poder público.
En Guerrero, no es verdad que haya rebrotado la violencia sino que solamente se ocultó en un tiempo en que los titulares de los medios de comunicación estuvieron llenos por los actos de resistencia que realizaron los maestros y los integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), a quienes por cierto también el gobernador Aguirre trató de inmiscuir con narcotraficantes y guerrilleros y que poco después fue desmentido a tambor batiente por el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong.
Nunca creímos que podría darse esta suerte de eventos controversiales y menos que fuera a resultar un mandatario de la estirpe de Aguirre como su promotor.
Desde luego que la violencia fue soterrada y nunca dejó la entidad y ahí están las cifras oficiales que tanto desdeña el mandatario guerrerense y que ubican a la entidad como una de las más violetas del país y del orbe.
Lo mismo podríamos decir de que Guerrero sigue siendo un lugar peligroso para que los periodistas realicen sus actividades sin ser objeto de hostigamiento, represión, agravios, desaparición o asesinatos.
Esto no lo dice el gobierno federal sino el relator de la ONU y a ver si también a este relator el gobernador Aguirre le dice que miente o que sus datos son inexactos.
Lo de los alcaldes es algo inverosímil y no es deseable que el gobernador los ponga en jaque cuando ya están mas que presionados por los hombres del crimen organizado no solo del estado de Guerrero sino también del vecino estado de Michoacán que cada día está ganando mayores territorios en la entidad y por lo tanto se dan esta clase de refriegas y barridos sangrientos.
Necesita Guerrero nuevas políticas públicas al respecto y que la federación deje de proteger al gobernador para que este se ponga a trabajar y sacar al buey de la barranca y no deslindarse de todo aquello que sea conflicto y se quede solo con los eventos de pomposidad o luces y los negocios que le encantan a él y parte de su orgullo nepotista.
Periodista/Analista Político*
porteno4964@gmail.com
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