MÁRTIR DE
CUILAPAN (www.libertadguerrero.net).- Este municipio,
Mártir de Cuilapan, con más de 17 mil habitantes, ubicado en una zona ardiente
de Guerrero a una hora de camino desde Chilpancingo, es la localidad escogida
por la Secretaría de Desarrollo Social para echar a andar su programa piloto de
combate al hambre y la miseria en las zonas rurales del país, donde habitan 3.6
millones de personas.
El lugar tiene un grado
de marginación “muy alto”, casi la mitad de su población padece carencia
alimentaria (8 mil personas que sufren hambre), y diez mil 800 (64 por ciento)
sobreviven con ingresos inferiores a la “línea de bienestar mínimo”. O sea, en
pobreza extrema.
Pero Mártir de Cuilapan
es un municipio peculiar: su gente, más que estar satisfecha por la ayuda
asistencialista que recibe y recibirá del gobierno federal, como ocurre en la
mayoría de los municipios pobres del país, quiere más: durante las asambleas
que realiza con trabajadores de Sedesol, exige que se les auxilien con
proyectos productivos.
Quieren comercializar su
mezcal (el mejor de Guerrero, según presumen), la palma que ahora venden como
materia prima y que desean trabajar artesanalmente hasta realizar sombreros,
manteles e incluso costuras para balones de futbol. Desean que su maíz, su
sorgo, su miel, su mango, sus aguacates y todo lo que la tierra les da puedan
ser más que productos de autoconsumo. Quieren, dicen, no sólo paliar su hambre,
sino cambiar sus vidas.
En Apango, la cabecera
municipal, donde habitan poco más de 4 mil personas, los trabajadores de
Sedesol y de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
que preparan la Cruzada Nacional contra el Hambre están sorprendidos: cientos y
cientos de pobladores han acudido a las asambleas donde no se han limitado a
plantear sus necesidades (agua potable, carreteras, mejoras a las viviendas,
escuelas, centros de salud, lo habitual en las regiones paupérrimas), sino que
han tapizado el auditorio del lugar con cartulinas en las cuales, de manera
sencilla, casi infantil, esbozan lo que desean hacer para transformar sus
existencias: en cada rubro para trabajar, han puesto los costos de inversión,
los mercados objetivos y los ingresos que percibirían.
—Como que en este municipio la gente no quiere limosnas… se le dice a un maestro de lenguas indígenas (aquí se habla náhuatl y tlapaneco), Calixto Rojas.
—Como que en este municipio la gente no quiere limosnas… se le dice a un maestro de lenguas indígenas (aquí se habla náhuatl y tlapaneco), Calixto Rojas.
—No queremos limosnas,
porque eso se acaba, eso es para hoy, y eso se termina hoy. Aquí queremos algo
duradero, algo que nos haga salir adelante y que cambie todo…
En la comunidad remota de
Ahuexotitlan, a donde se llega por brechas, habitan cerca de 400 personas. Y
ahí se aprecia justamente lo que viven y lo que quieren hacer estos
guerrerenses marginados: para donde se voltee a ver las mujeres de todas las
edades tratan de ganar unos pesos más con el hilado de la palma. Durante horas
y horas sus manos enlazan los listones de la planta utilizando sus dedos como
si fueran grandes agujas. Y así las venden, como correas, como brazadas por las
cuales ganan una miseria: unos 16 pesos semanales, cuatro pesos por veinte
brazadas les pagan coyotes, intermediarios que las llevan a municipios más
grandes donde artesanos a su servicio las convierten en piezas que valen
cientos y miles de pesos (sombreros, manteles, etcétera).
Lo mismo ocurre con el
mezcal: cortan los magueyes, los cuecen, los cortan con hachas, los trituran,
depositan el bagazo en toneles, le agregan agua, lo fermentan, y lo meten… en
botellas de plástico de Coca Cola. Venden a 25 pesos el litro a intermediarios
y éstos lo embotellan y lo venden diez veces más caro…
Una vecina de esa
comunidad, Rosario, madre de 13 hijos, sentada ante el fuego de su choza,
reflexiona:
—Nosotros ya sufrimos la
pobreza, a ver si los jóvenes pueden vivir otra cosa. Ojalá que sea eso: porque
de verdad a veces comemos una vez al día. Dios quiera que sí, que se amejore
todo para los chiquitos que están creciendo, para que ya no sufran como
nosotros sufrimos: toda la vida así estuvimos… —dice, mientras mira la salsa
que ella y sus familiares comerán hoy. Sí, salsa con tortilla. Nada más. Ayer ya
comieron tacos de frijoles, explica.
Ahí se queda la mujer, “a
ver si funciona en un año la cruzada, a ver si cambia algo”, dice. Ahí se
queda, con un pollito en las manos, esa ave a la que le perforó el pellejo de
la cabeza, le introdujo una aguja y le colocó dos listones rosas. Luego le untó
manteca en el pico. Con eso lo salvó de que muriera por el piquete de un
alacrán güero.
Así, así se curan y así
se vive por acá
Por Juan Pablo Becerra
Acosta
Abril/02/2013
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INSULTOS E INJUSTICIAS COMETIDAS POR EL GOBIERNO FEDERAL DE PEÑA... MIENTO COLUDIDO CON ANGEL AGUIRRE; AGUIRRE INSULTA A SUS PROPIOS PAISANOS CON MIASMAS Y DESPENSAS LLENAS DE GORGOJOS AL ESTILO PRIISTA, CUANDO LO QUE SE NECESITA EN APANGO Y GUERRERO SON SERVICIOS MEDICOS, EDUCACION, SEGURIDAD Y PROYECTOS PRODUCTIVOS PARA SUMARSE A UN POSIBLE CRECIMIENTO ECONOMICO DENTRO DEL ESTADO, PERO ESO NO QUIEREN ENTENDERLO, PORQUE UN PROYECTO DE ESA MAGNITUD CUESTA TIEMPO Y DINERO, ELLOS LO QUE MENOS QUIEREN ES ESO Y PODER TENER A LOS GUERRERENSES SOMETIDOS A CAPRICHO.
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