Tercer fragmento de El Chapo en
el Espejo II
Ante
todo, agradezco mucho el interés de los lectores en esta novelita de
similitudes y coincidencias que mi editor anda espantado de lanzar al mercado
por culpa de un ex gobernador, pero igual me pasó con la primera parte, cuando
estuve hospitalizado hace un tiempo y no
lo dejé rajarse…total, yo estaba casi con un pie en la tumba, pero por el apoyo
de un solidario General ameritado, un estupendo gastroenterólogo y el cuerpo
médico municipal y un amigo litigante penalista me sacaron adelante, a Dios
gracias…
Una
entrañable amiga abogada del DF me comentó que debiera buscar una publicación
on line, pero mientras eso se decide trato de informar y entretener a quienes
nos favorecen con su atención en este sitio digital, pónganse cómodos y
disfrútenlo.Pronto espero tener ejemplares a la mano.
El tiempo me ha ido dando la razón en partes…
3
La hechicera madrina
Rechoncha y grotesca,
ridículamente vestida de muchos colores, muy mayor del medio siglo y con
rayitos teñidos en las greñas, como si en ella se hubiera inspirado un escultor
tropical para hacer la figura de una sirena chanda que pusieron en la principal
Avenida del puerto pero desagradó tanto a los habitantes que algunos malosos
terminaron cortándole las manos y decapitando un jueves en la noche, al mismo
tiempo que atacaron e intentaban incendiar un combativo diario izquierdoso que
traía jodido al gobernador, entró botella de Buchanan’s en mano la enigmática
mujer a la que en la zona de la Laguna los supersticiosos pescadores atribuían poderes sobrenaturales
Los habitantes de la
comunidad no le tenían respeto, pero sí demasiado miedo, mucho más desde que
había dejado de ser la simple curandera
del pueblo, para dedicarse a atender solamente a norteños y sinaloenses que
llegaban en grupos a bordo de convoyes de lujosas camionetas y fuertemente
armados.
Su cambio de suerte había
sido más que notorio, de vivir en una pequeña choza de bajareque junto a los
manglares, de buenas a primeras a partir del 2001 fue construyendo una enorme
palapa para celebrar ritos y misas negras, junto a su nueva casa bien hecha de
ladrillos y techo de loza, más o menos no tan cercana a las residencias con
muelle a la laguna de algunos famosos artistas de películas y telenovelas.
Los vecinos espantados
alegaban que de cuando en cuando salía peste maligna del caserío de la bruja
Herlinda, la hechicera madrina y santera de los narcos.
El chismerío popular contaba
que a veces llegaban camionetas con muchos bultos y entonces ponían a calentar
enormes tambores metálicos, pero que igual llegaban camionetas de redilas
cargando tambos plásticos con ácidos y sólo el diablo sabía qué sucedía
dentro de los dominios de la hechicera regordeta, pero coincidían los
vecinos más cercanos en que apestaba muy raro y fétido, como a carne
achichinada o hervida en ácido muriático y azufre….
En esas ocasiones
misteriosas, las afueras de la enorme palapa para los ritos negros y la casona
de la bruja eran resguardados por guaruras encachuchados o sombrerudos, que sin
ningún rubor mostraban sus cuernos de chivo y miraban desafiantes a quien
tuviera que pasar frente a la finca mientras se refrescaban con cervezas y
fumaban marihuana.
No se le olvidaba a los del
poblado que un anterior comisario municipal algún día se armó de valor y fue a
interrogar a Herlinda, pero desde entonces nadie volvió a saber de él y sus
familiares fueron asesinados una semana después en un accidente carretero
simulado allá frente al Derrumbre. Desde entonces acordaron hacer como si no
existiera y ni voltear siquiera a mirar su casa.
Con relativa frecuencia
había ahí fiestas y ceremonias que duraban hasta dos o tres días, llegaban
muchos fuereños en lujosas camionetas con placas de fuera o sin ninguna
identificación ni permiso, igual los trailers con el equipo musical de grupos y
bandas famosos, pero era de plano prohibido acercársele para nada a los
extraños visitantes, no eran eventos para la plebe.
La bruja vivía sola pues su
marido había muerto hacía unos diez años decían que envenenado, pero su casa
era custodiada por unos cuatro guaruras armados y dos perros bulldog
entrenados, tenía una sirvientita
sordomuda y chamaca joven todavía…
Herlinda tenía su buena
clientela para hacer limpias en su palapa de junto a la Laguna, siempre las
trabajaba en noches de luna mediante un gran ceremonial donde embarraba de lodo
negro a sus pacientes y se sacrificaban
animales como conejos, chivos y gallinas negras que después eran arrojados a
los cocodrilos de una reserva en los manglares.
Igual cuentan que les hacía
una rayita en la espalda o los glúteos a algunos artistas principiantes o los
que se iniciaban en grande al comercio de drogas al menudeo o su transporte.
Todos sus clientes salían diciéndole “Madrina”, pero nunca se supo de ningún paparazzi
que se atreviera a ir a retratar a sus visitantes a consulta espiritual.
No, no era chisme el que de
vez en vez se hubiera visto llegar a ceremonias nocturnas muy privadas a uno o
dos gobernadores en turno, o a mandatarios y altos funcionarios de otros
estados como Veracruz, Morelos, Michoacán, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas,
Tabasco, Oaxaca y Zacatecas, o a políticos renombrados: Senadores y Diputados
muy influyentes o empresarios potentados y uno que otro famosísimo ex jefazo
policiaco de México.
Según los lugareños, en las
épocas electorales le aumentaba considerablemente la clientela a la bruja
Herlinda, que solamente muy de vez en cuando aceptaba que en la palapa de los
ritos negros se ofreciera algún banquete privado a grandes artistas, o que
gente norteña celebrara cumpleaños llevando música con grupos y bandas famosas
de tololoche, acordeón, tuba y
trompetas, para cantar en corridos sus hazañas
Ahí estaba entrando a la
choza-bodega donde estaba encadenado Fabricio la fondonga mujer enigmática, con
sus ciento diez kilogramos de peso en su 1.55 de estatura, desparramada de las
nalgas, con chaparreras celulíticas y exuberantes de los pechos guangos como
gelatina saliéndosele por el ridículo escote.
Los dos perros bulldog se le
fueron encima cariñosos lamiéndole las manos y su rostro pintarrajeado, no en
balde era su ama. Fabricio la miró a contraluz
espantado, pero conforme se adentró la mujer creyó irla recordando más,
relacionándola con ese descuartizamiento de la mulatita masajista de su patrón
el Chapo Goodman, del que se comenzó a acordar como en una pesadilla…
Sin saber qué hacer la miró
sin intentar moverse, con miedo…
-¡Párate pendejo!, ¿qué no ves que ya
llegó tu dueña imbécil culiche de mierda?
Como pudo si incorporó a medias
a pesar de las cadenas, tenía que permanecer un tanto agachado, se atrevió a
musitar.
-Buenas…señora…
-Dime “mi amor o mi reina”, idiota, ¿qué
no aprendiste antenoche como me debes tratar hijo de la chingada?, ja,ja,jáaa-
Carcajeó mientras acariciaba a sus dos canes que gruñían desafiantes al
escuchar su tono de enfado.
Fabricio estaba entrando en
pánico,¿quien era ese esperpento y por qué le hablaba de esa manera?,¿estaba
acaso en la antesala del infierno y sí existían las brujas?
-Perdón, perdón señito- Dijo humilde y
precavido.
-Soy Herlinda pendejo: tu ama, tu señora y tu mujer
imbécil, como quien dice tu pinche dueña absoluta.¿Que no te acuerdas que te
salvé la vida pidiéndole a mi ahijado Marck Arthur que te regalara conmigo para
que seas mi macho, mi sirviente y mi esclavo?...ja,ja,jáaa- La mujer le
acarició el rostro maltrecho a Fabricio y luego su mano derecha se fue hacia el
miembro del encadenado espantado.
Una vorágine de imágines y
sonidos dentro de la mente del rehén.
Sí, algo comenzaba a poder hilar respecto a esa mujer que tenía enfrente y le
estaba tentaleando el pene y sopesando los testículos, la recordó sentada en
una especie de trono junto a los Beltranes en una ceremonia de magia negra,
igual le apareció la imagen del obispo negro, un flaco, viejo y barbón moreno.
No lograba ligar todo eso con su difícil e indefensa situación actual
-Perdóneme señora, es que me siento muy
mal, tengo mucha sed, estoy como crudo de muerte, me duele dondequiera y hasta el
…
-Soy Herlinda güey, pero ya te ordené que me digas mi amor o
mi reina…
Mañoso y don Juan que era Fabricio adivinó lo que
tenían que hacer.
-Está bien… “mi amor”-Dijo pestañeando
nada convencido y más confundido -No sé qué hago aquí ni donde estoy, perdóneme
por favor…
Herlinda la fodonga se le
acercó más a Fabricio y en tono conciliador y hasta maternal le dijo:
-Mira papucho… tan sabroso que estás con
ese bigotito a la Pedro Infante, tu paisano culiche. Desde antier que te salvé
la vida ya eres mío por el resto de tus días o hasta que yo quiera. Si no me
complaces te mueres, o te matan mis guaruras y te comen mis perros o mis
cocodrilos, o cuando venga de Tijuana El Teo te guisan en ácido para el pozole
especial y ni quien te encuentre jamás, ¿te queda claro?…
-¿En donde estoy doña Her…¿qué?-Preguntó
valiente.
-Herlinda me llamo papucho, pero ya te
dije como quiero que me digas si es que quieres salvar tu pellejo.
-Está bien mi reina, pero dígame qué hago aquí y porque estoy encadenado…
-Te repito que los Beltranes ordenaron que te mataran después de la mulata
que ofrendamos al todopoderoso de las tinieblas, pero yo le pedí a mi ahijado
Marck Arthur que te regalara como mi esclavo, para que seas mi zombie y me
atiendas de todo a todo.¡Me gustas cabrón!
La gorda repugnante se quitó
el remedo de vestido aguado que la cubría, vaya desparrame de tejidos
celulíticos y selva hirsuta entre el ombligo y las rodillas en medio de los
jamones flácidos que tenía por muslos. Fabricio la tuvo que mirar… ya
materialmente no podía vomitar, pero sí sentir asco.
De pie como estaba contempló
a la hechicera arrodillarse y comenzar a hacerle una fellatio, no tenía ningún
objeto negarse ni defenderse, cerró los ojos y esperó lo que tenía que suceder…a
pesar del miedo su pene respondió pronto, se quiso imaginar a la mulatita ya
difunta…
Buen garañón, respondió su
organismo, la mujer le dijo que se recostara y se le encaramó comenzando a trotar feliz hasta que dio de
gritos. Para ella había valido la pena el regalo de ese nuevo esclavo, bien
dotado y guapetón.
Fabricio no sabía si llorar
o reírse ahí tirado, virtualmente violado por una mujer y por primera vez en su vida. La gorda como
que le adivinó el pensamiento y le dijo.
-A ver papucho, abre el hociquito que te
voy a quitar la sed-Destapó la botella verde de Buchanan’s, le dio un enorme
trago ella y el buche se lo pasó en un asqueroso beso al rehén, después le regó
whiskey sobre el miembro y comenzó a
devorarlo de nuevo, no sin antes dejar a Fabricio ahora sí beber de la botella.
No atinaba a qué hacer o qué
pensar que estaba sucediéndole. ¿Seguiría inmerso en una gran pesadilla como
cuando mezclaba marihuana con otras sustancias y alcohol para alucinar?
Sintió morir un poco y despertar
a la vez cuando por fin eyaculó en el paladar de la chimuela mujer, feliz por el banquete de semen que se
embarró en la cara.
-Ay cabroncito, esto es la mejor crema
para que no me salgan más arrugas. Te
voy a alimentar muy bien para que me dures, además si te portas cariñoso no te
vas a arrepentir, te voy a dar muy buena vida…¡papucho!
-Me llamo Fabricio, le dijo tímido.
En eso sonó un aparato de
teléfono celular entre el vestido tirado en el suelo. Sin dejar su montura
humana, la hechicera contestó la llamada:
-Sí, ¿qué pasó ahijadito Marck
Arthur,?
-Buenas tardes,¿ya descansó madrina
Herlinda?
-Ajá…muy bien.
-¿Qué onda con el esclavo que le
regalé?
-Excelente yo diría…me gusta y me lo
quedo, como quedamos antier
-¿Ya lo puso a chambear en su
obligación?
-Fíjate que madreado y todo me acaba
de responder a toda madre…
-¿Entonces siente que le sí acomoda?
-Justo a mi medida…calza grande.
-¿Entonces lo dejamos vivir y lo podrá
usted dominar?
-Claro, yo lo sabré manejar para que
se porte dócil.
-No se confíe por la calentura
madrinita, acuérdese que estaba con el Chapo
-Sí ya sé, pero nada más es para tenerlo
aquí y no para llevarlo a presumir a ninguna parte…en eso quedamos ahijado, de
aquí nunca saldrá.
-Que conste madrina, al primer mal
detalle que lo maten los guaruras. Yo voy a salir a un jale de negocios.
-¿Te vas a Culiacán unos días?
-También al terruño, pero antes tengo
cositas que arreglar en Morelos con los escoltas del Gobernador Marco Toño.
-Bueno, tú sabes lo que haces, pero no
desperdicies el precio de oferta de los condominios en Cuernavaca que te
ofrecen mis ahijados los chamacos Bribiesca
-¿Como se llaman los edificios?
-Es el Elbuks del Conjunto
Jaltitude, cerquitita de lo que fue el
Casino Selvático; están bien chingones para andar de perfil bajo he hecho buenos
trabajitos y limpias por ahí.
-Oiga madrina, pero si me voy de fijo
por allá dejando Tepoztlán y Temixco, ¿usted convence a mi masajista la chamaca
Vera de irse conmigo de planta?
-No te encules Marck Arthur, chamacas
“virgencitas” sobran por unos cuantos pinches pesos y esa niña es menor de
edad, apenas está en la Preparatoria particular de chamacos payuyis, tú ya eres
cincuentón.
-¿A poco nomás mi primo pudo como con
Emmita?.Usted vea como convence a los familiares, ni modo que de todos modos me
la lleve, pero como huérfana si no le dan chance sus papis…
-No te pases de cabrón ahijadito…ya te
dije que por un tiempo será prudente que cambies de residencia a Morelos para
que no te vayas a encontrar con tu primo el Chapo; no sea que a los dos se les
calienten los ánimos y La Barbie ya no pueda controlarlos a unos y otros.
-Pues nosotros todavía no acabamos de
desquitarnos de lo del Mochomo madrina, nada más verás qué fiestecita le
estamos preparando en Culiacán a su hijo Edgar para mayo.
-Tranquilo ahijado, que el Creador te
ilumine y la santa muerte te cubra con su manto y te custodie San Malverde…por
ahí no se te olvide mandarme aunque sea unos cien mil verdes.
-¿Nada más eso necesita?
-Tengo que pagarle a los músicos
bongoceros y al personal de seguridad, además ahora tendré otra boquita que
mantener y vestir chíngón,ja,ja,jáaa..
-Ahí usted sabe madrina Herlinda, pero a
ese cabrón Fabricio no lo deje ni asomarse a la calle hasta que lo haya
transformado en zombie. No se le ocurra andarlo presumiendo antes de tiempo y a
ver si no le sale maricón, ya ve que
nunca se chingó a la masajista de mi primo.
-¿Qué paso ahijado?, acuérdate que soy
mujer y buena con mis pócimas de amor que levantan el ánimo como el caldo de
cuatete rompecatres…de mi cuenta corre.
-Dios me la cuide madrinita, nos vemos y
ahí le mando los cien mil esta tarde, pero por favor me guarda dos toneladitas
que en la noche van a echar en vuelo
rasante cerquita de la islita…los de la ministerial y la federal ya están
“entrados” para no estorbar en el trasiego.
-No tengas cuidado ahijado…¿cuándo les
he fallado?
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