CONTEXTO POLÍTICO
Tres años de cero resultados
Por
Efraín Flores Iglesias
Todo
ocurrió en la mañana de aquel 20 de agosto de 2009, cuando un grupo de
pistoleros acribilló en el interior de su vehículo –un Mercedes Benz de color
blanco– al legislador perredista Armando Chavarría Barrera. La noticia
trascendió a nivel internacional.
Zeferino
Torreblanca Galindo,
en ese entonces gobernador de la entidad, condenó el crimen y anunció que la
Procuraduría General de la República (PGR) enviaría un grupo especial de
investigadores para apoyar las pesquisas.
Hasta
el momento no se sabe nada del caso. No hay detenidos, y al parecer ni siquiera
se le está dando seguimiento.
Los
familiares del extinto perredista exigen justicia, pero solamente han
encontrado la insensibilidad de las autoridades. Martha Idalia Obezo Cázares
ha denunciado en reiteradas ocasiones que, las instituciones de impartición de
justicia, solamente le dan largas al asunto.
A nadie se
le olvida aquella noticia que a muy temprana hora se dio a conocer el 20 de
agosto de 2009: “Asesinaron a Armando Chavarría”.
Y no era
para menos. Chavarría era en ese momento el candidato natural de la izquierda
para competir para la gubernatura y suceder a Zeferino Torreblanca. No tenía un
competidor fuerte para ganar la candidatura del PRD; de hecho, hasta el PAN lo
iba a respaldar.
Los más
afectados con la muerte del político igualteco, fueron sus discípulos de la
expresión Polo Guerrerense de Izquierda (lo que actualmente es Grupo Guerrero).
Aunque también es necesario manifestar que David Jiménez Rumbo se
benefició demasiado con la situación, ya que se convirtió en el principal
negociador de ese grupo, al grado de hacer a un lado a la viuda del que fuera
su mentor político.
En
lugar de exigir a que las autoridades esclarezcan el asesinato de Chavarría,
Jiménez Rumbo le vale un comino si se hace justicia o no; es más, todavía en
2010 participó en la definición del candidato de las izquierdas a la
gubernatura.
Otro que
se benefició con la muerte de Chavarría fue el propio Ángel Aguirre Rivero,
ya que un año después se convirtió en el candidato del PRD, luego de romper con
el PRI.
Las
circunstancias favorecieron al ometepequense y no puede negar que la muerte del
perredista le permitió aparecer en la boleta electoral el 30 de enero de 2011.
Que haya derrotado en las urnas a su primo Manuel Añorve Baños y al
priismo en general, es otra situación, pero de que se benefició, se benefició.
Qué caso
tiene que a Armando Chavarría le hagan mil homenajes, si su muerte no se
esclarece. Si no se hace nada ahora que gobierna el PRD, menos cuando deje de
gobernar la entidad.
Lo cierto
es que varios perredistas prefieren no exigirle nada a su jefazo Ángel Aguirre,
porque lo único que más les importa en estos momentos es seguir pegados al
presupuesto.
La
cuestión es que ya son tres años de impunidad. Dos años con Zeferino
Torreblanca y 1 año con el jefazo de los ilusos aguirristas.
ENTRE
OTRAS COSAS…
La semana pasada, el dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell
comparó al ex candidato del PRD a la presidencia de la República, Andrés
Manuel López Obrador de actuar de manera ridícula al presentar como pruebas
para invalidar la elección del pasado 1 de julio, borregos, pollitos, entre
otros animales que supuestamente repartieron los priistas para coaccionar el
voto. Ahora, los tricolores, ya comparan al Peje con Noé, el
protagonista del diluvio universal que construyó un arca grande para llenarlo
de animales de diferentes especies.
…Hay una
pregunta que es necesario plantearle a los perredistas: ¿Quién pagó todos
los gastos de la famosa Cumbre de las Izquierdas que se llevó a cabo hace unos
días en el puerto de Acapulco, en donde se dieron cita personalidades de la
cúpula del perredismo nacional?
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