Dirigentes
del partido del sol azteca PRD buscan darle vuelta a la hoja tras la elección y
ocupar ya los espacios obtenidos en el Congreso de la Unión y en los estados de
la República
CIUDAD DE MÉXICO
(www.libertadguerrero.net).- En el
Partido de la Revolución Democrática (PRD) no hay un ambiente de derrota. Pese
a que la desventaja sobre el triunfador de la elección presidencial se
amplió de 0.56% en 2006 a 6.6% en 2012, según los cómputos oficiales, en
este partido hay resignación y poca autocrítica.
A diferencia del Partido Acción Nacional (PAN), en
el Sol Azteca no hay reparto de culpas, nadie plantea que se debe “refundar”
este instituto político ni mucho menos renovar sus órganos de dirección.
Algunos dirigentes perredistas sugieren que su
abanderado presidencial, Andrés Manuel López Obrador, no dio para más en estos
comicios, pero hasta ahí. En general, todos quieren darle la vuelta a la página
a este episodio electoral y ocupar ya los espacios obtenidos en el Congreso de
la Unión y en los estados de la República.
El acompañamiento al “Plan Nacional por la Defensa
de la Democracia y la Dignidad de México”, anunciado por López Obrador, es mero
discurso. Lo que más desea la cúpula de este partido es que no se repitan las
movilizaciones de hace seis años.
No
hay razón para cambios, el triunfo es de todos
Tras el descalabro electoral en 2009, la bancada del
PRD en la Cámara de Diputados aumentará casi un 40%, al pasar de 60 a 101
curules. Este partido mantendrá casi el mismo número de escaños en la Cámara de
Senadores y llegarán al gobierno no sólo en el Distrito Federal, su principal
bastión, sino en entidades como Morelos y Tabasco con candidatos que no eran
precisamente los más cercanos al tabasqueño.
“El triunfo es de todos”, suelta Jesús Ortega,
coordinador de la principal corriente del PRD, Nueva Izquierda (NI), ante voces
como la senador del Partido del Trabajo (PT), Ricardo Monreal, que afirman que
gracias a López Obrador la izquierda ganó espacios en esta elección.
El presidente nacional de este instituto político,
Jesús Zambrano, presume que la dirigencia entrega buenas cuentas y no hay
motivo para pensar en cortar cabezas .
“Me pregunto si hay alguna razón para que no quede
en la presidencia nacional del PRD. Yo creo que estamos entregando muy buenas
cuentas como partido, como equipo nacional, como dirección y desde luego que
tenemos que discutir y es el debate que tenemos que empezar abrir, el papel de
la izquierda y del PRD en el país en la nueva coyuntura con esta fuerza tan
importante, este impulso tan grande que logramos”, sostiene.
No es el único que opina de esa manera. El pasado
jueves, la Comisión Política del PRD respaldó la permanencia de sus integrantes
y del Secretariado Nacional, hasta marzo del 2014, cuando vence el periodo para
el que fueron electos.
Sólo se alistan para sustituir, a finales de este
mes, aquellos dirigentes que son legisladores electos y que están
obligados -según las normas internas del partido-, a dejar sus cargos en la
dirección nacional. Entre ellos la secretaria general, Dolores Padierna, los
secretarios de Organización, Ángel Cedillo, de Acción Política Electoral,
Socorro Ceseñas y casi media decena de integrantes de la Comisión
Política Nacional.
De haber cambios “sustanciales”, estos serían a
mediano plazo y obedecerían a un eventual pacto entre el jefe del gobierno
capitalino, Marcelo Ebrard, y NI con miras al 2018, no por los resultados
electorales, deslizan algunos dirigentes.
Advierten además que ambos grupos podrían quedarse
con la presidencia y la secretaría general, como intentaron en marzo del 2011.
De entrada, se espera que prominentes personajes de NI, como el senador Carlos
Navarrete o el propio Zambrano, se integren al gabinete del próximo jefe de
gobierno Miguel Ángel Mancera. El presidente perredista dice que no dejará su
encomienda.
¿Refundación…
para qué?
Para Jesús Zambrano, el PRD “más que refundarse,
debe redimensionarse” y actuar como lo requiere la situación en el país.
“Con independencia de lo que resulte el juicio en el
Tribunal Electoral, somos una segunda fuerza y vamos a aprovechar este nuevo
impulso que hemos tenido para el bien del país y ahí deberán formar parte
Andrés Manuel, Marcelo, Cuauhtémoc Cárdenas y nuestras grandes personalidades”,
señala.
En efecto, este partido no se detiene a esperar lo
que decida López Obrador en su lucha post electoral. Sus dirigentes se ocupan
ahora de los enroques en la Comisión Política y el Secretariado
Nacional, de los ajustes al interior de las corrientes, de la agenda
legislativa y hasta empiezan los escarceos por las coordinaciones
parlamentarias.
Dolores Padierna, secretaria general, sostiene que
aún cuando no han logrado la presidencia y es una agenda pendiente, su partido
ha dado un salto cualitativo y cuantitativo importante, por ello, opina, debe
concentrarse en la agenda que llevará al Congreso de la Unión y a los gobiernos
estatales.
“Debemos ser una izquierda que deba sepa ser
oposición, una oposición inteligente, con estrategia y sepa cuál es su papel
histórico”, apunta.
Entre las pocas voces críticas, Hortensia Aragón,
coordinadora de la corriente Foro Nuevo Sol (fundada por la exgobernadora
Amalia García y cercana a Marcelo Ebrard), sostiene que hace falta una
discusión seria sobre el papel de la izquierda y los partidos en general.
“Que nos vaya bien no significa que estemos
satisfechos…Otros seis años de lo mismo tiene que ver con la falta de
posibilidades, de opción para nosotros y eso hay que revisarlo. La gente no nos
aceptó con nuestro candidato (presidencial), en términos generales, porque
nosotros tenemos que ganar con mucho. No porque yo acepte que haya condiciones
equitativas para la contienda, no las hay, pero debimos haber rebasado con
mucho”, afirma.
Luis Sánchez, senador electo y dirigente de la
segunda corriente más importante de este instituto político: Alternativa
Democrática Nacional (ADN), coincide también en que debe hacerse una revisión
profunda de la situación del PRD “no puede seguir siendo lo que es hoy, pero
esto se circunscribe en una crisis de partidos…tienen que cambiar y modificar
sus formas de hacer política”.
Nadie quiere plantón
En el Sol Azteca nadie quiere plantón ni mucho menos
una reedición del 2006, cuando no sólo desconocieron al gobierno federal sino
cancelaron cualquier posibilidad de diálogo, por lo menos durante los primeros
años de la actual administración.
“Todos conocimos los efectos del plantón, no fueron
positivos para el PRD, para la causa de la izquierda en su conjunto, también de
nuestros errores hemos aprendido. Hoy nadie está planteando algo así”, dice
Luis Sánchez, al tiempo que reconoce que no fue una buena decisión haberse
quedado al margen en las discusiones en el Congreso.
En tanto, Hortensia Aragón opina que no hay
condiciones para repetir la estrategia poselectoral del 2006, “segundas partes
no son iguales”, agrega.
Más de un dirigente cruza los dedos para que el plan
de defensa de López Obrador quede en meras “asambleas informativas”. Ayer mismo
el aspirante presidencial señaló que ese plan estará encaminado a “informar”
sobre lo que ocurrió el 1 de julio con la compra de voto y las violaciones al
artículo 41 de la Constitución.
AMLO,
Morena y el DÍA
Dolores Padierna, afirma que López Obrador seguirá
siendo un activo importante para el perredismo. Considera que es una mera
especulación que vaya abandonar el partido y cree uno propio con su Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena).
Otros dirigentes, que prefieren no ser citados,
afirman que “Morena evidenció su fracaso en la pasada elección” y suponen que
el ex jefe de gobierno capitalino, buscará influir de nueva cuenta en las
decisiones del PRD. En ese escenario, anticipan, el tabasqueño encontrará
resistencia pues las corrientes menos afines y hasta antagónicas como Nueva
Izquierda tienen mayoría en los órganos de dirección del partido y en el
Congreso de la Unión.
Con más cargos y espacios en el gobierno, los
perredistas están convencidos que los partidos de izquierda debe seguir juntos
pero no revueltos.
Hoy, nadie invoca ni el partido frente, ni al
partido único al que hizo alusión Manuel Camacho Solís, coordinador del Diálogo
por la Reconstrucción de México (DIA), cuando signaron el convenio de coalición
electoral entre PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC).
“Somos tres partidos diferentes, cada uno tiene que
tener su logotipo, cada uno tiene su propia autonomía pero se habla de tener
unidad en las tres izquierdas, es unidad programática, unidad de acción, unidad
para los temas estratégicos”, deja en claro la aún secretaria general del PRD.
Por Brenda Herrera
Julio/18/2012
www.libertadguerrero.net
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