¿
Comienza a epilogarse
el
final sexenal?
Cumplir
56 años siendo gobernador por segunda vez de su entidad natal, no es algo muy
común que se le dé a ningún mexicano ni ser humano en este planeta.
Por
eso y muchas cosas más, felicitamos muchos al economista de Ometepec Angel
Aguirre Rivero, aquel entusiasta estudiante que ya comenzaba a destacar en la
SECOFI allá por 1979 con Gilberto Suárez Herrera, Arturo Castillo y Jorge
Tamayo; se había colocado bien pero ya le
andaba por regresar a su amado estado de Guerrero y tuvo el valor de
presentársele a pedir trabajo al entonces mandatario Don Alejandro Cervantes
Delgado, con quien tantas cosas aprendió
de la política exitosa. Ya lo acompañaba la gran compañera de su vida Laura del
Rocío Herrera Alvarez, con la que logró forjar una familia unida y estable.
Le
hicimos llegar un respetuoso, agradecido y sentido abrazo deseándole ante todo
mucha fortaleza para aguantar los nuevos embates que ya vienen; sus enemigos no
descansan azuzando gremios para menearle el tapete y cuando no es Chana es
Juana, o si no llueve le llovizna, o le tiembla y no precisamente porque los
paisanos estén zapateando chilenitas o quiera resucitar el volcancito cercano a
Ometepec o el Popocatépetl le vaya a dar una
dura lección a Felipe Calderón Hinojosa por andarlo invocando en queja.
Hablando
precísamente de nuestro primer mandatario, que por alguna extrañísima
razón como que quiso adelantar su sexto
y último informe de gobierno antes de que comenzara la estúpida veda electorera
que a todos los políticos de altura les acomodó una mordaza o bozal, corren por
los pasillos de la tenebra de inteligencia y contrainteligencia federal y del
mundillo diplomático, versiones muy “cañonas” con graves pronósticos de
diferentes escenarios para el amanecer del próximo 2 de julio, pero antes de
entrar en materia, es imposible soslayar un asesinato que no fue otro más nada
más, sino el inicio del epílogo del cruento sexenio panista:
El
viernes 20 al filo de las 18:21 hrs en las esquina de Lago Como y Lago
Trasimeño en la Colonia Anáhuac del DF, frente al taller mecánico donde
arreglaban el consentido Mercedes Benz del General retirado Mario Arturo Acosta
Chaparro Escápite, fue ejecutado
arteramente de dos balazos en la cabeza y uno en el tórax por sicarios en
motocicleta, bien cabe aquello de que la confianza mató al gato y al mejor
cazador se le va la liebre…
Más
de cuarenta y cinco años de eficaces
servicios le dio al sistema en las tareas estratégicas que se le asignaron
contra la delincuencia y la guerrilla en funciones policiacas, sin dejar de
pertenecer al Ejército Mexicano, que por algunos problemillas en supuestos
nexos con el narco lo enjuició y sentenció a prisión sin pruebas contundentes
ni suficientes, pero al principio del sexenio de Felipe Calderón fue rescatado,
exonerado y reincorporado a tareas de inteligencia y contrainteligencia en las
que él era el amo y señor, convirtiéndose en leyenda.
Para
muchos, su última misión fue rescatar con vida al abogado panista Diego
Fernández de Cevallos y en este caso
igual sufrió un atentado y fue balaceado en mayo del 2010, pero el viernes pasado no se le pudo escapar a la
muerte y tocó la raya de su destino final.
Mario
Arturo Acosta Chaparro Escápite, un General mexicano del que no se puede opinar
a la ligera y no hay báscula que alcance para hacer un justo balance de sus
logros y sus errores. Mis sentidas condolencias a sus familiares y amigos cercanos.
Ahora sí, a mi tema principal de hoy.
Lo
primero que es muy seguro, es que tres partidos políticos difícilmente
aceptarán que el cuarto competidor o competidora les haya ganado en los ociosos
y onerosos resultados preliminares, que son un
gran negocio que en mala hora se les ocurrió, pues sobrecalienta los
ánimos antes de que se conozcan los
conteos oficialmente válidos, que como quieran son impugnables.
Júrelo
que escucharemos de nuevo aquella exigencia
de reconteo voto por voto y casilla por casilla, de parte de más de un
contendiente que se sienta defraudado; pero podrán hacer circo maroma y teatro
porque en nuestra legislación electoral aún no se contemplan las segundas
vueltas como en otros países, aunque sí
podría darse la anulación del proceso electoral completito, que sería
mucho más grave.
Existe
la probabilidad de que ahora no se les ocurriera plantarse “pacíficamente” en
avenidas céntricas de la capital del país, sino en los mil principales
municipios de la república como se planeaba para el trágico 94’; pero este 2012
sería saqueando comercios, incendiando negocios y autobuses, lapidando
inmuebles y enfrentándose a las fuerzas públicas locales de cada región,
motivando entonces que las fuerzas armadas nacionales, Ejército y Marina, tuvieran
que sofocar la revuelta como fuera, interrumpiendo garantías individuales ante
el eventual inicio de una guerra civil mediante guerrilla urbana. ¡Así de
fácil, así de grave!...
Los
síntomas que acusa la “partidocracia” en este pésimo y sucio reparto de
candidaturas en todos los estados de la república, así es como obliga a
calcular las consecuencias. Ahorita ni
dentro del PAN, PRD, PRI, Movimiento Ciudadano antes Convergencia,
PANAL, Verde Ecologista y PT existe calma, unión ni disciplina, solo la arrebatinga
tras la subasta con encuestas tramposas.
Los
candidatos aspirantes presidenciales Quadri, Vázquez Mota, Peña Nieto y López
Obrador, como quien dice andan chiflando solitos en la loma, batallando contra
sus dislates o achaques y los errores de estrategia de sus equipos de campaña
que no atinan a salirse de la clásica guerra de lenguazos y pastelazos
estilo carpas de pueblo.
Ninguno
de los cuatro “magníficos” nos convence todavía de que sea mejor que los otros tres, pero sí en conjunto de que juntos no hacen uno que
deveras valga la pena para cambiar este México,
recientemente retratado cabalmente por esos “niños incómodos”, en el
cortometraje que generosamente patrocinó Don Alberto Bailleres, otrora amo y
señor de la cerveza mexicana y ahora magnate de los seguros.
Por
el estilo personal de gobernar de Felipe Calderón Hinojosa y el de su brazo
derecho en la pésima guerra fallida
contra el narco, que costó miles de
vidas y millonadas estratosféricas en
adquisiciones de equipo, armamento, pertrechos, vehículos, uniformes,
radiocomunicación, viáticos y salarios para 36 mil disque súper policías que no
pudieron o no los dejaron encontrar a cinco o seis capos intocables,
necesitarán para cubrir la retirada
dentro de unos meses o semanas, planear un gran final digno de película de
acción y horror policiaco, al estilo mal hechote y atropellado de Seguridad
Pública Federal al mando del Sheriff de sheriffes mexicanos Genaro García Luna,
el “Durazo” del calderonato.
¿Quién
estaría en el reparto estelar como el villano protagónico por fin encontrado y
capturado antes de ser eliminado, o en el mejor de los casos llevado con vida a
declarar en los USA ante la DEA?...
Adivinó
usted amable lector, obviamente que el sinaloense de La Tuna, Badiraguato que nació
en 1957 para ser estrella de prisiones de alta seguridad y “el malo” de la
película, personaje del que nadie entiende ¿como si estuvo preso de mediados de
1993 a enero del 2001 en penales de altísima seguridad como Almoloya, estado de
México y Puente Grande, Jalisco, logró amasar una fortuna personal calculada en
más de mil millones de dólares según la revista norteamericana Forbes, tras
once años de andar de fugitivo?…
Con
razón la temeraria reportera que
trampolinea información clasificada y filtrada, Anabel Hernández, asevera en su
best seller “Los Señores del Narco”, que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera tiene jefes y grandes
socios entre los empresarios más prestigiados y respetables de México.
Para
colmo de todo, El Chapo Guzmán es ahora como el
fiel de la balanza electoral; si lo capturan y lo matan o entregan vivo
a los USA, podría ser la justificación de tantos errores cometidos en la fallida guerra contra el narco que solamente alborotó el avispero y con eso facilitar la
permanencia del PAN en Los Pinos y la de Barack Obama en la Casa Blanca.
Indudablemente
una puesta en escena que debieran encargarle a los cineastas que produjeron y
realizaron ese cortometraje de “Los niños incómodos”; en cuatro minutos bien
podría resumirse este ajetreado sexenio
que solo Dios sabe cómo podrá terminar, si con el mandatario en Los Pinos aún
en diciembre, o en el exilio desde antes…
Por
vía de mientras, estos meses del año han estado atareadísimos en las oficinas
de recepción, observación y clasificación del purgatorio con tantos personajes
que les han llegado, de la talla de Miguel Nazar Haro, Jorge Carpizo Mc Gregor;
Miguel de la Madrid Hurtado y ahora el General Acosta Chaparro.
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responsabilidad exclusiva de quien los firma. Libertad Guerrero
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