De su familia y sus inicios en el teatro, de su trabajo en el cine mexicano, de los estereotipos hollywoodenses y la cinta que lo tiene nominado al Oscar, habla aquí el actor mexicano
MONTERREY (www.libertadguerrero).- Demián Bichir ha leído y
visto historias de migrantes muchísimas veces, igual que millones de personas,
pero cuando leyó el guión de la película A Better Life (Una vida
mejor) se prendó de él. “Me encontré con un guión real... con una
producción que no tiene esos trucos hollywoodenses”, dice.
Por
su actuación fue nominado al Oscar en la categoría de Mejor Actor por la
Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, y estará el próximo 26 de
febrero en el Teatro Kodak de Los Ángeles, California, pisando la alfombra
roja.
Él
y sus hermanos crecieron desde niños en el teatro profesional, con los mejores
actores, los mejores directores, los mejores escenógrafos, y reconoce que sí ha
pasado por su cabeza el “sueño guajiro” de todo actor de recibir ese “monolito
dorado... Quien lo niegue, pues está haciéndose guaje”.
En
la entrevista que concedió para el programa En
15 con Carlos Puig, Demián Bichir da un paso más sobre este sueño y asegura
que quiere ganar. “Esto es como el Mundial: el que no quiera ganar que no
vaya”.
Su
trayectoria como actor es muy amplia en cine, telenovelas y teatro, y hoy su
vida ya cambió. Sus seguidores lo persiguen a donde llega, y él, feliz, emocionado
y sencillo como siempre, firma autógrafos y se toma fotografías. “Vamos por el
chiquitín dorado”, asegura quien se autodefine como un “pata de perro que nunca
ha podido estar en paz en ningún lado”.
CP:
¿Crees que Anthony Quinn sí era mexicano, o tú eres el primer mexicano que
tiene la nominación? ¿Cómo arreglamos ese asunto?
DB:
¿Cómo le hacemos? No, no... En primer lugar ya no está pa’defenderse don
Anthony...
CP:
Entonces eres el segundo mexicano.
DB:
Además creo que él nació en Chihuahua.
CP:
La última vez que platiqué contigo se trataba de la película Hidalgo...
¿Te han pasado tantas cosas en los últimos años?
DB:
¿En los últimos 38?... Yo siempre he sido “pata de perro” y mis padres siempre
hablan de eso, porque desde chiquitín nunca me he podido estar en paz en ningún
lado. Desde que llegaba de la escuela ¡pum!, me salía de la escuela con el taco
a jugar fut, y siempre he tenido la necesidad de moverme y moverme
constantemente. Y fue justamente por eso que me fui a vivir a Nueva York cuando
estaba muy chavo, como a los 21 o 22 años, más o menos, a tratar de aprender
inglés porque lo que me enseñaron en la secu, pues no..., era de pluma:
pen..., y de ahí, me mudé a Los Ángeles, y he andado desde entonces yendo y
viniendo...
CP:
¿Qué tenía esta película, qué crees que tiene hoy por todo esto que te está
pasando? ¿Qué le viste, qué tiene? ¿Qué es esta película?
DB:
Cuando leí el guión… En primer lugar, Chris Weitz su director, cuando me invitó
a audicionar para otra película que apenas estaba armando, me platicó de este
proyecto que aún no existía, ni siquiera había un guión. Después me mando el
guión y me enamoré. Hemos visto historias de migrantes muchísimas veces, y de
ésta lo primero que me llamó la atención es que era real. Porque yo tengo mucho
tiempo viviendo en Los Ángeles, yendo y viniendo y demás, pero conozco muy bien
cómo funcionan las cosas allá y hablo con mis paisanos prácticamente todos los
días, en cualquier parte, y me encontré con el guión real... Es real, es
emotivo y aun siendo una producción hollywoodense no tiene esos trucos
hollywoodenses, y eso es muy complicado de encontrar por allá.
CP:
¿Te refieres al guión? ¿Es decir, no tiene la trampita de la demagogia, de la
cosa fácil?
DB:
Sí..., hay un A, B, C que siempre te impone, o truquillos extraños, baratos o
gratuitos... Entonces fue muy impactante esa primera lectura y lógicamente me
encontré con un personaje maravilloso.
CP:
¿Qué te ha pasado con los paisanos cuando la ven?
DB:
Lo primero que me dicen es: “Ésa es mi historia, la historia de mi papá, de mi
tío”... Y ellos la pudieron ver hasta que salió el DVD. Y ésa es una de las
cosas: tratar de convencer al estudio hollywoodense de que no se gastara mucha
energía en llevar a mis paisanos al cine, porque ellos no van al cine. En primer
lugar no tienen tiempo, cuando tienen chance se van a su casa, descansan y ven
en la tele o rentan una peli o algo… entonces la vieron después en
DVD... Me hablan todos los días de las películas que hacemos acá (en México),
pero ahora particularmente se han identificado mucho con esta película (A
Better Life).
CP:
Supongo que hace 15 años te imaginaste pasar por esa alfombra roja, estar
ahí... ¿Nunca lo habías soñado? ¿Ahora me vas a decir que nunca te había
pasado?
DB:
Yo creo que todos los actores hemos visto alguna vez la entrega de los Oscares
y por lo menos, aunque sea un segundo, ha pasado por nuestra cabeza el sueño
guajiro y decir: “¿Qué pasaría si yo me subo ahí y recibo ese monolito dorado?
¿Qué dirían, o qué pasaría?”... Yo creo que todos hemos pasado por eso, y quien
lo niegue pues está ahí haciéndose guaje.
LA
NOMINACIÓN
Demián
Bichir tiene muy claro que no por esta nominación a Mejor Actor le van a llover
propuestas, llamadas, porque “hay mucha gente” a la que no se le multiplicaron
las ofertas de trabajo, aunque “por supuesto eso es el objetivo fundamental”.
Dice
que se necesitan buenos proyectos, y al preguntársele si tiene muchos llamados,
precisa que “hay mucha gente que no sabe la cantidad de veces que dices que no
a un montón de cosas..., sobre todo allá (en Los Ángeles), porque no sabes los
estereotipos y los clichés que abundan en el cine hollywoodense respecto a los
personajes mexicanos o latinoamericanos. Entonces hay un montón de cosas a las
que terminas diciendo que no aunque haya buena lana y aunque se vayan a
explotar en todo el mundo”.
CP:
¿Y habrá la tentación de decir “no quiero ser el cliché”? Porque te deben poner
mucho billete para decir: “Mira, a éste que ya es conocido lo ponemos en este
estereotipo perfecto”.
DB:
Lo intentas, y lo que pasa mucho es que cuando te venden un personaje, te
venden otros 10 iguales. Por ejemplo, lo que hicimos en la teleserie Weeds...
me mandaron un par de guiones…
CP:
Eras político narco.
DB:
Incluso el personaje con el mismo apellido... La imaginación de Hollywood a
veces es tan reducida que usan las mismas frases, el mismo apellido, lo
describen igual, que se vista igual, como lo hicimos en Weeds. No tienes
que decir que no, pero yo digo que no.
A
Bichir le pasó, además, una cosa increíble: ser nominado al Oscar y estar en el
Teatro de los Insurgentes de la Ciudad de México a escasos metros del público
con la obra Nadando con tiburones. Él comenta que fue una coincidencia
rarísima porque justamente Claudio Carrera, el productor, “estaba también en
Nueva York y cenamos con un grupo de amigos, y platicábamos de la obra. Nos
tardamos cuatro años en montar esta obra porque cuando yo podía no había
teatro, y viceversa. Si hubiéramos planeado todo esto, y pensado todo esto,
cualquiera pensaría que estábamos locos, porque cayó exactamente el mismo día
del anuncio de la nominación (un martes) y después abrimos al público (el
jueves) la obra”.
CP:
¿Qué te hace venir a México y estar en teatro? ¿De qué te sirve como actor?
DB:
Mis hermanos y yo crecimos en el teatro igual que mis padres. Ellos se
enamoraron, estudiaron teatro en Torreón y se mudaron a la Ciudad de México;
aquí nacimos mis hermanos y yo, y crecimos así en el teatro. Todo lo que
aprendimos fue a través del teatro profesional que ya hacíamos desde chavillos.
Estuvimos en la Compañía Nacional de Teatro hace muchos años, con los mejores
actores, con los mejores directores, los mejores escenógrafos, directores
extranjeros también, musicalizadores. Y cuando eres niño, como nadie quiere tu
opinión, es cuando mejor aprendes, cuando más rápido aprendes; escuchas y
observas todo mucho más claramente. Siempre hay esta necesidad de volver al
teatro, y habían pasado cinco años desde la última vez que hice algo con mis
hermanos; precisamente hicimos (la obra) Extras, y hasta ahora pudimos
armar Tiburones...
CP:
Y, además, que Ana de la Reguera tuviera el tiempo también…
DB:
Sí, todo coincidió afortunadamente, y luego Claudio Carrera me dijo un día:
“Oye, qué te parece si la dirige Bruno” (Bichir, su hermano), y le contesté:
“Me parece maravilloso, porque es una locura de idea y vamos a ver qué pasa”. A
Bruno, como comprenderás, lo conozco desde chiquito y sé la clase de monstruo
que es, como actor y como creativo; produjo también Crónica de un desayuno,
una crónica maravillosa... como director-actor nunca nos habíamos encontrado, y
me he llevado una maravillosa experiencia: se ha convertido en un maestro, en
un tipo muy agudo.
LAS
MIELES DEL TRIUNFO
CP:
¿Las reuniones familiares son diferentes?
DB:
No son diferentes, siguen siendo igual de alegres...
CP:
¿Igual de cariñosas?
DB:
Igual de cariñosas.
CP:
¿Qué vas a hacer ese domingo 26 si no va a haber teatro? Tienes un compromiso
en Los Ángeles. ¿Ya pensaste qué vas hacer ese día? ¿A qué hora te vas a
despertar? ¿Con quién vas? Porque te dan varios boletos.
DB:
Sí, va la familia.
CP:
¿Todos los Bichir?
DB:
Bruno no puede porque está haciendo otra obra..., dirigió Tiburones al
mismo tiempo que ensayó Traición. Va Odiseo, van mi padre y mi madre, y
mi chava, por supuesto. Son los boletos más codiciados... Me acompaña también
mi manejador.
Una
de las características principales de Bichir es reír y bromear, y cuando se le
pregunta si va a escribir algo para leer al recibir la estatuilla, responde:
“Sí, ya lo tenemos: ‘Quiero agradecer al Chicharito por todas las alegrías que
nos entrega partido tras partido’... Eso es una gloria nacional, lo demás es
una burla”.
Y
revela lo que sucedió en el almuerzo organizado para tomarse la foto de grupo.
“Hay entrevistas por aquí y por allá, y se reúnen todos... Es una especie como
de reunión familiar. Es una familia muy interesante, grande, de toda la gente
que admiras y con la que has crecido viendo su trabajo. Ahí mismo, los
productores de esta edición nos dan una serie de instrucciones respecto a
cuánto tiene que durar tu agradecimiento, te recomiendan equis clase de tips,
pa’que no la vayas a regar, y una de las cosas que te recomiendan es que no
lleves nada escrito, que no saques el papelito, porque sí es bien gacho... Pero
yo voy a sacar un méndigo boceto”.
CP:
¿Cuándo filmas algo nuevo?
DB:
Filmamos hace poco una película con Oliver Stone que se llama Salvajes,
basada en una novela de Don Winslow, que se llama igual, muy fuerte, muy
poderosa. Y yo tenía muchas ganas de conocer al viejo Oliverio Piedra y
ha sido una experiencia padrísima.
CP:
¿Y ésta se estrenará a finales de año?
DB:
Me dicen que en junio o julio, por ahí.
CP:
¡Felicidades! Pero no es cierto que ya con estar nominado es suficiente... No,
¡vamos, ve por ella!
DB:
Esto es como el Mundial: el que no quiera ganar que no vaya.
Fuente:
Milenio/Carlos Puig
Febrero/25/2012
www.libertadguerrero.net
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