WASHINGTON.- La (DEA) calificó como un “éxito” la masiva operación de redadas de los últimos tres días contra operadores del narcotráfico en su territorio, tanto por los arrestos como por la información recabada.
Más de 500 detenidos y decomisos por más de nueve millones de dólares en efectivo fue el resultado del operativo que miles de agentes estadunidenses realizaron en varias ciudades de Estados Unidos en respuesta al asesinato en México del agente Jaime Zapata.
El funcionario de la Oficina de Servicios Migratorios y Aduanales (ICE) fue muerto por desconocidos el pasado 15 de febrero, mientras que su compañero Victor Ávila resultó herido en el incidente.
“El foco real fue la inteligencia que pudiéramos obtener, no estamos preocupados por los números, porque básicamente queríamos enviar un mensaje de que si van a hacer negocios en nuestro país, vamos a investigarlos y aplicarles la ley”, dijo a Notimex el vocero de la DEA, Michael Sanders.
“Yo diría que fue un éxito, con base en los números, pero más importante, por la información de inteligencia que pudimos recolectar de estos arrestos”, añadió.
Las redadas iniciaron el miércoles pasado en San Diego (California), San Antonio (Texas), Chicago (Illinois), Detroit (Michigan), Atlanta (Georgia), Newark (Nueva Jersey), Miami (Florida) y Denver (Colorado).
En ellas participaron agentes de la DEA, el ICE y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
También colaboraron agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), así como policías estatales y locales.
Sanders precisó que en la operación, bautizada “Bombardier” por la DEA y “Héroe Caído” por el ICE, los detenidos no necesariamente fueron mexicanos sino operadores de cárteles mexicanos en Estados Unidos, sin distinción de una organización en particular.
“El blanco de las redadas fueron estos individuos que sabíamos que podían estar asociados con las diferentes organizaciones mexicanas dedicadas al tráfico de drogas”, indicó.
La Secretaría de la Defensa Nacional presentó esta semana a seis presuntos miembros de una célula delictiva de los Zetas, que operaba en el central estado mexicano de San Luis Potosí, de los cuales tres habrían participado en el crimen del agente.
Aunque la operación de las agencias policiales estadunidenses incluyó a grandes ciudades, las redadas y detenciones se realizaron también en otras ciudades más pequeñas del país.
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