Por Staff de Redacción
El español David Ferrer, ganador de la pasada edición del Abierto Mexicano de Tenis, llegó a Acapulco hace varios días y se mostró despreocupado por la situación de violencia.
''Yo llegué el jueves a Acapulco y no tuve ningún tipo de temor en regresar aquí. Nunca he tenido problema en México ni en Acapulco, los organizadores nos ofrecen todas las garantías", observó.
Ferrer se encuentra hospedado en un hotel del Acapulco Diamante, cercano al estadio, donde frecuentemente es visto en el lobby y en el restaurante, antes y después de los entrenamientos que realiza.
Algunos empleados de la hospedería confirmaron que el tenista paso parte de la mañána de este domingo en el área de la alberca, tomando el sol acompañado de integrantes de su equipo.
"David es muy amable con las personas que le piden un fotografía o un autógrafo, contrario a otras personas famosas que ni siquiera se dejan ver y cuando salen de sus habitaciones se cubren la cara para pasar desapercibidos", comentó un trabajador del hotel donde se encuentra instalado Ferrer.
En breve charla, el tenista dijo que "Acapulco es precioso" y que "la situación nada tiene que ver con la alerta" que emitieron la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y la Asociación Femenil de Tenis (WTA) que recomendaron ciertas medidas de seguridad a los jugadores.
David Ferrer dijo sentirse tranquilo y seguro "en este paraíso", y que por versiones de la gente de Acapulco, con la que ha tratado de manera directa, le han hecho saber que la violencia difundida por la prensa ocurre lejos de la sede del Abierto Mexicano, y se trata de enfrentamientos entre bandas rivales, no de acciones focalizadas contra visitantes.
LISTO PARA DEFENDER SU TÍTULO
Ferrer, sexto de la clasificación mundial, aseguró que llega con una buena carga de partidos al Abierto Mexicano de Tenis, lo cual lo pone en condiciones de defender el título conquistado el pasado año.
"Estoy con una buena carga de partidos, el año pasado fue buenísimo, pero ahora voy semana a semana", dijo Ferrer en una improvisada conferencia de prensa al concluir el sorteo del Abierto, en el que debutará contra un rival llegado del torneo de clasificación.
Ferrer, primer favorito del cuadro principal, reflexionó que regresa a Acapulco un año más viejo, pero más sabio y dejó entrever su respeto por todos los rivales: "Todos los partidos aquí son complicados", dijo.
Con una semifinal en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, el español será una de las grandes atracciones en el torneo de Acapulco, dotado de una bolsa de premios de 1,2 millones de dólares.
Al referirse al posible cambio de superficie del certamen en el 2012, reconoció que si se empieza a jugar en cancha rápida, cambiarán los jugadores, pero a él le da igual una condición u otra.
"Me da igual si cambian, me gusta mucho la tierra batida, pero para mí es lo mismo si hacen el torneo en cancha rápida", concluyó.
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