Devocional del pastor Rick Warren
“También José, que era
descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a
Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se
encontraba encinta y mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo”. Lucas
2:4-6 (NVI)
El plan de Dios para tu vida es bueno. Es para tu
beneficio. Es un plan de amor. Pero eso no significa que sea sin dolor o que
será cómodo o conveniente.
Esto fue particularmente cierto con el nacimiento
de Jesús. Las circunstancias no fueron convenientes para María y José. La
Biblia nos dice: “Por aquellos días, Augusto César decretó que se levantara un
censo en todo el Imperio Romano… También José, que era descendiente del rey
David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de
David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta y
mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo” Lucas 2:1, 4-6 (NVI).
En medio de tratar de lidiar con ser futuros padres
del Hijo de Dios, María y José escuchan que César ha emitido un censo, y todos
tienen que regresar a su pueblo ancestral.
Pongamos esto en perspectiva: si mañana el gobierno
estableciera una regla como esa, y cada persona tuviera que regresar a la
ciudad de la que eran, al mismo tiempo, sería un caos. Cada avión, tren y
automóvil se reservaría. Cada carretera estaría llena. Sería increíblemente
frustrante y notablemente inconveniente.
Ahora imagina atravesar ese caos estando en el
noveno mes de embarazo. Imagina lo inconveniente que ha de ser viajar en burro
a otra ciudad cuando estás lista para dar a luz en cualquier momento. Luego,
cuando María llega a Belén, debe tener a su propio bebé sin la ayuda de su mamá
o una partera, en un establo, rodeada de un montón de animales.
Ninguna de las circunstancias alrededor del
nacimiento de Jesús fue conveniente. Pero eran parte del plan de Dios. Se había
predicho por mucho tiempo que Jesús nacería en Belén. Los inconvenientes para
llevarlos allí eran parte de un plan más grande para José y María, un plan
mucho mejor de lo que jamás habrían imaginado.
José y María confiaron en Dios a través de su
incomodidad y miedo. Tú también puedes confiar en que muchas de las cosas que
Dios hace en tu vida son porque Él sabe más. Él puede usar algunos
inconvenientes para llevarte a donde necesitas estar, pero siempre está
trabajando para tu bien y resolviendo sus propósitos en tu vida.
Reflexiona
sobre esto:
¿Qué inconvenientes ha usado Dios para llevarte a
donde necesitabas estar?
¿Qué rasgos de carácter crees que Dios está
tratando de crecer en ti cuando enfrentas obstáculos e inconvenientes?
¿Sabes cuál es tu propósito, la razón por la que
Dios te puso en esta tierra? ¿Cómo te ha provisto para que puedas perseguir su
propósito para ti?
¿Has puesto tu fe en Jesús?
La Biblia dice que solo podemos llegar
al cielo confiando en Dios a través de su Hijo, Jesucristo. No podemos ganar
nuestro camino al cielo: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante
la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por
obras, para que nadie se jacte” Efesios 2:8-9 (NVI).
Si estás listo para aceptar el regalo
de Dios y confiar en Jesús, comienza con esta oración:
“Querido Dios, me has prometido que, si
creo en Jesús, todo lo que he hecho mal será perdonado, aprenderé el propósito
de mi vida y algún día me aceptarás en tu hogar eterno en el cielo.
Confieso mi pecado y me entrego a Jesús
para que sea mi Salvador y Señor. Jesús, quiero seguirte y servirte.
Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu
familia. En tu nombre hago esta oración. Amén".
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"¿Y cómo van a creer en él, si no
han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el
mensaje?" Romanos 10:14 (DHH)
Te invitamos a conocer el ministerio de Esperanza Diaria del Pastor Rick
Warren



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