Devocional del pastor Rick Warren
“Por la fe Moisés, ya adulto,
renunció a ser llamado hijo de la hija del Faraón”. Hebreos 11:24 (NVI)
Alguien en mi iglesia una vez me envió una nota que
decía: “Pastor Rick, como realmente no sé quién soy ni quién se supone que debo
ser, termino moldeándome a las expectativas de los demás… ¿Puedes enseñarnos a
descubrir nuestra identidad?”
Es cierto que cuando no sabes quién eres, vives
para la aprobación de otras personas. Pero Dios te ofrece mucho más. Él quiere
que vivas en la verdadera identidad que te ha dado.
La Biblia cuenta una famosa historia de alguien que
eligió vivir en su identidad dada por Dios: la historia de Moisés.
Moisés fue el líder más grande en todo el Antiguo
Testamento. Llevó a los judíos a la libertad después de 400 años de esclavitud
en Egipto. Recibió los Diez Mandamientos de Dios. A él le es acreditada la
escritura de los primeros cinco libros de la Biblia.
Pero Moisés comenzó la vida como esclavo. Cuando
niño, fue colocado en una cesta en el río mientras su madre trataba de salvarlo
del genocidio. Fue encontrado por la hija del Faraón y criado como príncipe.
Hebreos 11:24-27 resume el resto de la historia:
“Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del
faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los
efímeros placeres del pecado. Consideró que el oprobio por causa del Mesías era
una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en
la recompensa. Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey,
pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible”.
Entonces, ¿Qué ocurrió en el corazón de Moisés
entre ser esclavo y convertirse en libertador? ¿Cómo se transformó de esclavo
en príncipe? ¿Cómo estuvo dispuesto a dejar todo atrás para guiar al pueblo de
Dios? Bueno, en resumen, él creció. Creció físicamente, pero también creció
espiritualmente.
Mientras crecía, Moisés hizo todas las preguntas
que todos hacen: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿De qué se trata mi vida?
Finalmente, se decidió por la respuesta. Él
“renunció ser conocido como el hijo de la hija del faraón”. Creció y se negó a
seguir viviendo una mentira. Él conocía su identidad y eligió vivir como Dios
lo creó para ser. Eso mostró madurez espiritual.
Entonces, ¿cómo puedes conocer tu identidad dada
por Dios? Conociendo mejor a Dios.
Entre más te acerques a Dios, mejor te entenderás a
ti mismo. Eso es porque Dios es tu Creador. Entre más entiendes a tu Creador,
más te entiendes a ti mismo porque eres su creación.
Al igual que Moisés, enfrentas una elección: ¿Vas a
pretender ser alguien que no eres por el resto de tu vida? o ¿vas a optar por
vivir como la persona que Dios creó que seas?
Si eliges vivir como Dios te hizo, es posible que
algunas personas no te aprueben. Pero eso realmente no importará. Tú sabes
quién eres y hacia dónde vas. Y tendrás la aprobación de Dios.
¿Estás dispuesto a vivir con la aprobación de Dios
aunque pierdas la de otros?
Reflexiona
sobre esto:
- ¿Cómo te ayuda conocer a Dios a conocerte mejor?
- ¿En qué buenas y malas maneras crees que la vida de Moisés cambió después de que se negó a ser conocido como el hijo de la hija del faraón?
- Cuando piensas en las personas que eligen vivir la identidad que les fue dada, ¿cómo se diferencian de las personas que no lo hacen?
¿Has puesto tu fe en Jesús?
La Biblia dice que solo podemos llegar
al cielo confiando en Dios a través de su Hijo, Jesucristo. No podemos ganar
nuestro camino al cielo: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante
la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por
obras, para que nadie se jacte” Efesios 2:8-9 (NVI).
Si estás listo para aceptar el regalo
de Dios y confiar en Jesús, comienza con esta oración:
“Querido Dios, me has prometido que, si
creo en Jesús, todo lo que he hecho mal será perdonado, aprenderé el propósito
de mi vida y algún día me aceptarás en tu hogar eterno en el cielo.
Confieso mi pecado y me entrego a Jesús
para que sea mi Salvador y Señor. Jesús, quiero seguirte y servirte.
Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu
familia. En tu nombre hago esta oración. Amén".
¡Comparte este devocional con tus amigos y familiares!
"¿Y cómo van a creer en él, si no
han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el
mensaje?" Romanos 10:14 (DHH)
Te invitamos a conocer el ministerio de Esperanza Diaria del Pastor Rick
Warren



0 comments :
Publicar un comentario
Por favor, ingresa tu correo electrónico para poder contactarte posteriormente... Gracias por visitarnos.