Devocional del pastor Rick Warren
“Antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos,
separados de él por sus malos pensamientos y acciones; pero ahora él los
reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como
resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos,
libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta”.
Colosenses 1:21-22 (NTV)
La raíz del conflicto es el egoísmo y el pecado. La
cura para el conflicto es la reconciliación. Como dije,
"reconciliación" es una gran palabra que significa "hacer la
paz". Es tomar a los antiguos enemigos y convertirlos en amigos.
¿Cómo se hace eso? La reconciliación —restaurar una
relación— nunca es fácil. ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué no dejar que las
relaciones en las que tengo conflictos sigan adelante y ni siquiera preocuparme
por intentar reconciliarme con mi madre o mi padre o mi hermana o mi hermano?
Ni siquiera preocuparme por intentarlo. ¿Por qué hacer eso?
Déjenme darles una afirmación: siempre es más
gratificante restaurar una relación que resentirla el resto de la vida. Eso no
significa que vuelvas con alguien de quien te divorciaste hace diez años. No
estoy diciendo eso.
Si no te reconcilias, cada vez que pienses en esa
relación, sentirás dolor el resto de tu vida. Eso no tiene sentido. Puedes ir
por la vida teniendo personas que traerán dolor cada vez que pienses en ellos.
Cosas que sucedieron hace diez, veinte o más años. Cada vez que piensas en
ellos, te causa dolor.
Tienes que aprender a reconciliarte. Para poder
seguir con tu vida. La cura del conflicto es la reconciliación.
Reflexiona
sobre esto:
¿Por qué es necesario buscar la reconciliación en
medio de un conflicto?
¿Existe alguien en tu vida con quien necesites
reconciliarte?
¿Estás de acuerdo con la afirmación: siempre es más
gratificante restaurar una relación que resentirla el resto de tu vida? ¿Por
qué?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo,
¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión
de creer en Jesucristo y seguirlo; haz la siguiente oración:
Querido Dios:
Me asombra que quieras ser mi amigo y que hayas enviado a tu Hijo Jesús para hacer posible una relación contigo. Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como mi Señor desde hoy en adelante. Dios, quiero conocerte más y más y vivir mi vida siguiendo tus propósitos para mí.
En el nombre de Jesús hago esta oración. Amén.
La Biblia dice: “porque «todo el que
invoque el nombre del Señor será salvo»” (Romanos 10:13 NVI). ¿Invocaste el
nombre del Señor? Entonces eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios!
¡Comparte este devocional con tus amigos y familiares!
"¿Y cómo van a creer en él, si no
han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el
mensaje?" Romanos 10:14 (DHH)
Te invitamos a conocer el ministerio de Esperanza Diaria del Pastor Rick
Warren



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