Devocional del pastor Rick Warren
“¡Hiciste bien, siervo bueno y
fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a
compartir la felicidad de tu señor!” Mateo 25:21 (NVI)
En realidad, no poseemos nada durante nuestro breve
tiempo en la tierra. Dios solo nos lo presta mientras estamos aquí. La Biblia
dice, “A Dios pertenece la tierra. Suyo es cuanto ser habita en el mundo” Salmo
24:1 (NBV).
El primer trabajo que Dios le dio a los humanos fue
administrar y cuidar de las “cosas” de Dios en la tierra. Este rol no ha
terminado. Es una parte de nuestro propósito actual. Todo lo que disfrutamos
debe ser tratado como algo que Dios dejó a nuestro cuidado.
Hace años, una pareja nos permitió a mi esposa y a
mí, disfrutar de su hermosa casa frente a la playa, durante unas vacaciones. Se
nos dijo “úsenlo como si fuera suyo”, ¡y así lo hicimos! Nadamos en la piscina,
comimos la comida del refrigerador, usamos las toallas de baño y los platos,
¡Incluso nos sentimos libres de relajarnos plenamente como en casa!
Pero sabíamos todo el tiempo que en realidad no era
nuestro, así que tuvimos un especial cuidado de todo. Disfrutamos los
beneficios de usar la casa sin ser sus dueños. Fuimos administradores
responsables del regalo que se nos había dado.
Jesús a menudo se refería a la vida como algo
prestado y contó muchas historias para ilustrar nuestra responsabilidad hacia
Dios. En la historia de los talentos, un hombre de negocios evalúa la
responsabilidad de cada siervo y lo recompensa acorde. Él dice, “¡Hiciste bien,
siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más.
¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” Mateo 25:21 (NVI).
Al final de tu vida en la tierra, serás evaluado y
recompensado de acuerdo con qué tan bien manejaste lo que Dios te confió. Eso
significa que todo lo que haces –incluso tareas diarias simples– tiene
implicaciones eternas. Si tratas todo como algo que se te confió, Dios promete
tres recompensas en la eternidad:
1️⃣ Recibirás
la afirmación de Dios: Él dirá, “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!”,
2️⃣ En
seguida recibirás una promoción y
3️⃣ Se te
dará una responsabilidad mayor en la eternidad: “Te pondré a cargo de mucho
más”. Entonces serás honrado con una celebración: “¡Ven a compartir la
felicidad de tu señor!”
No habrá mayor alegría, y está disponible para
todos los fieles administradores de los dones de Dios.
Reflexiona
sobre esto:
▪️Además del dinero, ¿Qué te ha confiado Dios que
Él quiere que administres responsablemente?
▪️¿De qué manera trabajas diariamente para
fielmente administrar esas responsabilidades? ¿Cómo puedes continuar creciendo
en esas áreas?
▪️¿Has pensado alguna vez sobre tener responsabilidades
en el cielo? ¿Por qué buscarías más responsabilidades en la eternidad?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo,
¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión
de creer en Jesucristo y seguirlo; haz la siguiente oración:
Querido Dios:
Me asombra que quieras ser mi amigo y que hayas enviado a tu Hijo Jesús para hacer posible una relación contigo. Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como mi Señor desde hoy en adelante. Dios, quiero conocerte más y más y vivir mi vida siguiendo tus propósitos para mí.
En el nombre de Jesús hago esta oración. Amén.
La Biblia dice: “porque «todo el que
invoque el nombre del Señor será salvo»” (Romanos 10:13 NVI). ¿Invocaste el
nombre del Señor? Entonces eres salvo. ¡Bienvenido a la familia de Dios!
¡Comparte este devocional con tus amigos y familiares!
"¿Y cómo van a creer en él, si no
han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el
mensaje?" Romanos 10:14 (DHH)
Te invitamos a conocer el ministerio de Esperanza Diaria del Pastor Rick
Warren
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