馃敇 Hugo Aguilar Ortiz presidir谩
la Corte durante los siguientes dos a帽os, al ser el candidato m谩s votado en la
elecci贸n judicial de las acordeones, gracias al respaldo de Morena, el partido
en el Gobierno
Por Staff de Redacci贸n
CIUDAD DE M脡XICO (01/Septiembre/2025).- El olor del
copal flotaba en el escenario, una neblina de humo blanco difuminaba los
cuerpos, el pitido de las caracolas sonaba como la voz de las monta帽as.
Representantes de pueblos originarios, vestimentas ind铆genas, voces en lenguas
ancestrales. Menciones a Quetzalc贸atl y a Tonantzin, deidades aztecas, y al
sol, a la luna, a la tierra, a los ancestros, a los naguales. Dicen que tambi茅n
se apareci贸 revoloteando un colibr铆, que simboliza la esperanza, un mejor
porvenir. Todo eso que recuerda a la historia m谩s antigua, al M茅xico antes de
ser M茅xico, pero tambi茅n al M茅xico del PRI, fue recuperado del pasado y
sobrepuesto en el Z贸calo de Ciudad de M茅xico, en un escenario por el que
desfilaron los nuevos togados de la Suprema Corte de Justicia de la Naci贸n
(SCJN), electos por voto popular en los comicios judiciales de junio. El
oficialismo dispuso toda una liturgia con aires tradicionales para que los
ministros electos recibieran bastones de mando de comunidades ind铆genas, para
representar la legitimidad popular con la que inicia esta nueva 茅poca del
Supremo.
La figura central del ins贸lito evento ha sido Hugo
Aguilar Ortiz, abogado ind铆gena nacido en Oaxaca, que presidir谩 la Corte
durante los siguientes dos a帽os, al ser el candidato m谩s votado en la elecci贸n
judicial, gracias al respaldo de Morena, el partido en el Gobierno. Es la
segunda vez, en los dos siglos de historia del alto tribunal, que un ind铆gena
oaxaque帽o encabezar谩 el Supremo, despu茅s de Benito Ju谩rez, t贸tem en el credo
pol铆tico del izquierdista Andr茅s Manuel L贸pez Obrador, fundador de Morena y gran
arquitecto de la reforma judicial. “Los pueblos ind铆genas somos la ra铆z m谩s
profunda de M茅xico, somos el antecedente m谩s lejano de estas tierras”, ha dicho
Aguilar tras recibir el bast贸n de mando que le entreg贸 Martha Bautista,
alcaldesa de San Agust铆n Tlacotepec, el municipio donde naci贸 el abogado mixe.
“Sin la reforma judicial, los pueblos ind铆genas no tendr铆amos la presencia que
hoy estamos teniendo en la vida p煤blica de nuestro pa铆s”, ha destacado el
jurista. Bautista le ha dicho: “Todo nuestro poder para usted. No importando
diferencias, no importando que algunos seamos prietitos y otros g眉eritos, pero
que la justicia llegue a todos por igual”.
La pol铆tica ha irrumpido de lleno en la judicatura.
El p煤blico, conformado por grupos ind铆genas de Oaxaca, Michoac谩n, Puebla,
Veracruz, ha aplaudido a los abogados que esta noche ya despachar谩n como
ministros (solo no asisti贸 Ar铆stides Guerrero, que sufri贸 un accidente de
tr谩nsito hace unas semanas). Para Aguilar, los mayores v铆tores. “¡Es un honor
estar con Hugo hoy!” (una reedici贸n del tradicional grito de guerra de los
morenistas: “¡Es un honor estar con Obrador!”); “¡Hugo, hermano, el pueblo te
da la mano!”; “¡Hugo (que no Zapata) vive, la lucha sigue!”. Tambi茅n hubo apoyo
a Lenia Batres, la segunda candidata m谩s votada en los comicios judiciales.
“¡Ministra del pueblo, ministra del pueblo!”, le lanzaban. Todos: “¡S铆 se pudo,
s铆 se pudo!”. Los aguerridos integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la
Tierra, de Atenco (Estado de M茅xico), desenfundaron sus machetes y los hicieron
chocar como para procrear el fuego con el filo de las hojas. Por ah铆 llegaron
tambi茅n los gobernadores de Oaxaca, Salom贸n Jara, y de Puebla, Alejandro
Armenta, ambos de Morena, armando alharaca con m煤sica de banda y bailarines
para hacer notar que su apoyo s铆 se ve.
Aguilar, que se ha mandado hacer una toga con
bordados tradicionales, ha se帽alado que la reforma judicial “se logr贸 gracias a
los aires de cambio, a los esfuerzos de transformaci贸n que corren por nuestra
patria”, una referencia al movimiento de L贸pez Obrador y a la Administraci贸n de
Claudia Sheinbaum. El jurista oaxaque帽o ha criticado que el Poder Judicial
hab铆a llegado a un punto de “tonos y matices lamentables y desastrosos”, y que
“eso anim贸 la reforma judicial”. “Por eso, los ministros que hoy integramos la
nueva Suprema Corte tenemos un mandato claro: sanear el Poder Judicial de la
federaci贸n y de las entidades federativas, sanear la Suprema Corte; se van a
acabar la corrupci贸n, el nepotismo, la deshonestidad”, ha asegurado. Y, como
funcionario surgido de las urnas, Aguilar ha lanzado una promesa de pol铆tico:
“El voto que depositaron en la urna va a tener resultados. Tengan la confianza
de que a partir de hoy vamos a trabajar incansablemente por un nuevo modelo de
justicia, una justicia que mire hacia abajo, que destine los recursos, los
esfuerzos y la inteligencia para hacer justicia a todos aquellos que hab铆an
quedado excluidos del aparato judicial”.
Teresa de Jes煤s R铆os, la mujer ind铆gena que ha
dirigido la limpia espiritual de los ministros, llama por accidente a Aguilar
“presidente supremo”, y corrige: “presidente de la Suprema Corte”. Pide a los
juristas y al p煤blico girar hacia a los puntos cardinales. Primero al este, por
“donde sale nuestro padre sol”, “creador y dador de vida”, la “casa de la sabidur铆a,
de la fuerza, del entendimiento, del poder, de un nuevo amanecer”; al oeste,
“la casa de la abuela luna, de las mujeres guerreras”, que “cuando llega la
noche es la casa del descanso”. Cuando la maestra de ceremonias pide girar al
norte, hay confusi贸n y risas porque los asistentes se confunden de direcci贸n,
como en un baile desafinado. El norte, ese que no se sabe d贸nde est谩, es “la
casa de donde vienen las lluvias, los fuertes vientos, la comunicaci贸n”, dice
la mujer; al final, el sur: “la casa del colibr铆, de la medicina, donde termina
todo odio, todo resentimiento, todo enojo, y tambi茅n sanamos y perdonamos”. Con
esa “curaci贸n c贸smica”, la mujer pide a todos hincarse y pedir perd贸n a “la
madre Tonantzin” por la destrucci贸n del ambiente y la contaminaci贸n. Luego pide
alzar las manos hacia el sol, a “nuestro gran Quetzalc贸atl”.
“Este cambio ya era necesario, ya era justo para
nuestros pueblos”, dice la encargada de la purificaci贸n. Muchos de quienes han
asistido al ungimiento de los ministros ven un espejo en Aguilar. “Va a haber
un cambio porque lo eligi贸 el pueblo, no como antes, que el PRI y el PAN pon铆a
a los ministros y ellos se pasaban el cargo con sus familiares”, dice Conrado
Loaeza, paisano de Aguilar. Bertha Ledesma, habitante de Atenco, lanza cr铆ticas
a los togados que reci茅n han dejado el cargo. “Nunca nos hicieron caso,
ven铆amos a pedir que nos apoyaran, pero no lo hicieron. Ellos estuvieron en lo
alto y nunca vieron abajo”, acusa. Juanita L贸pez, tambi茅n oaxaque帽a, espera que
la judicatura priorice la revisi贸n de los casos de ind铆genas injustamente
encarcelados. “Hugo nos ayudar谩 porque 茅l es como nosotros”, dice. No todas son
buenas expectativas. Edith Aquino, de Guerrero, una vendedora informal de
artesan铆as que se manifestaba en el Z贸calo, se ha quejado de que ninguno de los
acompa帽antes de Aguilar se haya detenido a apoyarle. “Pasaron varios
pseudoind铆genas, que se visten bonito, se rozan con grandes gentes y ni
voltearon a vernos. Son iguales que sus antecesores”, reclama.
La oficial de la purificaci贸n ruega a “los
guardianes del universo”, a “las deidades”, a “los abuelos” y a “los ancestros”
que, a partir de ahora, “las leyes sean para el bien de todo M茅xico y de todos
los que acudan a ustedes”, dice dirigi茅ndose a los togados electos. “Pedimos a
los naguales que gu铆en a nuestros hermanos ministros”, dice. Hay decenas de
lenguas originarias en M茅xico. Lo ind铆gena no es monol铆tico ni universal. En la
ceremonia ha habido representantes mazatecos, otom铆es, mixtecos, wix谩rikas,
zapotecos, mazahuas y mayas, algunas de las etnias m谩s representativas del
pa铆s. Uno de los l铆deres ind铆genas que entreg贸 un bast贸n de mando dice a los
juristas: “Que Dios los bendiga hoy y siempre”. La cultura es flexible y en
ella todo cabe y confluye. La pol铆tica es un bolso a煤n m谩s grande, m谩s
profundo.
Con informaci贸n de El Pa铆s.
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