Devocional
del pastor Rick Warren
“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he
de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del
Señor!”. Job 1:21 (NVI)
Cuando eres un cristiano en tus inicios, Dios te da
muchas emociones reconfortantes y frecuentemente responde las oraciones más
egoístas e inmaduras solo para que sepas que Él existe. Pero según vas
creciendo en la fe, Él te irá alejando de esas dependencias.
La omnipresencia de Dios y la manifestación de Su
presencia son dos cosas diferentes. Una es un hecho; la otra es un sentimiento
por lo regular. Dios siempre está presente, aun cuando no te das cuenta, y Su
presencia es tan profunda que no puede medirse solo por las emociones.
Sí, Él quiere que sientas Su presencia, pero le
interesa más que confíes en Él que el simple hecho de sentir Su presencia. Dios
prefiere la fe a los sentimientos.
Las situaciones que más probarán tu fe serán
aquellos tiempos cuando la vida se derrumba y no encuentras a Dios. Esto le
pasó a Job. En un solo día él perdió todo —su familia, sus negocios, su salud y
todo lo que poseía. Y entonces, por 37 capítulos, ¡Dios no dijo nada!
¿Cómo adoras a Dios cuando no entiendes lo que está
pasando en tu vida y Dios está callado? ¿Cómo permaneces conectado a Él en
medio de una crisis cuando parece no haber comunicación? ¿Cómo mantienes tus
ojos en Jesús cuando están llenos de lágrimas? Dices lo que Job dijo: “Desnudo
salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el
Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!” Job 1:21 (NVI).
Dile a Dios exactamente cómo te sientes. Derrama tu
corazón en Su presencia. Descarga todas las emociones que te embargan. Eso fue
lo que hizo Job cuando dijo: “No puedo evitar hablar; debo expresar mi
angustia. Mi alma llena de amargura debe quejarse” Job 7:11 (NTV).
Él clamó cuando Dios parecía distante: “Cuando yo
estaba en la flor de la vida, la amistad con Dios se sentía en mi hogar” Job
29:4 (NTV).
Dios puede manejar tus dudas, enojo, temor, dolor,
confusión y preguntas.
Reflexiona
sobre esto:
▪ ¿Quién es la persona a la que acudes cuando tu
vida se vuelve difícil? ¿Qué le dices que también necesitas decirle a Dios?
▪ ¿Cómo se exhibe tu fe en Dios cuando pasas por
una crisis?
▪ ¿Por qué crees que Dios está más interesado en tu
fe que en tus sentimientos?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has
comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa
línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz la siguiente
oración:
Querido Dios:
Me asombra que quieras ser mi amigo y que hayas enviado a tu Hijo Jesús para hacer posible una relación contigo. Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como mi Señor desde hoy en adelante. Dios, quiero conocerte más y más y vivir mi vida siguiendo tus propósitos para mí.
En el nombre de Jesús hago esta oración. Amén.
La Biblia
dice: “porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo»” (Romanos
10:13 NVI). ¿Invocaste el nombre del Señor? Entonces eres salvo. ¡Bienvenido a
la familia de Dios!
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este devocional con tus amigos y familiares!
"¿Y cómo van a creer en él, si no han oído
hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?"
Romanos 10:14 (DHH)
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Diaria del Pastor Rick Warren
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