Devocional
del pastor Rick Warren
“Si oras a Dios y buscas el favor del Todopoderoso,
si eres puro y vives con integridad, sin duda que él se levantará y devolverá
la felicidad a tu hogar. Aunque comenzaste con poco, terminarás con mucho”. Job
8:5-7 (NTV)
Podría resultarte difícil leer un mensaje sobre
integridad, porque quizás repases en tu mente todas las veces que no lo
lograste, todas las oportunidades que tenías para mostrar integridad y no lo
hiciste, todos los fracasos morales en tu vida. Todos podríamos hacer una lista
similar de fracasos.
San Agustín dijo que la confesión de malas obras es
el comienzo de buenas obras.
Si tienes seriamente el deseo de convertirte en un
hombre o mujer de integridad, el primer paso es admitir que tú no has tenido
integridad. Acabas de admitir que no
siempre mantienes tus promesas. Frecuentemente te gusta el chisme. Algunas
veces flojeas en el trabajo. Pretendes ser alguien que no eres. ¡Solo admítelo
a Dios!
Gran cantidad de personas segmentan sus vidas y
piensan que pueden vivir con integridad cuando ellos están albergando el pecado
en un área de su vida, siempre y cuando no afecte las otras áreas. Yo llamo a
esto el mito del Titanic. Se suponía que el Titanic era el primer barco
insumergible porque era la primera nave hecha para segmentar y compartimentar
el casco. Teóricamente, si entraba agua en una parte del barco, se cerrarían
las escotillas y no se hundiría toda la nave.
Pero amigos, cuando esto llega a tu vida, Un
agujero en el barco es un agujero en el barco y, tarde o temprano, te hundirá.
Esa pequeña área que crees tener bajo control, eventualmente te hundirá. Y esto
afectará a la gente que te rodea, porque mientras el pecado es personal, nunca
es privado.
Ninguno de nosotros es perfecto, Dios no espera que
seas perfecto. Sin embargo, Él espera que tengas integridad y el punto de
partida es confesar tus pecados —no importa que tan larga sea tu lista.
Dios está más interesado en tu corazón que en tus
pecados. Nunca vas a ser perfecto. Nunca vas a estar sin pecados. Pero puedes
pecar menos.
Esa es la elección de integridad.
Reflexiona
sobre esto:
🛐 ¿Qué área de tu vida tienes
separada de tu familia? ¿Cómo te ha afectado espiritual, emocional y
físicamente?
🛐 ¿Por qué piensas que Dios quiere
que confieses tus pecados cuando Él ya los conoce?
🛐 ¿Cómo pueden tus pecados afectar
a otros, aun cuando no lo saben?
Querido Dios:
Me asombra que quieras ser mi amigo y que hayas enviado a tu Hijo Jesús para hacer posible una relación contigo. Confieso que he pecado y te pido perdón. Creo que Jesús murió para quitar mis pecados y que lo resucitaste. Quiero confiar en Jesús como mi Salvador y seguirlo como mi Señor desde hoy en adelante. Dios, quiero conocerte más y más y vivir mi vida siguiendo tus propósitos para mí.
En el nombre de Jesús hago esta oración. Amén.
La Biblia
dice: “porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo»” (Romanos
10:13 NVI). ¿Invocaste el nombre del Señor? Entonces eres salvo. ¡Bienvenido a
la familia de Dios!
¡Comparte
este devocional con tus amigos y familiares!
"¿Y cómo van a creer en él, si no han oído
hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?"
Romanos 10:14 (DHH)
Te invitamos a conocer el ministerio de esperanza Diaria
del Pastor Rick Warren
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