COLUMNA LIBRE | Acapulco sin agua por capricho de Marco Antonio Suástegui
Por Francisco Cárdenas López / Opinión
Resulta inaudito entender que las
autoridades permitan que se ponga en riesgo la salud y el bienestar de más de
800 mil personas que requieren agua potable, bajo el argumento de que los
gobiernos morenistas emanados de la Cuarta Transformación priorizan el diálogo
y no reprimen.
Inconcebible también que la vida de
muchas personas hospitalizadas esté en riesgo, debido a la acumulación de
gérmenes por falta de agua potable para mantener limpios los espacios en
nosocomios públicos y privados.
Aunque usted no lo crea, estimado
lector, en Acapulco la solución de la crisis social por falta de agua depende
de la voluntad de Marco Antonio Suástegui Muñoz, un desquiciado y violento
hombre que se proclama líder comunitario.
El citado sujeto pisotea la voluntad y
dignidad de los habitantes de los pueblos que conforman los Bienes Comunales de
Cacahuatepec, a quienes tiene sometidos para que acaten sus temerarias órdenes.
Unas 120 personas tomaron desde el
viernes las fuentes de captación Papagayo I y II, en su mayoría mujeres que son
usadas como “carne de cañón”, con la finalidad de evitar un desalojo con la
fuerza pública para recuperar la infraestructura que es patrimonio de la
Capama.
¿Qué quieren? Censo y entrega de apoyos
económicos por afectaciones de fenómenos naturales, a través de un esquema
similar que operó la secretaría de Bienestar federal para damnificados por los
huracanes “Otis” y “John”.
Si no les dan dinero en efectivo, los campesinos
no liberarán, por caprichosa orden de Suástegui, las instalaciones de Capama
para que los acapulqueños tengan agua potable. Y ya advirtieron que habrá
muertos si llegan y actúan fuerzas policiales antimotines, porque están listos
para la defensa habitantes de 20 comunidades.
La maniobra que raya en el chantaje, fortalece
sin duda a Marco Antonio Suástegui Muñoz y debilita ante la opinión pública a
las autoridades electas mediante el voto democrático, sufragio emitido por un
pueblo que abriga la esperanza de que los gobernantes y representantes populares impongan en México,
Guerrero y Acapulco el estado de derecho, para bienestar de las mayorías.
Definitivamente que no puede cancelarse
el derecho humano de 800 mil acapulqueños que exigen tener agua potable en sus tomas
domiciliarias desde hace 5 días para necesidades básicas, por capricho de un loco que reprime a quienes no reconocen su
liderazgo y atienden sus órdenes en los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
En lugar de sentarlo en oficinas de
gobierno para implorarle que desocupe las fuentes de captación de agua, Marco
Antonio Suástegui Muñoz debería estar detenido en estos momentos para ser
procesado por sabotaje a las instalaciones de Capama y por otros delitos denunciados en su contra. ¿Por qué la impunidad?
La gran mayoría del pueblo bueno y sabio de Acapulco hoy está de mal humor y desaprueba a los gobernantes por su inacción para aplicar la ley, así como el silencio de senadores, diputados federales y locales, ante la flagrancia que genera malestar colectivo e inminente riesgo de salud pública, y posibles desenlaces funestos en hospitales donde aumenta el peligro de infección y muerte de recién nacidos, adolescentes, adultos y ancianos que han sido sometidos a prácticas quirúrgicas.
Comentarios y sugerencias al autor:
fracalo2001@yahoo.com.mx
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