COLUMNA LIBRE | ¿Debate o
competencia de lanzamiento de estiércol?
Por Francisco Cárdenas /
Opinión
Ramiro Solorio (PES), Yoshio
Ávila (MC) y Carlos Granda (PRI-PRD-PAN) quieren llevar al fango del estiércol,
donde ellos se revuelcan, a la candidata puntera en la carrera electoral por la
alcaldía de Acapulco.
Desesperados porque no
cuajaron sus campañas, los abanderados opositores están deseosos por lanzar sus
últimos ataques, descalificaciones e insultos contra Abelina López Rodríguez (Morena-PT-PVEM),
para restarle simpatías y sumar el apoyo de los ciudadanos indecisos.
Este viernes 24 de mayo seremos
testigos del desarrollo del debate, convocado por el Instituto Estatal y de
Participación Ciudadana (IEPC) del estado de Guerrero, evento que, se avizora,
será convertido en un estercolero por candidatos resentidos que buscan
revancha.
En total son 10 los candidatos
participantes, pero exclusivamente tres aspirantes están deseosos por acabar
con la reputación de Abelina, porque la mujer, a la que ellos consideran inferior,
les ha ganado con el respaldo del pueblo, y eso no lo pueden superar: Ramiro
perdió frente a Abelina López la elección constitucional de 2021. Yoshio y
Granda perdieron frente a ella la elección interna de Morena para nominar
candidato.
Se supone que el debate entre
candidatos debe ser un ejercicio democrático y oportunidad para que los
ciudadanos comparen las propuestas de los candidatos postulados por los
partidos políticos, y voten por la mejor opción.
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El debate de propuestas debe
ser el centro de la discusión de los planes y propósitos que abrazan los que
buscan el poder municipal, pero existe el riesgo de que este evento importante,
para la toma de decisión ciudadana, se convierta en escenario vulgar y escenario
perfecto para la falta de respeto y el linchamiento mediático.
Desde el arranque de las
campañas, a mediados de abril, los trastornados que padecen el síndrome de la
megalomanía y el narcisismo, han tundido a la candidata postulada por la
coalición Morena-PT-PVEM con su exacerbado clasismo y racismo, promoviendo la
discriminación y la xenofobia, incurriendo en violencia política de género.
Es evidente el trastorno de Solorio,
Yoshio y Granda, quienes tienen delirios de grandeza y no soportan que Abelina los
supere, evidenciando que son clasistas y racistas. Ellos han demostrado en este
proceso electoral que son cínicos y sinvergüenzas, habilidosos para chapotear
en el estercolero a base de mentiras, insultos, ofensas y descalificaciones.
Esta tercia y quienes integran
sus equipos de campaña, no tienen el valor de reconocer los grandes aciertos y
logros que ha tenido Abelina López, para pagar deudas históricas y sacar
adelante a un ayuntamiento endeudado, además mantener en pie al municipio tras
el devastador huracán “Otis”. Contrariamente, su miseria humana solo les
permite ver y marcar exageradamente las fallas, como resultado de la rabia que
les representa estar abajo en la preferencia electoral.
Desacreditar a la más fuerte
rival a vencer será el tema central del debate, sin duda alguna, por encima de
la presentación de propuestas y proyectos, porque los adversarios opositores están
desesperado y deseosos por llamar la atención sin importarles hacer el ridículo
y divertir a la gente, en su afán por destruir a la alcaldesa con licencia que participa
en una segunda elección consecutiva por la presidencia municipal de Acapulco.
Pese al llamado de cámaras
empresariales y asociaciones civiles para que el debate sea un encuentro serio
y responsable, que tenga como principio la confrontación de propuestas y
proyectos para el bien común, los candidatos y sus equipos de campaña anticipan
que habrá ataques viscerales contra Abelina López Rodríguez, la candidata a
vencer en las urnas el domingo 2 de junio.
Abelina es la puntera en esta contienda electoral, lleva más de 20 puntos de ventaja en la intención del voto. Ella ganará sin lugar a dudas porque tiene una carrera política sólida construida en más de 40 años a base de sacrificio, como gestora y líder social, lo que le permitió sembrar y hoy cosechar el cariño y confianza de miles de acapulqueños que, con su voto, le han ayudado a ser regidora, diputada local, diputada federal y alcaldesa.
A pesar de las denostaciones que rayan en la misoginia, la sociedad de Acapulco habrá de confirmar en las urnas la continuidad de un proyecto que beneficia a todos, no solamente a los simpatizantes de Morena y sus aliados, y con ello contribuir también al triunfo de Claudia Sheinbaum por la presidencia de la República, para iniciar la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación siguiendo los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo.
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