COLUMNA LIBRE
❍ Los defensores de la corrupción
Luis
Walton Aburto engañó a todo Acapulco tras ganar la alcaldía. Prometió en
noviembre de 2012 meter a la cárcel a Manuel Añorve Baños por haber dejado en
quiebra el Ayuntamiento de Acapulco, pero no cumplió. Los primos pactaron en lo
oscurito y la historia todos la saben: heredaron al gobierno de Evodio Velázquez
una deuda de 2 mil 500 millones de pesos, la más pesada en la historia del
municipio.
No
es paradójico que ambos busquen recuperar la alcaldía de Acapulco en alianza,
cada quien desde su partido político, para posteriormente apoyar a quien logre
la candidatura. Añorve la busca en el PRI con Julieta Fernández. Walton lo hará
con Mejía Berdeja en el Frente Ciudadano por Mëxico integrado por PRD, PAN y
MC. Quien logré postular a su “delfín” recibirá el respaldo del otro.
Este
nuevo acuerdo incluye, sin dudas, golpear mediáticamente y debilitar a Evodio
Velázquez, su enemigo común, para dejar sin efecto y borrar del imaginario del
electorado las denuncias que en su momento presentó ante las autoridades federales
y que el joven alcalde porteño hizo del conocimiento público. Evodio estorba a
Añorve y Walton para cumplir sus propósitos en las elecciones de julio de 2018.
Es posible que Velázquez se apunte para buscar la reelección o por un escaño del
Senado de la República.
Añorve
encomendó a Samuel Reséndiz el trabajo sucio, con el compromiso de convertirlo
en alcalde de Coyuca de Benítez. Walton hizo lo propio con Mejía Berdeja, quien
cumple en grado excelente su papel de merolico. El resultado de esta alianza ya
ha generado escándalos por supuestos actos de corrupción en Capama, organismo
que ha sido saqueado por políticos, parientes y amigos de los alcaldes en
turno.
Samuel
Reséndiz y Ricardo Mejía, diputados locales gracias a los favores prestados a
sus jefes políticos, más que por talento propio, acompañados del
legislador del Partido Verde, Mauricio Legarreta, revelaron este martes
observaciones que la Auditoría General del Estado (AGE) realizó como resultado
de una auditoría aplicada a la Capama, correspondiente al ejercicio fiscal 2016, supuestas irregularidades por 194 millones 577 mil 346 de pesos que, dijeron, deben ser
subsanados en 45 días. El tema que debe ser manejado técnicamente, ha tomado un
vuelo político gracias al protagonismo de los diputados que se han
especializado en mentir y engañar sistemáticamente y sin escrúpulos,
habilidades que les han permitido escalar políticamente.
Los
diputados antes que defender la transparencia y luchar contra la corrupción, en
realidad pretenden desviar la atención para que nadie voltee hacia atrás. Sano
sería que también se preocupen por auditar las cuentas públicas generadas en
los tiempos de sus jefes políticos Manuel Añorve y Luis Waton, quienes acumularon en seis años una deuda global con CFE, ISSSPEG, Conagua y proveedores por más de 600 millones de pesos en el organismo operador del
agua potable, deuda que dejaron a la actual administración. Si no lo hacen, estarían convirtiéndose en defensores de la
corrupción.
TAJA Y AGUIRRE, PUNTEROS
Y
mientras los que van abajo en las preferencias por la alcaldía porteña hacen
escarnio con la imagen del alcalde Evodio Velázquez, para jalar reflectores, dos personajes que buscan
con seriedad la postulación de sus partidos no dejan de trabajar para conquistar
la confianza de los acapulqueños.
El
diputado federal priísta Ricardo Taja Ramírez tiene amplia ventaja para
convertirse en candidato ganador por el PRI. Desde que ganó la elección no ha
dejado de recorrer las comunidades de su distrito, incluso visita ahora
colonias de todo Acapulco a petición de la gente que le augura buen futuro
político. En el PRD ven a Taja como el enemigo
a vencer y eso lo sabe Manuel Añorve, quien quiere la alcaldía para su
esposa Julieta Fernández, por ello ha pactado una alianza con Luis Walton,
quien ha ganado fama como traidor de la izquierda en Guerrero, cosa que
preocupa parredistas y panistas, pues no descartan que haga el papel de “Caballo
de Troya”, como lo hizo en el proceso electoral por la gubernatura el 7 de junio
de 2015.
El
perredista Víctor Aguirre Alcaide realiza un trabajo silencioso pero efectivo.
El experimentado dirigente de Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG), realizó
una consulta ciudadana en colonias populares, lo que le permitió conocer el
sentir de 25 mil ciudadanos y sus necesidades.
La
campaña negativa que realiza el PRI con el grupo de Manuel Añorve Baños, y Movimiento
Ciudadano de Luis Walton con su “gladiador estrella” Ricardo Mejía, ha generado
resultados positivos, gracias a que han financiado la creación de varios medios informativos
enfocados en redimensionar lo negativo del Ayuntamiento y minimizar las cosas
positivas. La consulta de la asociación civil "Por Acapulco Hagamos
Más", que preside Aguirre Alcaide, revela que en dos años la percepción de
más de la mitad de los habitantes, sobre el bienestar ciudadano, es de
retroceso. El 53 por ciento de los consultados dijo que vive en una situación
económica que empeoró, mientras que el 35 por ciento dijo que se encontraba
igual y solo el 12 por ciento dijo que mejoró.
Víctor
Aguirre ya tiene un diagnóstico sobre las colonias que reclaman agua potable, seguridad,
mejor servicio de recolección de basura, rehabilitación de vialidades y alumbrado
público, entre los principales males del municipio, según el resultado la
consulta ciudadana realizada por su asociación civil, para ello prepara un
proyecto de reingeniería municipal para eficientar la administración y los
servicios públicos, mismo que será su carta fuerte para buscar la postulación
del PRD para contender por la alcaldía de Acapulco, candidatura que seguramente atraería votos de todos los partidos, hasta de quienes simpatizan con Andrés Manuel López Obrador.
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