ENTRESEMANA
❍ Enconos
El jueves de la semana pasada, el acto en el que José Rosas
Aispuro Torres rindió protesta como gobernador de Durango, se convirtió –amén
de la hoguera de las vanidades—en el termómetro del sentir del panismo hacia el
presidente Enrique Peña Nieto, el gobernador saliente Jorge Herrera Caldera y
todo lo que tuviera olor al PRI de los tiempos recientes.
De
abucheos y rechiflas se salvaron los ex gobernadores de Durango, gobernadores
de otras entidades y el secretario de Salud, José Narro Robles, pero no Peña Nieto,
de quien llevaba la representación a este acto inscrito dentro del protocolo
del Pacto Federal.
Hubo
un momento, empero, en que una sección de los más de diez mil invitados a la
toma de posesión, aplaudió de pie a Herrera Caldera, quien aguantó toda la
ceremonia. Rosas Aispuro apaciguó el antipriismo vociferante mas en su mensaje
dio pauta para avivar el cobro de facturas con el gobierno saliente y sus
prohombres.
No
habrá cacería de brujas, ofreció pero a la par garantizó que el que la haya
hecho la pagará. Un discurso que bordó en el llamado a la unidad y la
reconciliación, pero que no dio pauta al cambio de página, o como podría
considerarse perdón y olvido.
Bien
que así sea, porque de otra suerte la naciente administración de Aispuro Torres
abonaría a la impunidad. Por eso, sin ese ánimo de llevar zaleas a la hoguera
de la plaza pública para quemarlas en leña verde, debe proceder la congruencia
de la oferta y aplicar la ley donde debe aplicarse, sin distingos.
El
caso es que la animadversión de este panismo duranguense contra el PRI, el
Presidente de la República y el gobernador saliente, contrastó con su abierto
apoyo entre el aplauso y el grito de aprobación a personajes de quienes olvidan
su pasado priista, como Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo de
Veracruz, Rafael Moreno Valle Rosas y su delfín convertido en su sucesor en el
gobierno de Puebla, Antonio Gali Fayad; el gobernador saliente de Sinaloa,
Mario López Valdés, y el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
Felipe
Calderón y Margarita Zavala, Josefina Vázquez, Ricardo Anaya, Marko Cortés y
hasta los perredistas Jesús Zambrano y Guadalupe Acosta Naranjo junto con
Agustín Basave y el dueño de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, se
llevaron las palmas de los ciudadanos asistentes a la ceremonia.
La
revancha era contra el presidente Peña Nieto y el PRI de estos días. El encono
en todo lo alto; el encono que es consecuencia de los malos, pésimos gobiernos,
de la corrupción galopante en los tres niveles de gobierno, aunque no son
privativos del priismo la gente los asume como tales.
No
he visto, empero, a un auditorio priista con ese desbordado ánimo del cobro de
facturas, de la descalificación absurda y generalizada, aunque sí con la
rechifla y descalificación en los días de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe
Calderón.
Los riesgos, las consecuencias, no obstante,
de estas reuniones incendiarias y acicateadas por la venganza y el cobro de
facturas, sea el auditorio del partido que sea, son graves. Y lo hemos observado
en esas marchas de maestros disidentes, de estudiantes y sedicentes estudiantes
que se montaron en un caso lamentable y oprobioso, pero que tiene una cara no
mostrada a la sociedad que se siente indignada porque el gobierno que no tuvo
nada que ver con el asunto Iguala-Ayotzinapa se dejó envolver y, al final,
quedó en calidad de victimario.
Así,
lo ocurrido la mañana del jueves de la semana pasada en el auditorio del Centro
de Convenciones erigido Recinto Legislativo del Congreso de Sinaloa, recuerda
aquella gira a Chiapas de Vicente Fox en diciembre del año 2000.
Fox
se estrenaba Presidente de la República en un acto del Pacto Federal, con su
asistencia a la toma de posesión de Pablo Salazar Mendiguchía como gobernador
del estado de Chiapas, el linchamiento verbal contra su antecesor Roberto
Albores Guillén estuvo en un tris de pasar al físico y llevar la zalea de éste
hasta la plaza principal para lincharlo porque, primero, era priista y,
segundo, se le acusaba de corrupción y de todos los males que enfrentaban los
chiapanecos.
Salazar
Mendiguchía también priista de origen, formado en las filas del tricolor y
encumbrado por éste, hasta que se le negó la posibilidad de ser gobernador, con
el discurso incendiario de la toma de posesión prácticamente convocó a
perredistas y panistas que lo apoyaron para ganar la elección de gobernador, a
hacerse justicia por propia mano. De ese auditorio Albores Guillén salió por la
puerta de atrás y custodiado por el Estado Mayor Presidencial.
Cuando
Salazar Mendiguchía concluyó su mandato, salpicado de venganzas y cobros de
facturas mediante las cuales metió a prisión a sus enemigos políticos, incluso
reporteros, terminó en la cárcel, consecuencia de los delitos que le fincó su
sucesor Juan Sabines Guerrero, a quien el manto presidencial ha cubierto con el
manto de la impunidad merced a su designación como cónsul en Orlando, Florida.
¿A
quién o quiénes interesa –y beneficia-- generar encono social? Finalmente los
beneficiarios resultan aquellos que prohijaron rencores y animadversiones.
He leído puntos de vista de algunos
articulistas que defienden al presidente Enrique Peña Nieto, sin condición
alguna ni atisbo partidario e ideológico, porque se trata de la figura e
investidura que representa a los mexicanos. Y los mexicanos no podemos injuriar
al Presidente sin terminar injuriados.
Es posible que tengan razón quienes
consideran que Peña Nieto no era el hombre idóneo para encabezar el gobierno de
México, pero igual hay un enorme sector de la sociedad mexicana que votó por él
y conserva la convicción de que su voto fue válido. Al final del día se olvida
que el gobierno está integrado por un equipo de individuos obligados a
responder y cumplir la encomienda que tienen como funcionarios públicos.
Por
supuesto, el Presidente de la República es su jefe y si éstos fallan, como ha
sido evidente a lo largo de los casi cuatro años de la administración peñista,
deben rendir cuentas y no dar pauta al encono social contra el jefe del
Ejecutivo.
Se acusa al presidente de los yerros habidos en
las reformas estructurales y están en el centro de la descalificación de los
sectores más radicales, incluso de quienes acordaron votarlas en el Congreso de
la Unión, beneficiarios de canonjías políticas que han olvidado sin rubor
alguno. A estos no se llama a cuentas. ¿A quién o quiénes conviene provocar el
encono contra Enrique Peña Nieto? Y los asesores y los presidenciables y… Digo.
LUNES. Luis Felipe Cangas
Hernández, director general de Juegos y Sorteos de la Secretaría de
Gobernación, cree que se ha ganado la Subsecretaría de Gobernación que dejó
vacante Luis Enrique Miranda Nava. En corrillos de la Secretaria de
Gobernación, se comenta que Cangas Hernández presume que, por ser protegido de
Miranda Nava y amigo del secretario Miguel Ángel Osorio Chong, ocupará esa
importante Subsecretaría. ¿Será que los empresarios a quienes ha beneficiado
con permisos, por ejemplo el del Casino Caliente
Anáhuac, en el municipio de San Nicolás, lo promueven para ser el jefe de quien
lo relevaría en la Dirección de Juegos y Sorteos? ¿Manga ancha para los amigos
y socios? Conste.
sanchezlimon@gmail.com
www.entresemana.mx
@msanchezlimon
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opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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