EL
FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
❍ La mujer
se viste…
[Por Ramón Durón Ruiz]
‘Nadie camina en esta
vida, sin haber pisado en falso; nadie recoge rosas, sin sentir sus espinas, y
nadie alcanza el éxito… ¡sin la ayuda de DIOS!’
No es la lógica, ni la razón, tampoco son las
orientaciones de los teólogos, es la manifestación de la libertad de
conciencia, la que invita a cada quien a elegir su camino espiritual; camino
que abre tu alma para vivir lleno de felicidad y sorprenderte con el racimo de
milagros que cada nuevo amanecer llega para ti.
Cada mañana el viejo Filósofo ofrece a DIOS,
las alegrías y las penas, los tropiezos y las levantadas, los fracasos y los
éxitos, el dolor y la alegría, las caídas y los vuelos, porque como seres
holísticos que somos –biopsicosocial-espiritual–
es decir somos seres materiales en una evolución espiritual, el norte es DIOS.
El poder de DIOS es tan grande que cabe en
todas las religiones, es el que humaniza mi razón y abre mi corazón a dar
incondicionalmente con alegría, dejando a un lado el papel de víctima y
reinventando mi vida con el poder de los pensamientos positivos.
DIOS está más allá de la ‘sabiduría’ y el
protocolo de los teólogos, está en la conciencia luminosa de los abuelos, en la
sonrisa de los niños, en el amor de cada madre, en los sueños de los jóvenes,
en la confianza de cada cual, de saber que hay un mundo espectacular detrás de
cada juicio racional.
Los años me han enseñado que el secreto de la
vida y el misterio de la muerte, se develan cuando armonizas tu trinidad y
reconoces que a tu cuerpo lo manda tu mente, a tu mente, tu alma, y que tu alma
está regida por una luz superior, que en la cosmogonía del universo ilumina tu
camino.
Cuando inicio mi día elevando mis oraciones
para que DIOS cuide a mi familia y seres queridos, proteja a quienes sirven a
la sociedad, ilumine a los líderes, vele por los débiles, y me cuide en los
altibajos del camino, en la noche duermo con una regocijante paz en el alma y
agradeciendo las bendiciones que han colmado mi ser.
La presencia de DIOS no es posible razonarla,
sólo es necesario sentirla, disfrutarla, gozarla, no en balde quienes ayudan a
los agonizantes en su tránsito a otro estado de luz, afirman que estos
solicitan tres cosas:
1.- Tócame (Contacto físico),
2.- Mi familia ¿Cómo está? (Contacto
emocional), y
3.- Háblame de DIOS (Contacto espiritual).
Y en la transición a otro estado energético,
nueve palabras liberan al moribundo de la pesada carga de las emociones
toxicas, que impiden su vuelo: DIOS te perdona, DIOS te ama, DIOS te bendice;
entonces, como por arte de magia, quien agoniza, cambia el rostro dolorido y
pétreo, y parte con una reconfortante paz que se refleja en su rostro.
En la grandilocuencia de la majestuosidad del
universo “El hombre encuentra a DIOS, detrás de cada puerta que la ciencia
logra abrir” entonces dejo de pensar en las interpretaciones que surgen del
miedo, desprogramo mi mente de las privaciones y limitaciones y abro mi alma
para recibir la abundancia de dones y de bienes, reconozco entonces, que no he
llegado a la temporalidad de ésta carnalidad a sufrir, sino a trascender y ser feliz.
Ese poderoso monosílabo, DIOS, ha logrado
impactar mi modesto existir, de tal manera que cada que despunta el alba, éste
campesino de Güémez ofrece de hinojos, en íntima oración y amorosa comunión con
el PADRE, los miedos y las penas pasadas, y mis éxitos y alegrías presentes,
entonces disfruto el milagro de la inigualable policromía del universo.
Después de una infancia llena de carencias
materiales, DIOS ha abierto mis canales de expresión, que me ayudan a trabajar
inspirado –que es estar en contacto con mi espíritu– me ha enseñado que hay
otra manera de ver la vida, en la que los milagros ocurren de manera natural y
cada pregunta, viene de la mano de una experiencia para crecer físicamente y
evolucionar espiritualmente.
DIOS te ayuda para que tomes conciencia de
que eres cocreador de tu destino, HOY reinvéntate, redefínete, reconoce que
formas parte del milagro de la vida, despliega tus alas… que “tu límite es el
Cielo”.
Para el Filósofo de Güémez es importante que
hagas que tu espacio vital, sea el Cielo en la Tierra, entonces DATE PERMISO DE
ser feliz y sonreír. A propósito el humor del mexicano afirma:
“El hombre se viste para halagar a la mujer,
la mujer se viste… ¡PARA HALAGAR A LAS MUJERES!”.
[Usted acaba de leer un artículo de
opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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