COLUMNA
LIBRE
❍ La
violencia
[Por Francisco Cárdenas]
La clase política fue
sacudida por un crimen de alto impacto ocurrido este martes en la persona de
Arquímedes Guzmán Cisneros, uno de los fundadores del PRD que formó parte del
Grupo Nuevo Guerrero que lidera el diputado federal plurinominal por Michoacán,
David Jiménez Rumbo.
La víctima, quien fuera director en los
últimos seis años del Parque Papagayo “Ignacio Manuel Altamirano”, durante los
gobiernos que encabezaron en Guerrero Ángel Aguirre y Rogelio Ortega Martínez,
fue ultimado por la mañana en sus oficinas de la Gerencia Comercial de la
Delegación de Capama en Renacimimiento.
El funcionario murió cuando recibía
atención médica por los impactos de bala que recibió en la cabeza y tórax. Otro
empleado del organismo paramunicipal de nombre Jorge Trujillo Acevedo, quien
funge como Coordinador Operativo, se debate entre la vida y la muerte en el
Hospital General “Donato G. Alarcón” de Renacimiento.
Todos condenaron lo acontecido. El
alcalde de Acapulco Evodio Velázquez y la dirigencia estatal del sol azteca
exigieron a la Fiscalía General del Estado investigar a fondo el caso para
detener y castigar a los responsables.
Las hipótesis sobre el atentado son el
intento de asalto y una posible venganza por las actividades políticas que
desempeñaba Guzmán Cisneros.
Lamentablemente tuvo que ocurrir este
crimen para que la sociedad acapulqueña alzara la voz y exigir a las
autoridades que pongan freno a los grupos criminales que este mismo martes
dieron muerte por la tarde a dos pescadores en Playa La Angosta y por la noche, al filo de la madrugada del miércoles, a
tres trabajadores del Bar Las Gaviotas en la colonia Vicente Guerrero, en el
punto conocido como La Cima.
Los acapulqueños están consternados,
porque en plena Semana Santa y pese a que fue reforzada la seguridad en
Acapulco con más elementos federales del Ejército, Gendarmería y Policías Acreditables
del estado, la violencia está imparable.
¿A quién le toca poner remedio?, pues debe ser tarea conjunta de los tres niveles de gobierno, urge que hagan los ajustes necesarios para contener y enfrentar a los sicarios, porque
no estamos hablando de peritas en dulce sino de criminales en potencia y para ello es necesario emplear ya toda la fuerza del Estado.
¡Qué bien los murales!
Y mientras somos testigos del accionar
criminal, no podemos dejar de mirar los bellos murales que adornan tres
edificios del Infonavit Cuauhtémoc, justo en la salida del Maxitúnel.
Hay comentarios positivos por parte de
un buen segmento de acapulqueños, aunque debemos aceptar que no faltará quien
lo tome como una simpleza, pero la verdad es que estas obras tienen mucho de
fondo.
Con la debida proporción, Egipto, Roma,
Atenas, Florencia y París han pasado a la posteridad más que por sus sátrapas,
tiranos y dictadores, por el arte.
Por eso qué bien que el alcalde Evodio
Velázquez haya determinado apoyar un movimiento artístico con el fomento de
murales en edificios de unidades habitacionales y escuelas.
Sin duda se dará otra imagen a zonas
populares y motivará a la gente.
[Usted acaba de leer un artículo de
opinión cuyo contenido refleja el punto de vista del autor.]
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