ATANDO CABOS | ❍ ¡Basta! - Libertad Guerrero Noticias

ATANDO CABOS | ❍ ¡Basta!

ATANDO CABOS

¡Basta!

“No me duelen los actos de la gente mala,
me duela la indiferencia de la gente buena”.
Martin Luther King

[Por El Incógnito*]

 
El crimen gana terreno, esa es la percepción de la gente de Acapulco que vive con miedo en las colonias populares, donde los integrantes de bandas delincuenciales ligadas a los cárteles del narcotráfico han establecido sus guaridas.

¿Quién denuncia? ¡Nadie! La gente tiene temor fundado porque, sin pudor alguno, policías federales división Gendarmería, Ministeriales de la Fiscalía General del Estado, Preventivos de las secretarías de Seguridad Pública Estatal y Municipal visitan y conviven con los delincuentes en lugar de combatirlos.

Lo que miran vecinos en las colonias populares del anfiteatro de Acapulco, en la periferia, en unidades habitacionales y en comunidades suburbanas del poniente y colindantes con la zona Diamante, hace pensar que los políticos también están con los malos.

En sus mensajes nuestros gobernantes aceptan que hay problemas y expresan su confianza en superarlos. Pero hacen nada por enfrentar y desarticular a los grupos criminales. ¿Acaso esperan que los transgresores de la ley propongan y decidan cuando será la tregua?

¿Y la fuerza del Estado? ¿Acaso no hay recursos para conformar un cuerpo de élite e inteligencia para investigar, atacar, detener y desarticular a las bandas del crimen? ¿Acaso son más efectivos los malos?

Elementos de todas las corporaciones policiacas saben dónde están las guaridas de los malandrines que han sembrado pánico y terror en Acapulco, pero no actúan contra ellos. Y lo mismo ocurre en gran parte del estado de Guerrero.

La gente observa con miedo cómo esos elementos que, se supone, están para brindar protección y seguridad a los ciudadanos, han reducido su actuación a vigilar cadáveres, retratarlos y difundir las imágenes convirtiendo las ejecuciones en un verdadero “reality show de la muerte”.

Ante la falta de información oportuna de la Fiscalía General del Estado sobre los crímenes que ocurren en Guerrero, los “periodistas” aliados de los policías exhiben imágenes salpicadas de sangre sin contenidos informativos, ante la morbosidad grotesca y curiosidad malsana de usuarios de redes sociales ansiosos por ver y compartir esas fotos con inmediatez.

Es secreto a voces que las casas de seguridad de quienes integran las bandas criminales están en El Pedregoso, San Isidro; en las partes altas de Jardín Azteca y Jardín Mangos; Mozimba, Alta Cuauhtémoc, Morelos, Francisco Villa, Progreso, Panorámica, 13 de Junio, Bocamar, Alta Laja, La Laja, Quebradora, Providencia, Vista Hermosa, Lázaro Cárdenas, 20 de Noviembre, Vicente Guerrero, Benito Juárez, Miguel Hidaldo, La Parota, Coral, Simón Bolívar, Zapata, Renacimiento, Antorcha Revolucionaria, Sabana, Coloso, Amalia Solórzano, Miramar, La Poza, Plan de los Amates.  Es esos asentamiento humanos la gente vive con el “Jesús en la boca”.

Los vecinos de comunidades y colonias populares citadas saben dónde se resguardan los criminales. A su vez, empresarios, comerciantes y prestadores de servicios establecidos en las principales avenidas del puerto, también saben y conocen quienes son los malos que integran las bandas criminales, toda vez que mes con mes depositan en sus cuentas bancarias el pago de la cuota de piso. Hay incluso quienes tienen números de teléfonos para solicitar protección cuando algún delincuente rival merodea y disputa el botín de la extorsión.

La  gente no habla ni denuncia por temor a ser víctimas mortales. Tienen que guardar silencio por temor a una posible delación de policías y funcionarios, considerando que en muchos casos la complicidad de éstos con los malhechores alcanza lazos consanguíneos.

Lo más triste es mirar como decoración del paisaje urbano de Acapulco a elementos de las Fuerzas Armadas. Efectivos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar) recorren las calles e instalan retenes sin resultados positivos, porque los malos, por alguna razón, se enteran de rutas y ubicación de los “verdes”.

Si la fuerza del Estado, representada por nuestros soldados del Ejército Mexicano y Armada de México, ha sido desplegada en las calles de Acapulco sin resultados positivos, ¿por qué no emplear ese poderío para ir en busca de los criminales directamente a sus guaridas y acabar con el mal que está causando estragos? ¿Acaso es más inteligente y tiene mayor capacidad de fuego un puñado de malvivientes que nuestras Fuerzas Armadas? ¿O hay acuerdos cupulares con jefes de la mafia?

No dudamos que puede haber en las corporaciones policiacas elementos de reputación intachable, pero seguro no están dispuestos en demostrar su heroísmo porque saben en qué bando juegan los compañeros, los superiores y los jefes de sus superiores.

Esa es la realidad que vivimos en México, en Guerrero y particularmente en Acapulco, donde su imagen turística y calidad de vida de sus habitantes se deteriora por el actuar del crimen, por la complacencia del gobierno y por el temor y angustia extrema de la gente que esconde sus emociones negativas en la indiferencia.

¿Dónde está la promesa de salvaguarda del país? ¿Dónde está el gobierno que ofreció cambiar el miedo por la esperanza en México? ¿Dónde está el gobierno que propuso orden y paz para Guerrero? ¿Dónde está el gobierno que planteó un nuevo Acapulco?

¡Señores, el pueblo se está cansando!

*Atando Cabos es un espacio de libre expresión para quienes deseen exponer, en condición de incógnito, alguna opinión sin revelar su identidad para evitar posibles represalias.

Envíanos tus colaboraciones: infocaaps@gmail.com

Edición: Fracalo

Libertad Guerrero Noticias, periódico online editado desde el puerto de Acapulco, Guerrero, México, bajo la dirección del periodista Francisco Cárdenas López (Fracalo). Contacto: fracalo2001@yahoo.com.mx

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