►Un mariachi
que ha trabajado con los tres, revela que “El Sol” hace playback, “El Divo de
Juárez” contrata dobles de voz y “El Potrillo” se lleva los pomos a los ensayos
CIUDAD DE MÉXICO ► “Yo siempre preguntaba por qué ensayar tanto
para que en el concierto de Luis Miguel hiciéramos playback”, recuerda el integrante de un mariachi que en su
trayectoria ha acompañado también a otros artistas como Alejandro Fernández,
Juan Gabriel, Edith Márquez, Estela Núñez, Aída Cuevas, Pablo Montero, Pedro
Fernández y Emmanuel.
Anteriormente formaba
parte del Mariachi 2000, encargado de acompañar a El Sol en vivo, pero al morir
el trompetista y líder Cutberto Pérez, la dinámica de trabajo cambió.
Ahora, con el mariachi
Los Gallos de México, el intérprete de “La incondicional” apuesta por darle
play a lo que se grabó en los ensayos y, de vez en cuando, hacer sus propios
playbacks.
“Es un poco denigrante
para mis compañeros, sí hay gente muy profesional en el medio”, cuenta la
fuente que prefiere el anonimato.
“Siento que Luis Miguel
tiende a ser muy perfeccionista y quiere que todo salga a la perfección ya que
por lo regular en los metales del mariachi hay errores, no en cuestión de
acompañar a artistas sino que es como la garganta, a veces no está al cien y es
voluble.
“Para no tener una mala
calidad musical procuraba tocar con lo que grabábamos en los ensayos”, agregó
el músico, aunque también lo defiende al decir que a pesar de las actuales
críticas, el cantante mexicano intentaba hacer algo nuevo, a veces en la forma
en que entra la banda, en cómo van vestidos o los ademanes que hacen.
“Eso es diferencia, a lo
mejor la gente quiere ver juegos pirotécnicos y que se aviente de cabeza; pero
a nosotros su mánager siempre nos hacía cambiar algo”, reveló.
Antes de una gira, los
músicos se reúnen para estudiar cinco horas aproximadamente de dos a tres meses
y el cantante sólo se presenta el último día por lo que en realidad no existe
una interacción como puede haber en otros equipos de trabajo.
“Es una persona muy seca
o esa es la imagen que me deja, es antisocial, no convive y nunca lo veíamos
antes del show”, comentó.
“Por ejemplo Juan Gabriel
es muy alegre y cotorro; cuando ha llegado enojado está difícil pero por lo
regular es accesible, siempre nos saludaba y nos decía 'vamos a echarle muchas
ganas' y estaba un rato platicando con nosotros”, explicó.
La diferencia
Justamente hablando de El Divo de Juárez, el músico, también ex
integrante de mariachis como Arrieros de México y Sonidos de América, contó
algunos detalles que pasaban tras bambalinas antes de su éxito de este año,
donde se le vio rejuvenecido y con un mejor aspecto y voz que en épocas
anteriores.
“¿Cuántos años tiene sin
cantar bien? Cuando hizo el video ‘Juntos’, con Rocío Dúrcal, ya estaba tronado
de la garganta, eso que es en vivo está grabado en playback tanto por los
músicos como por ambos cantantes.
“Su jefe de grupo
Rigoberto Gómez le dijo que hay un muchacho que canta igual y desde entonces
ese muchacho que se llama Jaime Varela ponía la voz en vivo pero desde atrás
del escenario, con un monitor, porque estaban muy sincronizados”, revela el
músico.
“Después tiene un lapso
donde se enoja con Jaime y viene otro que le remató el trabajo (le dicen El
Chícharo) pero no cantaba como él, también lo mandó a la goma y se comenzó a
presentar solo.
“Ahorita que estuvo
internado en Guadalajara le hicieron un tratamiento en la garganta cuando se
enfermó de los pulmones y por eso ya está cantando; ya se lo habían mandado
pero él no deja de tomar entonces aunque se tomaba el tratamiento, el alcohol
cortaba la acción de la medicina”, explicó.
En su opinión, quien
hiciera famoso el tema “Amor eterno” es muy profesional y acude a todos los
ensayos, pone algunos pasos para el mariachi (mismos que él baila) y pule los
detalles de su director de orquesta diciendo lo que no le gusta.
“Juan Gabriel es muy
amigo porque te tata de apoyar y es enérgico para que las cosas salgan bien”,
dice.
Compara esta grata
experiencia con Juanga a lo que vivió
al lado de Alejandro Fernández, a quien calificó de “preventivo”.
“Los ensayos de Alejandro
Fernández eran muy profesionales, tanto que cuando está el señor Isidro
Martínez tocando (su primer trompetista), atrás de bambalinas hay un señor que
está tocando lo mismo por si se le sale un ‘gallito’ (error de entonación) al
instrumento no se note porque el otro ya lo está dando bien. Todo porque es uno
de los mejores del mundo y se trata de lucirlo”, comentó.
El hijo de Vicente
Fernández se esfuerza en hacer sentir cómodos a sus músicos por lo que siempre
muestra una confianza para que juntos hagan lo mejor posible arriba del
escenario, de acuerdo con la experiencia que comparte el mariachi anónimo.
“Es muy cotorro y
compañero, no iba a todo pero llegaba y ponía mucho de su parte. Si algo salía
mal no se enojaba, nos motivaba y es accesible en ese sentido; siempre canta en
vivo aunque esté ronco y es muy cuate, es de los que casi casi se trae el pomo
y mientras estamos estudiando, estamos chupando”.
Fuente: El Universal
Enero/04/2016
www.libertadguerrero.net


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