LOS
BAZUKAZOS
❍Marco Antonio Leyva, estilo personal de gobernar
[Por Efraín Flores Iglesias]
Al municipio de Chilpancingo le está yendo
mal con Marco Antonio Leyva (MAL). La seguridad pública no está garantizada ni
en el zócalo capitalino. O sea, los delincuentes pueden hacer lo que quieran.
No hay día en que uno se entere que hubo
atracos a negocios y a transeúntes, balaceras, secuestros, levantones y
ejecuciones. Pero eso no le importa a MAL.
Al “alcalde chambitas” –así lo han bautizado
también en las redes sociales– tampoco le importa la transparencia y rendición
de cuentas claras. El ejemplo más claro lo tenemos en lo que pasa en la Feria
de Chilpancingo, Navidad y Año Nuevo, en donde hace unos días el Patronato y el
Ayuntamiento quisieron hacer su agosto con el cobro de las entradas en los
conciertos de Los Ángeles Azules y Belinda.
Pero no contaban que el gobernador Héctor
Astudillo Flores les iba arruinar el “bisne”.
Las redes sociales y algunos medios
electrónicos e impresos influyeron para que no se cobrara a los asistentes en
los espectáculos ofrecidos por los artistas antes mencionados, los días 4 y 5
de enero, respectivamente.
Marco Antonio Leyva cree que los
chilpancingueños van a tragarse el cuento de que es un político sencillo al
agarrar un machete y la brocha para chaponar o pintar bardas. No cabe duda que
es un farsante. Ni en el Cabildo y su partido, el PRI, lo soportan por su
egocentrismo y falta de oficio político.
En los corrillos del tricolor mucho se
comenta que Mario Moreno Arcos está súper molesto con él, ya que ni las
llamadas le toma, cuando fue el propio ex alcalde quien lo apoyó para que lo
sucediera en el cargo. De traidor no lo bajan. ¡Ay, don Marco! Ahora hasta
ingrato resultó.
Los chilpancingueños quieren a un alcalde
sencillo y comprometido en resolver los problemas que enfrenta la capital del
estado. Pero tal parece que MAL no sabe todavía en dónde está parado. ¿Para eso
quería llegar a la Presidencia Municipal?
Pero también queda claro que los electores se
equivocaron en elegir a un político arrogante como su autoridad. Si ya sabían
que así era para que votan por él. ¿O no, estimados lectores?
Aunque, bueno, como ya le he señalado en
otras entregas, MAL ganó la elección del 7 de junio del año pasado gracias al
efecto Astudillo, que también hizo ganar a los que actualmente “representan”
los distritos locales 01 y 02 (Víctor Manuel Martínez Toledo y María Luisa
Vargas Mejía).
Ya nada más falta que quiera reelegirse en el
cargo en 2018, que está en su derecho de hacerlo, pero, ¿volverán los electores
del municipio de Chilpancingo a depositar su confianza en él? Veremos, diría el
ciego.
Para muchos, Marco Leyva es el Donald Trump
guerrerense, ya que se siente todólogo, que nadie puede decirle nada, ni la más
mínima critica. ¡Zas!
En el PRI saben que esta es su última
oportunidad de gobernar Chilpancingo, ya que en 2018 el PRD u otra fuerza
política pueden ganar la elección. Pero bueno, no tiene la culpa el indio, sino
el que lo hace compadre, reza un dicho popular.
ENTRE OTRAS COSAS… El que se ha visto muy
activo destrabando conflictos desde el inicio de la administración del gobernador
Héctor Astudillo Flores, es César Flores Maldonado.
Incluso, más movido que el secretario general
de Gobierno, Florencio Salazar Adame.
Lo importante de todo son los resultados que
le está dando al mandatario estatal. De repente se le ve sosteniendo encuentros
con Bruno Plácido Valerio, dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones
del Estado de Guerrero (UPOEG); Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero del
Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), y
clérigos.
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E-mail:efrain_flores_iglesias@hotmail.com; Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias
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