LA
RUEDA DE LA FORTUNA
•Tixtla, ¡gran lección
electoral!
[Por Alfredo Sarabia]
La elección extraordinaria que se efectuó el
pasado domingo 29 de noviembre en el municipio de Tixtla, incrementaron
sustancialmente mis conocimientos acerca de lo electoral. Con ello, se afianza
notablemente, aquello que reza que “el
conocimiento es infinito” o bien cuando decimos que “uno nunca acaba de
aprender”.
Así, en Tixtla ganó en esas elecciones, la
persona que ha venido demostrando a lo largo de muchos años trabajo…trabajo con
los de abajo principalmente, con Comunidades, con escuelas de diversos niveles
educativos, con núcleos familiares, con grupos deportivos, etc.
Estoy cierto que sin las acciones
anteriormente explicadas, otra sería la historia. Luego entonces, el candidato
jugó un papel preponderante y por ende, determinante en el triunfo electoral
experimentado, ya que de otra manera, con todo lo que se observó y palpó, el
partido que lo arriesgó, el PRD, solo hubiera sido un convidado más, un
convidado de piedra, testimonial pues.
No obstante la ebullición muy cercana del
grave problema de los alumnos desparecidos de la Normal de Ayotzinapa, con el
consecuente deterioro político del PRD, el riesgo asumido llevaba todos los
presagios en contra y aun así, Hossein Nabor Guillen, pudo levantar su mano en
señal de la victoria.
No fue un triunfo electoral fortuito, fue por
lo anotado en líneas arriba. La situación electoral y social y de inseguridad,
extremadamente de altos riesgos, que habían venido prevaleciendo en ese
municipio en más de un año, no permitían realizar buenos presagios que abonaran
la causa del perredista, y si a ello le agregamos la guerra sucia electoral
desatada básicamente por el ex – candidato del PRI, hacía incierto el triunfo
de Nabor Guillen, aun a pesar de las simpatías de la población tixtleca, una
población ávida de tener una vida garante de paz y armonía, pero no como en las
que se cobijó el entonces candidato del PRI, Astudillo Flores.
Para que usted vea la gran importancia de
estas elecciones especiales, personajes del PRI, hicieron acto de presencia en
el lugar durante la jornada electoral, ya sea como santa Claus o vaya usted a
saber, pero conociéndolos como ha sido el PRI, no hay mucha imaginación para
creer que estuvieron ahí, en visita de cortesía: Los diputados locales Héctor
Vicario Castrejón, Ángeles Salomón Galeana,
Cuauhtémoc Salgado, entre otros, así como el privilegiado y cobijado por
Beltrones, Manuel Añorve Baños, e incluso hasta el propio gobernador Astudillo
Flores.
El arraigo popular, bien estructurado,
hicieron de Hossein Nabor Guillen el presidente municipal electo de Tixtla, que
hoy en día ocupe espacios periodísticos efectuando trabajos de gestorías que
beneficiarán a Tixtla.
Ello, le ha servido de blindaje ante los
embates antes y después de las elecciones y en todos, ha salido airoso.
De los embates maquiavélicos más recientes
con fines perversos, está la impugnación con dolo que hizo el representante de
Morena en el Consejo Distrital 24. Así, la apertura de 6 casillas electorales,
solo sirvió para que la entrega del documento oficial que lo acredita como
presidente electo, se retrasara 5 horas, pues en nada se modificaron los
resultados, aun así, Morena siguió con su aberración dolosa del proceso,
impugnando en sí, la elección, haciéndole el “caldo gordo” al PRI. Aberración
dolosa debido al poco e ineficaz trabajo que los que se identifican con Morena
y al oportunismo patético y ponzoñoso de gente incrustada de último momento en
ese partido, frenaron avances importantes del verdadero partido político.
Nos queda claro que
pesa más el candidato, que el partido postulante. Tixtla nos ha dado una gran
lección que no podemos soslayar… HASTA PRONTO.
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