ACAPULCO ► Casi
200 países aprobaron el sábado el primer pacto global para combatir el cambio
climático, en el que se exhorta al mundo a reducir colectivamente las emisiones
de gases de efecto invernadero hasta eliminarlas a la larga, aunque no impone
sanciones a los estados que no lo hagan.
El "acuerdo de
París" busca impedir que las temperaturas globales suban otro grado
Celsius (1,8 Fahrenheit) entre ahora y el 2100, una exigencia clave de países
pobres que ya se ven afectados por la elevación del nivel del mar y otras
secuelas del calentamiento global.
Fuertes aplausos
estallaron en la sala de la conferencia cuando el canciller francés Laurent
Fabius selló el acuerdo con un golpe de mazo. Algunos delegados sollozaron y
otros se abrazaron.
"Es una victoria para todo el planeta y para las generaciones futuras", declaró el secretario de Estado norteamericano John Kerry, quien agregó que el pacto "impedirá que sucedan las consecuencias más devastadoras del cambio climático".
La ministra del Ambiente
de Brasil, Izabella Teixeira, agregó: "Hoy hemos demostrado que es posible
la unión de todos los países, hombro con hombro, para que contribuyan con su
parte en la lucha contra el cambio climático".
Nicaragua indicó que no
respaldará el acuerdo. Su enviado, Paul Oquist, dijo que éste no va lo
suficientemente lejos como para disminuir el calentamiento global y ayudar a
los países pobres afectados por él.
Nicaragua es una de ocho
naciones participantes que no han presentado objetivos de reducción de
emisiones, después de que la enviada venezolana Claudia Salerno dijo que su
país — que no se había comprometido— decidió respaldar el acuerdo y presentó su
promesa de reducción.
Según el pacto, las
naciones se comprometen a limitar el aumento de los gases de efecto invernadero
derivados de las actividades humanas a niveles que árboles, tierra y océanos
puedan absorber de forma natural, a partir de algún momento entre el 2050 y
2100.
En términos prácticos,
para lograr ese objetivo el mundo en conjunto tendría que dejar de emitir en su
totalidad los gases que provocan el efecto invernadero en los próximos 50 años,
que resultan principalmente de la quema de petróleo, carbón y gas para la
generación de energía, dijeron los científicos. Eso se debe a que cuanto menos
se contamine, menos polución tendrá que absorber la naturaleza.
Lograr esa reducción en
emisiones requeriría una transformación completa de la forma en que la gente
obtiene energía, y muchos activistas temen que, pese a los compromisos, los
países no están listos para realizar cambios tan profundos y costosos.
Ahora el acuerdo debe ser
ratificado por los gobiernos —al menos por 55 países que representen cuando
menos el 55% de las emisiones globales— con el fin de que pueda entrar en
vigencia. Es el primero en el que se solicita a todos los países que se sumen a
la lucha contra el calentamiento global, lo que representa un enorme cambio
respecto de anteriores negociaciones de la ONU, en las que se pedía solamente a
los países ricos reducir sus emisiones.
"La historia recordará este día", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. "El acuerdo de París sobre el cambio climático es un triunfo monumental para el planeta y su población".
En Washington, el
presidente Barack Obama dijo que el acuerdo provee "la mejor oportunidad
para salvar al único planeta que tenemos".
El acuerdo compromete a
los países a mantener el incremento de las temperaturas globales para el 2100
en comparación con la era preindustrial "muy por debajo" de 2 grados
Celsius (3,6 grados Fahrenheit), y dice que tratarán de limitarlo aún más, a
1,5 Celsius. El mundo ya se ha calentado alrededor de 1 grado Celsius en
comparación con las épocas en que aún no había fábricas con chimeneas.
Ben Strauss, investigador
sobre nivel del mar en el grupo Climate Central, dijo que limitar el
calentamiento a 1,5 grados en lugar de dos podría reducir a la mitad la cifra
de 280 millones de personas cuyas viviendas, según las proyecciones, quedarán
sumergidas por la elevación de los océanos.
Más de 180 países han
presentado planes para limitar las emisiones de gases de invernadero, un avance
en sí mismo tras años de estancamiento. Sin embargo, esos compromisos son
insuficientes para alcanzar los objetivos del acuerdo, lo cual significa que las
naciones tendrán que reducir mucho más sus emisiones para alcanzar el objetivo.
"Hemos acordado lo
que debemos hacer, pero todavía nadie ha acordado hacerlo", dijo Dennis
Clare, negociador de los Estados Federados de Micronesia. "Hay mucha pompa
dadas las circunstancias".
El nuevo acuerdo fijó el
objetivo de lograr que comience el descenso de las emisiones de invernadero
"lo más pronto posible". Esas emisiones no han parado de aumentar
desde la revolución industrial.
Según el acuerdo, las
naciones ricas deben seguir brindando apoyo financiero a los países pobres para
que enfrenten el cambio climático, al tiempo que se alienta la contribución
voluntaria de otras naciones.
Este punto refleja los
intentos occidentales para ampliar la base de donadores a fin de que entre
estos se incluya países en desarrollo avanzados como China.
En una victoria para las
naciones isleñas pequeñas, el acuerdo incluye una sección que destaca las
pérdidas que tendrán a causa de los desastres relacionados con el clima ante
los cuales ya es demasiado tarde para que se adapten.
Sin embargo, en una nota
a pie de página se especifica que eso "no implica ni provee fundamento
alguno para fincar alguna responsabilidad ni para exigir alguna
indemnización". Esta aclaración era una de las principales exigencias
estadounidenses que permitirían al gobierno de Obama suscribir el pacto sin
pasar por el Senado que controlan los republicanos.
Fuente: AP
Diciembre/12/2015
www.libertadguerrero.net


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