PLAYAS DEL ROSARITO, BC ► Neumáticos de desecho, para muchos sin ninguna
utilidad, son convertidos en muebles inimaginables, una vez que son elaborados
por Marlene Aurora Molina García, una rosaritense que así contribuye a la
ecología.
Ayudar al medio ambiente
evitando que quemen llantas y contaminen más al planeta fue el motivo de
iniciar a reciclar las llantas convirtiéndolas en salas, hieleras, comedores, e
inclusive fosas sépticas, pisos y recámaras, comentó Marlene Aurora a Notimex.
Con toda la satisfacción
que pudiera concebirse, la propietaria de Muebles Ecológicos BC comentó que
ayudar al medio ambiente fue el motivo que la llevó a reciclar llantas, porque
cuando las queman afecta a la naturaleza.
Indicó que inició este
proyecto en diciembre del año pasado, cuando compartían la cena de Navidad;
“estaba con una amiga que vive donde dejan las llantas aquí en Rosarito, se
veía el cerro de llantas y le dije: ‘esas llantas nos pueden servir de algo'”,
recordó.
Sin ocultar su emoción,
mencionó que siempre tiene ideas y utiliza llantas de carros, bicicletas, motos
y de carros pequeños; “con los carros chiquititos hice plumeros y maceteros,
todo lo que se me ocurre lo hago, siempre utilizo todo lo que tiene la llanta”,
dijo.
Subrayó que hizo una fosa
séptica de llantas, “mi comadre me dijo que no tenía para hacer la fosa y de
llantas de máquina hicimos la fosa, la gente no se pone a pensar que hay cosas
que podemos hacer y que no nos damos cuenta que podemos utilizar”.
Empezó con una salita
chiquita de playa; “los artículos que he hecho son salas, columpios, después
hice comedores, posteriormente he hecho salas hasta de seis piezas, mecedoras y
pisos. Primero lo hago en mi casa y si funciona lo vendo”, mencionó.
Añadió que utiliza las
llantas sólo para hacer muebles, “hice un comedor con las llantas de motos. Me
acaban de pedir una cama donde quieren que se mire la forma de la llanta y
hasta el respaldo se la voy hacer de llanta también”.
Le encanta su trabajo,
pues asegura que reciclando llantas ayudan a mucha gente; la ventaja de tener
un artículo reciclado es que la llanta no se acaba nunca; “si compras una silla
de madera y la mojas, la madera se infla y ya no sirve”, dijo.
Citó como ejemplo que
cuando se compra un artículo de herrería y se moja se empieza a oxidar el
fierro, en cambio la llanta queda intacta y dura más tiempo.
Marlene Aurora utiliza
las tiras y el aro de la llanta para promover la ecología y creatividad.
Explicó que utiliza más
de 100 llantas a la semana para hacer los muebles, en ocasiones ocupa
neumáticos grandes: “me han mandado dos veces un contenedor por parte del
ayuntamiento de Rosarito”, afirmó.
La demanda de sus muebles
es frecuente en Baja California y Estados Unidos, inclusive ya le están
solicitando artículos de Sinaloa y aunque allá es muy caliente el clima, piensa
ponerle cojines a los sofás para que se sienten cómodos sus clientes.
Precisó que el negocio
está integrado por su esposo, su sobrino, y sus hijos, y que en medio año su
crecimiento ha sido enorme, “no lo hice tanto por la venta, sino que todos los
que veían las cosas que hacía les gustaban, y así fue como un gusto se hizo
negocio”.
Empezó a traer llantas a
su casa “y con navajitas inicié a cortar las llantas, hice una salita y ese
mismo día la terminé de hacer y me puse a venderla en Popotla, vendí la salita
el mismo día. Actualmente las llantas recicladas son un futuro para nosotros”.
En ese remembranza,
recordó que amanecía y ella continuaba emocionada lavando llantas, “mis hijos
me decían: mamá ¿no te duelen las manos? y sí me dolían, pero este es un futuro
bueno para nosotros, les contesté, todo esto es ecológico”.
Mencionó que primero
batalló para conseguir las llantas, tenía sólo las que se encontraba en la
calle, luego fue a Palacio Municipal y le empezaron a llevar llantas; “ahorita
ya me han mandado hasta dos contenedores”, dijo.
Cuando ya tenía unas 10
salas de diferentes estilos, “le dije a mi esposo, ahora quiero hacer equipales
estilo Guadalajara. Empecé a bordar la llanta e hice la sala de equipales,
después hice una banca, y de ahí surgió otra silla, un comedor, etcétera”.
En una ocasión en el arco
de Popotla, sin tener un local y con dos salitas ahí, llegó un señor y le dijo
que si se animaba a hacer sillas para su negocio, “le gustaron mis artículos
porque son ecológicos, le hice 10 juegos de sillas y mesas, ese fue el primer
trabajo”.
Dijo que son como 16
modelos diferentes los que ha hecho y cuando tiene todos los cortes, se tarda
como dos horas haciendo una sala, “después de tener todos los cortes de las
cuatro sillas, con el comedor me tardo un día”.
Una banquilla la hace en
cuatro horas, una sala completa en dos días, un día hago un sofá, y otro día
otro, “en una hora hago la mesita”. Vienen personas de Estados Unidos a
comprarle artículos porque se les hace novedoso, “me piden dos o tres juegos”.
Para hacer un artículo
con las llantas recicladas “necesito las llantas, la pintura, chilillos y
madera que utilizo en ocasiones para que la llanta aguante y no se vaya para
abajo. La madera también es reciclada, me traigo la que no quieren”, comentó.
Las llantas las mandaban
triturar en Ensenada y quemar en Mexicali, “y si las quemas afectan al medio
ambiente, casi nadie trabajaba las llantas, a veces la gente las tira en la
carretera, cuando los veo les digo no tiren las llantas que a mí me sirven”.
Hace bancos, salas,
comedores, hieleras, tocadores, lavabos, fosas, pisos y próximamente una cama y
tejas, comenta “si saben utilizar la llanta, se pueden hacer tejas. Lo que no
utilizamos para los muebles, nos sirven para hacer pisos y tejas”.
Su esposo, Felipe, con
oficio de herrería, tan innovador como ella, fabricó un aparato para cortar la
llanta y dejar de usar las navajas. Inventó una máquina especialmente para
cortar las llantas y hacer más rápido la elaboración de muebles de su esposa.
El gerente de Muebles
Ecológicos BC, José Nieblas, comentó que la empresa se dedica a reciclar todas
aquellas llantas que antes no podían ser recicladas en ninguna otra empresa,
“somos la primera empresa en reciclar llantas y hacer mueble ecológicos”.
El ayuntamiento les dona
las llantas en lugar de mandarlas quemar a Mexicali, “de esta manera podemos
fabricar los muebles, lo que más me gusta es que a la gente le gusta nuestro
trabajo por ser innovador y cuidar el medio ambiente”.
Tienen invitación para presentarse
en el Museo del Trompo, Expo Ambiente, Expo Baja y Tijuana Innovadora, “también
nos invitó la Secretaria de Educación Pública a impartir talleres en las
escuelas”, mencionó el gerente de Muebles Ecológicos BC.
Los costos de algunos
muebles ecológicos son: comedor chico 200 dólares; un comedor grande, 300
dólares; el juego de sala completo con la mesa, cuesta 500 dólares.
Fuente: Notimex
Noviembre/03/2015
www.libertadguerrero.net
Me encanta.... excelente idea de negocio, innovadora y ambiental. (Y)
ResponderBorrarÉxitos !!