
REPORTE ESPECIAL ► Hay varios motivos por los que elegimos comer
en un local de fast food: la rapidez para ser atendidos, la posibilidad de ir
en auto hasta el local (e inclusive pagar y consumir sin bajarse del asiento),
el precio ultra competitivo de sus menús o simplemente porque nos gusta. Por es
importante saber cómo se producen esos alimentos, cómo se cocinan y cómo se
sirven.
En muchos casos, hay
normas de salubridad que no se respetan, la comida se prepara con químicos muy
dañinos y se sirve con cantidades exageradas de sal y azúcar. A continuación,
proponemos un repaso por siete horrores culinarios difundidos en las cadenas de
comida rápida:

Los huevos que no son huevos
Mucho eligen locales de
comida rápida para desayunar. Y uno de los clásicos matutinos en estos
establecimientos es el sándwich que incluye huevo. Pero cuidado, en realidad no
se trata de huevos, sino de una mezcla que contiene, además de huevos,
glicerina, polidimetilsiloxano, y Silicato cálcico hidratado: químicos que se
pueden encontrar, entre otros lugares, en la espuma de afeitar.

Papas fritas inmortales
A diferencia de la
mayoría de los productos alimentarios del mundo, que tienen una fecha de
vencimiento determinada y específicamente señalada, las papas fritas de
McDonald’s parecen no tener fecha de expiración cierta. Es más, parecen no
tenerla. Sí, porque una vez freídas, pueden pasar años y las papas de
McDonald’s mantendrán su color, su aroma y su sabor intacto.

La eterna espera de los Chicken Nuggets
En McDonald’s, los
McNuggets puede permanecer listos durante horas a la espera de que algún
cliente los ordene. En realidad, una vez cocinados, los nuggets deberían ser
desechados después de un determinado período de tiempo, pero, en muchos casos,
eso no ocurre y quedan a la espera en eterno.
¿Y la parrilla dónde
está?

En muchas cadenas de
comida rápida, las hamburguesas tienen en su superficie marcas negras que son
sinónimo de parrilla. Pero, ¿cómo pueden tener esas marcas, si en este tipo de
locales no hay parrillas? La respuestas es tan simple como espeluznante: las
tienen porque son agregadas artificialmente con colorantes antes de ser
cocinadas.

Cuidado con las calorías de los milkshakes
Tiene sentido suponer que
los milkshakes de las distintas cadenas tienen todos más o menos la misma
cantidad de calorías. Grave error. De hecho, en muchos casos la diferencia
puede ser grande. Por ejemplo: el Frosty de Wendy’s tiene 330 calorías, 8
gramos de grasas y 150 miligramos de sodio, mientras que el Triple Thick de
McDonald’s, su directo competidor, tiene 530 calorías, 13 gramos de grasa y 330
miligramos de sodio.
¿De qué día es eso?
Cuando en las cadenas de
fast food no especifican si sus productos son frescos o hechos en el día es
porque probablemente no lo sean y hayan sido preparados hace mucho tiempo,
demasiado. Las lámparas y los microondas que los locales tienen a disposición
permiten reciclar la comida y mantenerla a una temperatura ideal por días.

Ensalada no apta para la dieta
Muchos creen que al pedir
ensaladas en lugar de hamburguesas están cuidando su peso. Lamentablemente, en
este tipo de locales, también las ensaladas engordan. En muchos casos, contando
los toppings, las salsas y los quesos, llegan a las 700 calorías.
Fuente: Agencias
Noviembre/22/2015
www.libertadguerrero.net
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