CUERNAVACA ► De su derribo y destrucción nadie se percató
hasta que su cuerpo cercenado lo descubrió personal de Capufe en diciembre de
2012. Una investigadora de arte dice que el ataque a la escultura ecuestre del
Generalísimo José María Morelos y Pavón ocurrió el 6 de diciembre de aquel año,
cuando delincuentes armados con soldadura autógena y seguetas, amputaron patas,
cortaron su base, desmontaron al general y decapitaron al animal de bronce.
Sólo el tronco del brioso
equino quedó tirado en el pasto frío que bordea la autopista México-Cuernavaca
y así lo encontró personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe).
La última vez que lo
vieron fue en una bodega gubernamental en el municipio de Jiutepec, hasta donde
acudió el gobernador Graco Ramírez, en enero de 2013, para supervisar el daño
causado al guardián del estado.
El diagnóstico que
ofreció el gobernador fue lapidario, porque dijo que la reconstrucción tardaría
dos años ya que las acciones vandálicas lo dañaron en 50%, al cercenar el
cuerpo y dejar prácticamente aislado el tronco del animal, elaborado en bronce,
cuyo material, al parecer, pretendían robar para su comercialización.
Pero ya pasaron 34 meses
y la escultura ecuestre sigue encerrada en el mismo lugar en espera de que sus
escultores le regresen patas, cabeza y a su jinete, el Siervo de la Nación.
Fiel custodio del estado
que lleva su nombre, José María Morelos y Pavón mantuvo su posición heráldica
en ese lugar desde 1954 aunque inicialmente sin caballo, según el cronista e
historiador Valentín López G. Aranda.
Dice el cronista que en
1953 el presidente Ruiz Cortines donó al gobierno de Morelos un predio en el
kilómetro 46.9 de la autopista México-Cuernavaca, en los límites con el
Distrito Federal, donde se colocó un grandioso monumento de piedra dedicado a
Morelos y Pavón, obra del escultor potosino Everardo Hernández, quien radicó
por muchos años en Cuernavaca.
Fue un coloso que medía 7
metros de alto en la que el prócer con su brazo derecho y su dedo índice
extendidos, señalaba a la entidad. La obra fue inaugurada en septiembre de 1954
por el entonces Presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines y el
gobernador del estado, Rodolfo López de Nava.
“Posteriormente fue
demolida y sustituida, en 1986, por una escultura ecuestre de Morelos,
realizada en bronce por los artistas Ernesto Tamariz, Artemio Silva y Eduardo
Tamariz. La obra fue develada por el presidente de la República, Miguel de la
Madrid, y es la misma que en diciembre de 2012 fue mutilada por unos
delincuentes que pretendían comerciar con el metal”, escribió López G. Aranda.
María Helena Noval, investigadora
y crítica de arte, encontró que la pieza del Siervo de la Nación vandalizada
fue trabajada por encargo del gobernador Lauro Ortega Martínez (1982-1988)
junto con otras siete obras, en junio de 1985. El costo del trabajo ascendió a
31 millones de pesos, más nueve millones por concepto de la fundición a la cera
perdida en el Taller Escultura y Fundición Maldonado.
Pozo sin agua. En febrero
de 2011 los habitantes de La Oriental, del municipio de Amacuzac, limítrofe con
Guerrero, estaban eufóricos.
El secretario ejecutivo
de la Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente (CEAMA), Fernando Bahena,
visitó el lugar para supervisar y prometer que el nuevo pozo en construcción
sería terminado lo más pronto posible.
Era el penúltimo año del
gobernador panista Marco Adame Castillo. Meses después fue concluida la obra,
pero a la fecha, el pozo es inoperante porque no cuenta con suministro de
energía eléctrica y tampoco fue conectado.
“Teníamos prácticamente
44 años solicitando un sistema de agua potable. Gracias al esfuerzo que el
gobernador Marco Adame ya contamos con el vital líquido”, dijo Petra Rebolledo,
del Comité de Obra, al recibir a los colaboradores del gobernador panista.
A cuatro años, varios
comités de obra han pasado pero ninguno ha logrado que el gobierno estatal
realice una inspección al pozo, cuya infraestructura es nueva, pero con el
abandono no se ha puesto en funcionamiento porque la última fase no se
concretó: dotarlo de una red de suministro, denunciaron los habitantes del
lugar.
El pozo se ubica a las
orillas de la comunidad, a un costado de la barranca. Existe una bomba ya
descompuesta y luminarias que nunca fueron encendidas. En el otro extremo de la
barranca se encuentra el viejo “cárcamo”, el viejo pozo de agua, que abastece
con un mínimo de agua potable a la comunidad de aproximadamente 300 habitantes.
El engaño. La Oriental
está situada a 950 metros de altitud y la relación mujeres/hombres es de mil
329 y el porcentaje de analfabetismo entre los adultos es de 18.18% (22.35% en
los hombres y 15.04% en las mujeres), mientras que el grado de escolaridad es
de 5.62 (5.31 en hombres y 5.84 en mujeres), según datos oficiales.
La comunidad celebra su
fiesta patronal el 15 de mayo con bailes, ferias y misas en honor a San Isidro
Labrador, santo patrono de los agricultores en la religión católica.
Leticia Cervantes Orduño,
actual ayudante municipal de La Oriental, recuerda muy bien ese día cuando
llegó el titular de la CEAMA, actualmente denominada Comisión Estatal de Agua
(CEA), Fernando Bahena.
El funcionario fue
acompañado del entonces edil Alfonso Miranda Gallegos y de Javier Aranda,
representante de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Los tres supervisaron
los avances del Sistema de Agua Potable de la comunidad “La Oriental y ahí
Bahena precisó que al iniciar el gobierno de Marco Adame, 87% de cada 100
habitantes contaban con agua, pero con el trabajo coordinado alcanzaban 94% en
ese año; su expectativa era cerrar el sexenio con el 97% de abastecimiento”.
Y prometió: Las obras se
entregarán en seis y ocho semanas pero ya van cuatro años y en el caso de La
Oriental siguen esperando el pozo de agua.
“Lo más importante de
estas obras es satisfacer las necesidades de las familias que por mucho tiempo
esperaban contar con el servicio y gracias al trabajo coordinado que hemos
realizado entre autoridades y sociedad, daremos atención oportuna a cientos de
familias”, declaró Bahena a la prensa.
“Nos dejaron con un
vestido nuevo en vitrina que no podemos tocar ni usar”, ironiza Cervantes
Orduño, ayudante municipal de la comunidad de El Oriental. Sus vecinos
recuerdan que cuando el gobierno estatal, a través de Fernando Bahena, realizó
el anuncio del nuevo pozo era edil Alfonso Miranda Gallegos y en el trienio
siguiente lo hizo Noé Reynoso Nava.
Hasta ahora ese lugar
ofrece un cuadro de contraste. De un lado se encuentra el pozo nuevo sin
funcionar y de frente la infraestructura del viejo pozo olvidada, con
ferretería oxidada, que bombea agua a cuenta gotas para toda la población.
Fuente: El Universal
Octubre/28/2015
www.libertadguerrero.net
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